Davos: el capitalismo responsable

Michael Roberts

22/01/2017

Esta semana ha comenzado el encuentro de la élite política y económica mundial en Davos Suiza, bajo los auspicios del Foro Económico Mundial (FEM).  Cada año el FEM organiza una reunión en la estación de esquí súper exclusiva de Davos, con la participación de 3.000 políticos, empresarios, economistas, empresarios, filántropos y celebridades. Por ejemplo, este año asisten el presidente de China, Xi Jinping, de Sudáfrica, Jacob Zuma, y muchos economistas  gurús y directivos de banca. Xi Jinping es el primer presidente chino que asiste a Davos, acompañado por una delegación de 80 líderes empresariales, economistas, académicos y periodistas. El martes dará la conferencia inaugural y la  utilizará para defender "la cooperación y la globalización de la economía".  

El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, los dos hombres más ricos de China  y el alcalde de Londres, Sadiq Khan viajarán en aviones privados a los aeropuertos cercanos, antes de ser transferido en helicóptero, para escapar del tráfico, a la pintoresca ciudad. Se esperan tantos aviones que el gobierno suizo ha abierto el campo de aviación militar de Dübendorf, a 85 millas de vuelo en helicóptero, para acomodarlos. El aumento de los vuelos de jets privados - que queman tanto combustible en una hora como el uso típico de un coche en un año – tiene lugar cuando el FEM advierte que el cambio climático es la segunda preocupación mundial más importante.

Mientras que la élite rica vuela hasta Davos en sus aviones privados, más trabajadores de hoteles están siendo trasladados en autobuses para servir a los delegados, pero tendrán que dormir en habitaciones de cinco literas. Uno de los temas principales de Davos será el aumento de la desigualdad del ingreso y la riqueza. El mismo Davos es un microcosmos de ella.

En el hotel de súper lujo de Davos, el Belvedere, habrá "barmans especialmente contratados para la ocasión para mezclar sus cócteles", así como cocineros, camareros, porteros, personal de servicio y recepcionistas para atender a los líderes mundiales, empresarios y celebridades, que incluyen este año a la estrella del pop Shakira y al famoso chef Jamie Oliver (por valor de $ 400m). El año pasado, una empresa de tecnología de Silicon Valley tuvo que pagar 6.000 libras esterlinas para mantener una breve reunión con el presidente de Estonia en un depósito de equipajes reconvertido. El hotel también ha volado previamente desde Nueva Inglaterra langostas y comida especial mexicana para una empresa que se reunía con un político mexicano.

La británica, Theresa May, será la única dirigente del G7 que asistirá a la cumbre este año, ya que coincide con la inauguración de Donald Trump como el 45º presidente de Estados Unidos. El año pasado, el ex primer ministro del Reino Unido David Cameron pudo divertirse de manera informal con Bono, Leonardo DiCaprio y Kevin Spacey, en una lujosa fiesta organizada por Jack Ma, fundador del grupo de ventas por Internet Alibaba y el hombre más rico de China con una fortuna 34.500 millones de dólares. Tony Blair, también asistió a la fiesta de Ma el año pasado.

Ser miembro del FEM y una entrada cuestan 68.000 francos suizos. Para conseguir el acceso a todas las zonas, las empresas deben pagar para convertirse en  socios estratégicos  del FEM, al módico precio de 600.000 francos suizos, lo que permite a un director general llevar hasta cuatro colegas, o lacayos, consigo. Pero aún deberán pagar 18.000 francos suizos cada uno por sus entradas. Sólo 100 empresas pueden convertirse en socios estratégicos; entre ellas están este año Barclays, BT, BP, Facebook, Google y HSBC. La invitación más exclusiva en la ciudad es una fiesta súper glamorosa organizada conjuntamente por el multimillonario ruso Oleg Deripaska y el financiero británico Nat Rothschild en el chalet palaciego del oligarca, un viaje en coche con conductor de 15 minutos a la montaña desde Davos. En años anteriores, la policía suiza, según los informes, ha tenido que ir a casa de Deripaska por las quejas como consecuencia del ruido de su banda de cosacos. Los guateques de Deripaska tienen "un interminable flujo del mejor champán, vodka y caviar ruso en medio de cosacos que bailan y bellas modelos rusas".

El tema oficial del foro de este año es "liderazgo sensible y responsable". Que alude a las preocupaciones de la élite del capitalismo global: tienen que ser "sensibles" a la reacción popular a la globalización y al fracaso del capitalismo a la hora de ofrecer prosperidad desde el final de la Gran Recesión y también tienen que ser "responsables" en sus políticas y acciones - un sutil llamamiento a Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos o a Erdogan en Turquía, Zuma en Sudáfrica, Putin en Rusia y en Xi en China.

El FEM ha sido el abanderado de los aspectos positivos de la "globalización", la nueva tecnología, los mercados libres, la "democracia occidental" y el liderazgo "responsable". Trump y otros líderes de las potencias globales y regionales parecen ahora una amenaza para esa empresa.  Pero Trump es el resultado del fracaso del proyecto FEM en sí, es decir, del "progreso" capitalista global.

En mi libro, La Larga Depresión, en el capítulo final planteó tres grandes retos del modo de producción capitalista en la próxima generación: aumento de la desigualdad y desaceleración de la productividad; la irrupción de los robots y de la IA; y el calentamiento global y el cambio climático. Y estos temas se recogen en el informe del FEM de este año titulado  El Informe de Riesgos Globales.  El informe del FEM cita cinco desafíos para capitalismo: 1) el aumento de los ingresos y la desigualdad de la riqueza; 2) el cambio climático; 3) el aumento de la polarización de las sociedades; 4) el aumento de la dependencia cibernética y 5) el envejecimiento de la población.

El informe señala que mientras que, a nivel mundial, la desigualdad entre los países ha ido "disminuyendo a un ritmo acelerado en los últimos 30 años" , dentro de los países, desde los años 1980 la proporción de los ingresos que va a parar a la parte superior del 1% ha aumentado en los Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Irlanda y Australia (aunque no en Alemania, Japón, Francia, Suecia, Dinamarca o los Países Bajos). En realidad, como he demostrado en mis últimas notas, la desigualdad global (entre países) sólo ha disminuido gracias al enorme aumento de los ingresos per cápita en China. Excluyendo a China, ha habido pocas mejoras, con muchos países de ingresos bajos en los que la desigualdad ha empeorado. Y como dice el FEM, el lento ritmo de la recuperación económica desde 2008 ha "intensificado las disparidades de ingresos locales con un impacto más dramático en muchos hogares que lo que los datos agregados de la renta nacional sugerirían".

Los últimos datos sobre desigualdad de los ingresos y la riqueza expuestos por Thomas Piketty, Emmanuel Saez, Daniel Zucman y el recientemente fallecido, Tony Atkinson, son verdaderamente escalofriantes, sin ninguna señal de reducción de la desigualdad en los EE.UU., en particular.

Desde la crisis financiera global, los ingresos de la parte superior del 1% en los EE.UU. crecieron más de un 31%, en comparación con menos del 0,5% para el 99% restante de la población, mientras 540 millones de jóvenes de 25 economías avanzadas se enfrentan a la perspectiva de ser más pobres que sus padres. Y coincidiendo con Davos, Oxfam, utilizando los datos recopilados por el informe anual de la riqueza Credit Suisse , denuncia que los ocho individuos más ricos del mundo acumulan más riqueza que los 3,6 mil millones de personas que componen la mitad más pobre del mundo.

En mi blog y en mi libro, he analizado las razones de este fuerte aumento de la desigualdad. La desigualdad es una característica de todas las sociedades de clases, pero bajo el capitalismo depende del equilibrio de fuerzas en la lucha de clases entre capital y trabajo. Al informe del FEM le gusta creer que la causa es la diferencia de habilidades de los que tienen una mayor formación y por lo tanto pueden obtener salarios más altos. Pero las investigaciones han demostrado que eso es absurdo. La disparidad real surge cuando el capital puede usurpar una mayor proporción de valor creado en la producción capitalista. El aumento de los beneficios, la reducción de los impuestos a las empresas y el alza del valor de los mercados de valores y de los bienes inmobiliarios desde la década de 1980 han aumentado las rentas del capital a costa de los salarios, sobre todo para los niveles más altos en las empresas.

Y luego está el impacto del "sesgo pro capital" en la producción capitalista al que me he referido en anteriores notas. De acuerdo con los economistas Michael Hicks y Srikant Devaraj, el 86% de las perdidas de empleo en el sector manufacturero en los EE.UU. entre 1997 y 2007 fueron producto del aumento de la productividad, en comparación con menos del 14% perdido a causa del comercio.

"La mayoría de las evaluaciones sugieren un efecto perturbador de la tecnología en los mercados de trabajo que se acelerará en los sectores no industriales en los próximos años, ya que los rápidos avances en robótica, sensores y máquinas capaces de aprender permitirán al capital reemplazar trabajo en un creciente abanico de empleos en el sector de servicios. Un estudio de 2013 del Oxford Martin School citado con frecuencia sugiere que el 47% de los empleos en Estados Unidos tenían un alto riesgo de se ser automatizados y, en el año 2015, un estudio de McKinsey concluyó que el 45% de las actividades que los trabajadores hacen hoy en día ya se podrían automatizar si las empresas quisieran hacerlo" (FEM).

El cambio tecnológico está cambiando la distribución de la renta del trabajo al capital: según la OCDE, hasta el 80% de la disminución de la participación del trabajo en la renta nacional entre 1990 y 2007 fue resultado del impacto de la tecnología. Mientras que a nivel mundial, sin embargo, muchas personas están siendo dejados atrás por completo: más de 4.000 millones de personas aún carecen de acceso a internet, y más de 1.200 millones de personas carecen aún de electricidad.

En mi libro señalo que el siguiente reto para el capitalismo es el cambio climático debido al calentamiento global. El informe del FEM también lo hace. Hay un creciente "grupo de riesgos relacionados con el medio ambiente interconectados - incluyendo fenómenos meteorológicos extremos, el cambio climático y las crisis del agua". Los gases de efecto invernadero (GEI) están creciendo, actualmente alrededor de 52 mil millones de toneladas de CO2 por año. El año pasado fue el más cálido desde que se registran, de acuerdo con el análisis provisional de la Organización Meteorológica Mundial. Fue la primera vez que la temperatura media global fue de 1 grado Celsius o más superior a la media de 1880-1999. De acuerdo con la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional de EE UU, cada uno de los ocho meses desde enero a agosto de 2016 fueron los más cálidos de los 137 años registrados.

A medida que aumenta el calentamiento, sus consecuencias crecen. La capa de hielo marino del Ártico ha tenido un descongelamiento récord en 2016 y la Gran Barrera de Coral ha sufrido un evento sin precedentes de decoloración de los corales, que afecta a más de 700 kilómetros de los arrecifes del norte. El último análisis del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) estima que, en promedio, 21,5 millones de personas han sido desplazadas por fenómenos meteorológicos o climáticos cada año desde 2008 y la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR) informa que cerca de 1.000 millones de personas se vieron afectadas por desastres naturales en 2015.

El Informe de emisiones de 2016 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) muestra que, incluso si los países cumplen los compromisos - conocidos como Contribuciones Determinadas Nacionalmente (CND) - que hicieron en París, el mundo aun se calentará de 3,0 a 3,2º grados centígrados. Para mantener el calentamiento global en el umbral de 2 ° C y limitar el riesgo de un cambio climático catastrófico, el mundo necesitará reducir las emisiones de un 40% a un 70% en 2050 y eliminarlas por completo en 2100.

El Banco Mundial prevé que el estrés hídrico podría causar tensiones sociales extremas en regiones como Oriente Próximo y el Sahel, donde el impacto económico de la escasez de agua podría poner en riesgo el 6% del PIB en 2050. El Banco también prevé que la disponibilidad de agua en las ciudades podría disminuir hasta en dos terceras partes para el año 2050, como resultado del cambio climático y la competencia de la generación de energía y la agricultura. El gobierno de la India informó de que al menos 330 millones de personas se vieron afectadas por la sequía en 2016. La confluencia de riesgos en torno a la escasez de agua, el cambio climático, los fenómenos meteorológicos extremos y la migración involuntaria sigue siendo un potente cóctel y un "multiplicador de riesgo", especialmente en los contextos ambientales y políticos más frágiles de la economía mundial.

El tercer gran desafío citado por el FEM es la recuperación del crecimiento económico mundial. El informe señala que la disminución de forma permanente del crecimiento se traduce en menores niveles de vida también de forma permanente: con un crecimiento anual del 5%, se tarda sólo 14 años en duplicar el PIB de un país; con un crecimiento del 3%, se tarda 24 años. "Si nuestro actual estancamiento persiste, nuestros hijos y nietos podrían vivir peor que sus predecesores. Incluso sin desempleo estructural creado por la actual tecnología, la economía deberá crear miles de millones de puestos de trabajo para integrar a una población en crecimiento, que se prevé que alcance los 9.700 millones para el año 2050, de los 7.400 millones actuales".

Así que el informe del FEM destaca un lote completo de problemas futuros para la estabilidad y el éxito del capitalismo global. ¿Y cuáles son las respuestas para la reunión del liderazgo global "sensible y responsable” de Davos? El capitalismo debe ser preservado, por supuesto, pero será necesario "reformar el capitalismo de mercado y restaurar el pacto entre empresa y sociedad".

Pero después de afirmar que la globalización está fallando en su informe, el FEM a continuación dice que la vía es más de lo mismo.  "El libre mercado y la globalización han mejorado el nivel de vida y han ayudado a la gente a salir de la pobreza durante décadas. Pero sus defectos estructurales - miope visión a corto plazo, el aumento de la desigualdad de la riqueza, y el amiguismo corrupto- han alimentado la reacción política de los últimos años, a su vez subrayando la necesidad de crear estructuras permanentes que equilibren los incentivos económicos con el bienestar social".

Así, el informe del FEM pide a la élite rica "responder a las necesidades de las personas que han confiado en ella para dirigirlas, al mismo tiempo que proporcionan una visión y un camino a seguir, para que la gente puede imaginar un futuro mejor". Y ¿cómo hacerlo?  "Los líderes tendrán que construir un sistema dinámico, integrador de todas las partes interesadas de gobernanza global ... el camino es asegurar que la globalización beneficia a todos".

La reducción de la desigualdad y la pobreza, el aumento de la productividad y el crecimiento a través de las nuevas tecnologías, conservando empleos y aumentando ingresos; la reducción de las emisiones de gases a la atmósfera para evitar catástrofes globales, preservando y reformando al mismo tiempo el capitalismo a través de la cooperación global de Trump en los EE.UU., Xi Ping en China, Putin en Rusia, el Reino Unido del Brexit y la Unión Europea. Hmm... algo no cuadra.

es un reconocido economista marxista británico, que ha trabajador 30 años en la City londinense como analista económico y publica el blog The Next Recession.
Fuente:
https://thenextrecession.wordpress.com/2017/01/16/davos-responsible-capitalism/
Traducción:
G. Buster

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