Bolivia: “Las ideas de mi padre distan bastante de lo que vemos hoy”. Entrevista

Maria Soledad Quiroga

27/09/2017

María Soledad Quiroga, la hija del líder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz, junto a su madre y su hermano, ha pasado gran parte de su vida buscando justicia para su padre, que fue torturado y asesinado por la dictadura de Luis García Meza. Pasaron 37 años desde que se cometió aquel crimen atroz y hasta ahora no aparecen los restos de Marcelo y muchos de los responsables continúan en la impunidad.

En ese contexto, el gobierno de Evo Morales conformó una Comisión de la Verdad para investigar, justamente, las violaciones a los derechos humanos en las dictaduras. Quiroga expone sus puntos de vista al respecto. Isabel Mercado entrevistó a María Soledad Quiroga para Página Siete.

¿Cómo evalúa la conformación de la Comisión de la Verdad después de 11 años del  gobierno de Evo Morales?

Creo es bueno que se conforme una Comisión de la Verdad, hace muchos años que debía haberse hecho esto, hay una cantidad importante de casos de violaciones a los Derechos Humanos durante los regímenes dictatoriales que no han sido esclarecidos, no se ha sancionado a los culpables, no se han realizado acciones de reparación para las víctimas. No es la primera vez que se establece una comisión de esta naturaleza en el país. El año 1982, bajo el gobierno del doctor Hernán Siles Zuazo, se estableció una suerte de comisión de la verdad que se llamaba Comisión Nacional del Desaparecido, que tenía una tarea similar, pero que no logró grandes avances probablemente porque había todavía una estructura del gobierno anterior montada y vigente. Pero sí hay un antecedente importante de una entidad que cumplió la labor de comisión de la verdad, que es el Comité Impulsor del Juicio de Responsabilidades que enjuició a Luis García Meza, Luis Arce Gómez y colaboradores. Este comité fue absolutamente vital porque permitió la investigación de los crímenes y, pese a las amenazas y presiones de todo tipo que recibió, logró una sentencia condenatoria que fue ejemplar. Estos logros fueron posibles porque era un comité básicamente de la sociedad civil, integrado por las víctimas o por familiares de las víctimas del periodo dictatorial, por organizaciones sociales como la COB, la universidad, la Asamblea Permanente de Derechos Humanos; es decir, distintas entidades de la sociedad civil independientes. Creo que ése es un aspecto clave, la independencia de los distintos tipos de poderes para que una comisión de este tipo pueda tener resultados, tenga éxito. Y luego, el que haya sido integrada por personalidades de reconocido prestigio.

La comisión que se ha conformado en Bolivia está integrada por prominentes oficialistas (Gironda y Heredia). ¿Eso pone en duda la efectividad de la comisión?

Hay que ver cómo avanza el trabajo de la comisión, yo no quisiera desahuciarla de entrada porque no hemos visto absolutamente ningún resultado, fue posesionada hace muy poco, hay que darle un tiempo para que haga su trabajo; sin embargo, yo pienso que un elemento central en una comisión de esta naturaleza es la independencia, la independencia de los integrantes de la comisión respecto de todos los poderes, entre ellos los poderes políticos. El otro elemento que me parece central es el hecho de que debe haber pluralismo, deberían estar representados los distintos sectores del país, las distintas corrientes del pensamiento y, finalmente, el que sean personas que realmente no ofrezcan ninguna duda, de ningún tipo, ni política ni por su actuación económica, ningún tipo de duda.

Los militares se han apresurado a decir que la mayoría de los documentos han podido ser destruidos. ¿Cree que esta comisión logre algo con los militares tomando en cuenta que ellos son tan amigos del poder y de Evo Morales?

Después del juicio de responsabilidades contra García Meza y Arce Gómez nosotros como familia iniciamos otro proceso contra alrededor de 20 o más personas responsables directas del asesinato y desaparición de mi padre, un juicio que tomó alrededor de 10 años, que se suman a todos los años del anterior juicio de responsabilidades ante la Corte Suprema, y lo iniciamos porque, pese a la condena de García Meza, Arce Gómez y otros, no se habían investigado suficientemente los hechos que terminaron con la tortura, asesinato y desaparición de mi padre, no se habían recuperado sus restos y no se había sancionado a todos los involucrados. Este juicio concluyó con una sentencia que no nos satisfizo verdaderamente porque a tres de los responsables se los condenó a 30 años de cárcel sin derecho a indulto, entre ellos a Felipe Froilán Molina (El Killer) -quien ha estado libre después de ser condenado durante muchísimos años, viviendo en la misma casa donde vivió cuando se realizaba el juicio, cobrando su jubilación en el Banco Unión todos los meses-, y otras dos personas que nunca se presentaron al juicio, que estaban prófugos y fueron declarados rebeldes y contumaces. Pero, hubo otras personas de probada responsabilidad en esos crímenes que fueron exculpadas de todo delito, otras fueron condenadas a penas mínimas de dos y tres años, lo que representaba que no iban a cumplir ni un solo día de cárcel. Pese al paso del tiempo, no se logró avanzar absolutamente nada en la ubicación de los restos de mi padre, por esa razón solicitamos la desclasificación de archivos de las Fuerzas Armadas porque pensamos que era la única vía para avanzar, obtuvimos varias órdenes judiciales para la desclasificación de archivos, pero nunca se cumplieron, por lo cual nosotros, agotadas todas las vías legales en el país, hicimos una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos hace ya varios años. Después hubo una serie de declaraciones de altos dignatarios de Estado y de la alta jerarquía de las Fuerzas Armadas señalando que no existen esos archivos, que fueron destruidos, cosa que me parece por lo menos dudosa, porque el periódico Presencia publicó durante varios días una serie de fragmentos de la información clasificada de las Fuerzas Armadas específicamente sobre mi padre.

¿Archivos supuestamente clasificados de las FFAA?

Claro, eran fragmentos de esos archivos, eran informaciones que poseían las Fuerzas Armadas; era información que realmente llamaba la atención por el nivel de rigurosidad en el seguimiento que habían hecho a mi padre. A nosotros nos consta que esa información existía, probablemente existe y en caso de que no exista, de que se haya destruido, eso es un delito más que se suma a los varios delitos cometidos.

Probablemente, los militares no actuarían de esa manera si es que el capitán general, que es el presidente del país, les diera una orden. O ¿cuál es su percepción al respecto?

Nosotros pedimos en varias ocasiones la desclasificación de archivos para la investigación sobre el paradero de los restos de mi padre, no solamente a través de órdenes judiciales, sino que también pedimos que el capitán general de las Fuerzas Armadas ordene la desclasificación porque esa es una prerrogativa suya. Pensamos que a estas alturas, a 37 años de los hechos de julio de 1980, existe otra generación en las Fuerzas Armadas, son otros los oficiales que están dirigiendo las Fuerzas Armadas, por lo tanto, debiera esta institución ser la primera interesada en sanearse internamente, en transparentar su accionar y en facilitar que la población pueda discriminar entre la actuación de la institución en esa etapa dictatorial y la actuación de las Fuerzas Armadas en la etapa democrática. Debiera ser así, por lo cual llama profundamente la atención esa suerte de protección de personas que han sido responsables de crímenes y que no debieran ser protegidas.

¿Durante el gobierno del presidente Evo Morales se ha hecho algo concreto, además de conformar la Comisión de la Verdad para esclarecer el paradero de los restos de Marcelo Quiroga Santa Cruz?

Que yo sepa no. No hemos visto ningún avance. Se ha difundido información hace algún tiempo sobre la posibilidad de que los restos de mi padre se encuentren en Santa Cruz en la hacienda de Banzer, pero nosotros hemos recibido a lo largo de estos años tantísima información y ninguna cierta, la mayoría malintencionada, justamente para evitar llegar a la verdad. Las personas responsables, empezando por García Meza y Arce Gómez, nunca han mostrado la voluntad de esclarecer estos hechos, nunca han tenido ni han manifestado el menor arrepentimiento y creo que no tienen ninguna voluntad de reparar los daños causados. Creemos que hay una deuda del Estado boliviano, más allá de gobiernos, del Estado con el país.

 ¿Ustedes tuvieron alguna expectativa o hubo algún acercamiento cuando inició este proceso de cambio?

Al principio de este gobierno, mi hermano Rodrigo envió una carta al Presidente solicitando una investigación sobre el paradero de los restos de mi padre, carta que nunca fue respondida. Pasado cierto tiempo, yo me entrevisté con el entonces ministro de Gobierno, Alfredo Rada, en la primera etapa de este gobierno, para reiterarle esa solicitud y pedirle que hagan esfuerzos para avanzar en este sentido, tampoco hubo ninguna respuesta, me dijo que iba a transmitir eso al Presidente, pero no hubo absolutamente nada.

Quiroga Santa Cruz ha sido un socialista, el gobierno se dice socialista. ¿Usted percibe que realmente hay una concordancia entre lo que Marcelo propugnaba y lo que hace este gobierno?

No me parece. Yo no quiero arrogarme el derecho de decir qué es lo que habría pensado mi padre, si él estaría de acuerdo o no, pero mi padre era un militante del socialismo, fue fundador del partido socialista, murió por sus ideas, creo que esas ideas distan bastante de lo que vemos hoy en el país.

Usted decía que en el segundo juicio que se hizo para establecer las responsabilidades solamente tres han sido sancionados con 30 años de prisión. ¿Quiénes han quedado impunes y están vivos?

Entiendo que la mayor parte es gente mayor de edad, pero que está viva, entre ellos el general (Faustino) Rico Toro, que fue jefe de la Sección Segunda del Ejército. Estas personas que fueron investigadas y juzgadas y que finalmente recibieron condenas con penas bajísimas están ahí, continúan su vida, no han respondido al país. También está el señor Raúl Solano Medina que en una audiencia asumió que fue comisionado a comprar gasolina para incinerar los restos de mi padre, es decir, son personas sobre las que hay abundantes pruebas de su culpabilidad y, sin embargo, están ahí tranquilas.

¿Qué es lo que ustedes esperarían en el caso de que se llegara en algún momento a desclasificar esa documentación?

Pese a las pruebas no se han establecido sanciones justas, y falta saber qué es lo que ocurrió con mi padre, que como se sabe fue sometido a tortura, no solamente fue asesinado, fue sometido a tortura. Qué ocurrió, quiénes son los responsables de su martirio, quiénes son los responsables de su asesinato, de su desaparición, él no fue asesinado en la sede de la Central Obrera Boliviana, él fue herido ahí y fue conducido después al Estado Mayor. Es probable que Felipe Froilán Molina haya sido la persona que le disparó en la COB, pero él no murió ahí, hay todo un trayecto largo que siguió después sobre el que hay sombra, y finalmente nosotros queremos recuperar los restos de mi padre. 

Con todo ese contexto de falta de voluntad política, de sombras, de no querer abrir archivos ¿le queda realmente alguna esperanza con esta Comisión de la Verdad?

Yo espero que la comisión pueda trabajar. También quiero decir que es una comisión en la que las personas trabajan ad honorem, eso tampoco da garantías de que pueda haber una dedicación exclusiva, como se requiere. De todas maneras, hay que darle un margen y ver qué hacen, qué resultados nos muestran, cuando muestren resultados, veremos. Me parece que de todas maneras una comisión al margen de las organizaciones de la sociedad y al margen de las víctimas o los familiares de las víctimas de estos delitos de lesa humanidad  va a tener problemas para avanzar.

¿No los han convocado para nada, ni para decirles que van a conformar la comisión?

Para nada, ni tampoco nos ha comentado nada ninguno de los integrantes de la comisión.

¿Cómo describiría estos casi 40 años transversales a la existencia de ustedes como hijos descendientes de Marcelo Quiroga Santa Cruz?

Me parece que nos ha tocado vivir una tremenda injusticia porque la vida de mi padre, su obra, fue verdaderamente luminosa, generosa, significativa para el país, creo que fue una vida truncada, él murió a los 49 años, podía haber dado muchísimo.

¿Qué opina sobre el hecho de que una ley anticorrupción lleve el nombre de su padre?

Nosotros como familia mandamos una carta al Vicepresidente, como presidente del Congreso, pidiendo que no se ponga el nombre de mi padre a esta ley, pero desoyeron nuestra solicitud expresa. Nosotros no somos propietarios del nombre de mi padre, por supuesto, pero creemos que el nombre de mi padre representa algo y queremos resguardar eso que representa, y contra nuestra opinión y nuestra solicitud expresa se nominó de esa manera a la ley, cosa qué nos parece que no es correcto.

Usted dijo que se planteó una demanda ante la CIDH ¿en qué está?

Esa demanda se planteó hace ya varios años, el año 2010, estamos hablando de hace siete años, ya son muchos años y no ha sido ni siquiera admitida, en todos estos años hemos estado enviando información cuando la han solicitado, el gobierno por su parte ha estado también argumentando y bueno, estamos en esa situación de espera.

Socióloga, crítica literaria y reconocida poeta boliviana. Es profesora de la Universidad Mayor de San Andrés.
Fuente:
http://www.paginasiete.bo/nacional/2017/9/24/maria-soledad-quiroga-las-ideas-padre-distan-bastante-vemos-hoy-153215.html
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