El 68 alemán III: Practicar el antagonismo implica una mentalidad guerrillera

Rudi Dutschke y Hans-Jürgen Krahl

17/02/2018

El texto que reproducimos fue la propuesta sobre organización presentada por Rudi Dutschke y Hans-Jürgen Krahl al 22º Congreso de Delegados de la Unión Socialista de Estudiantes Alemanes -SDS el 5 de septiembre de 1967. Fue en ese congreso en el que las tesis de la corriente antiautoritaria se convirtieron en hegemónicas en la SDS y recogen, con la jerga de la época, las principales posiciones que caracterizarían la acción militante de los estudiantes socialistas alemanes. SP

 

Tras el último Congreso de delegados dos importantes acontecimientos políticos han polarizado de manera dicotómica la actividad política dentro de la Unión: la formación de la Gran Coalición y el asesinato político de 2 de junio en Berlín 1. De este modo, por primera vez desde la escisión del SPD, la cuestión de la organización se ha planteado dentro de la Unión como una cuestión política. El hecho de atribuir una mayor importancia política a uno u otro de estos dos eventos ha provocado tendencialmente la formación de fracciones que se han manifestado por su intención objetiva de concretizar las diferentes posiciones políticas en lucha por discusiones sobre la orientación práctica-política.

El Comité Ejecutivo ha indicado la posible salida organizativa de estos dos eventos a partir de la experiencia del movimiento de protesta, especialmente entre los jóvenes, de una forma vaga y vacía desde el punto de vista del contenido: "una organización que trabaja públicamente, unificada en torno a su contenido y flexible desde el punto de vista de sus formas". En Berlín, el tema ha sido discutido bajo el título "Las universidades de oposición y las asociaciones de institutos", dado que otros grupos han argumentado que la formación de la Gran Coalición proporcionaría una oportunidad para volver a intentar agrupar poco a poco los grupos y grupúsculos de la nebulosa socialista. Es decir, el 2 de junio la actualidad de la cuestión organizativa se convirtió en crucial para algunos grupos de la SDS, ya que han experimentado la incapacidad de su propia organización en el plano práctico. La estructura organizativa de la SDS, obsoleta y todavía orientada hacia el SPD, no ha estado a la altura de la extensión sin precedentes de las protestas anti-autoritaria desde el 2 de junio. La espontaneidad del movimiento amenazaba con paralizar desde el punto de vista organizativo a los principales grupos. Su comportamiento político parecía estar, por tanto, en gran medida dictada por las circunstancias de forma reactiva, y cualquier intento de retomar la iniciativa política ha demostrado ser simplemente inútil.

 (...) El fenómeno, inmediatamente visible ahora, de la caída de las tasas de crecimiento de los indicadores más importantes del crecimiento económico solo se explica superficialmente por variables coyunturales. Los factores fundamentales del crecimiento económico están constituidos por la determinación cualitativa y cuantitativa de la estructura de las fuerzas productivas y de la situación resultante en el desarrollo de los medios de producción. La combinación de estos dos elementos constituye "la línea tendencial objetiva" (Janossy) del desarrollo económico (...) 2 .

Apoyándose en la estructura peculiar de las fuerzas productivas en la RFA (un flujo de trabajadores cualificados originarios de las antiguas regiones del este de Alemania y más tarde, hasta el 13 de agosto de 1961, de la República Democrática Alemana) ha podido desarrollar un largo período de crecimiento con la ayuda del capital estadounidense,  que ha alcanzado la explotación máxima de la estructura de las fuerzas productivas y el aparato de producción cuyo funcionamiento está regulado por dicha estructura. Hay que sumar a esto que la impresión de un milagro económico en la RFA ha surgido en la medida en que "ya había superado no sólo las secuelas de la guerra, sino también la recesión de entre guerras" 3 .

A lo largo del período de reconstrucción marcada por las altas tasas de crecimiento, los grupos de presión políticos y de otros tipos han impuesto al "estado débil" la concesión de altos subsidios que sólo han fortalecido a la oligarquía dominante de la época.

Al final del período de reconstrucción, es decir, del período de crecimiento articulado con la dirección tendencial, las subvenciones fueron finalmente percibidas como gastos innecesarios y altamente improductivos, como un peso muerto peligroso para un mayor desarrollo ulterior y como faux frais 4 , "gastos innecesarios" de la producción capitalista.

El peso muerto de los grupos de presión dentro del sistema de la "democracia de intereses" no se puede suprimir en una sociedad que sigue siendo pluralista, pero debe ser liquidado al final del período de reconstrucción. Se comienza a utilizar así conceptos como “racionalización”, “formación” y, más recientemente, de "concertación". Debemos tener en cuenta los diversos intentos actuales de reforma del sistema, así como los intentos del capital de adaptarse para fortalecer su poder y para realizar sus beneficios a través de la transformación de las condiciones existentes.

El fenómeno más llamativo del periodo actual de la formación económica es la cada vez mayor intervención del Estado en el proceso de producción real como unidad de producción y circulación. Este complejo total de la regulación social y estatal de la economía constituye un sistema de estatismo integral que, a diferencia del capitalismo de estado, suspende las leyes de la competencia capitalista sobre la base de la preservación del control privado de los medios de la producción y reproduce el antiguo equilibrio de la tasa de ganancia, que dependía en el pasado del crecimiento, a través de una distribución, dirigida por la sociedad y el estado, de la masa de plusvalía de la sociedad en su conjunto.

En la medida en que, a través de una simbiosis de las burocracias públicas y empresariales, el estado se convierte en un capitalista total y social, la sociedad se convierte por entero en un cuartel estatal, la división de trabajo industrial se extiende tendencialmente al conjunto de la sociedad. Por lo tanto, el estatismo integral no es sino el desarrollo final del capital monopolista.

En el estatismo integral, la herramienta extraeconómica compulsiva constituye inmediatamente una potencia económica. Desempeña así un papel en la formación de la sociedad capitalista actual, que no había jugado desde la acumulación primitiva. Según Marx, si durante esta fase inicial ocurre un proceso de expropiación sangriento de las masas populares, posteriormente no se produce una vez establecido el capitalismo competitivo. Además, el automovimiento objetivo del concepto de la forma mercancía, de su valor, tiene lugar conforme a las leyes naturales del desarrollo capitalista, cuando la conciencia de los productores internaliza la violencia económica. La interiorización de la violencia económica permite una liberalización tendencial del poder político, moral y jurídico.

Todas las crisis producidas de forma natural por el desarrollo capitalista problematizan actualmente la interiorización de la violencia económica. Este problema tiene dos soluciones en la interpretación de la teoría materialista. Por un lado, la crisis abre - para la conciencia de clase del proletariado y su organización - la posibilidad de una violencia opositora material que busca la acción independiente de la clase obrera para auto-liberarse. Por otro lado, necesita objetivamente a la burguesía debido a su poder económico para contrarrestar el poder restrictivo material terrorista a disposición del Estado.

La salida capitalista de la crisis económica en 1929 se basó en la construcción estable de una estructura de poder terrorista: el estado fascista. Después de 1945, esta coerción extraeconómica del poder no ha sido desmantelada, sino, por el contrario, se transforma físicamente en una dimensión totalitaria.

Esta internalización es salvaguardia de la renuncia a una opresión manifiesta dentro de las fronteras del estado y es la base de un liberalismo y parlamentarismo ilusorios, aunque se ha hecho mediante la proyección de un enemigo externo absoluto a través del anti-comunismo 5 .

La "política de distensión" 6 de la RFA, nacida de una mutación de la constelación internacional, contribuyó, sobre todo al final del período de reconstrucción, a reforzar el proceso destructivo del anticomunismo militante. El poder de la coerción extraeconómica, interiorizado de manera manipuladora, representa un nuevo aspecto de la naturaleza del sistema capitalista. Sin embargo, no es pensable un ataque a las leyes naturales del desarrollo capitalista que no transforme estructuralmente el proceso objetivo de valorización del capital.

Sin este supuesto, la crítica del sistema de manipulación está destinada a seguir siendo una mera crítica cultural, y el proceso de unidimensionalizacion de todos los ámbitos de la sociedad, incluyendo la nivelación de las diferencias sociales entre la superestructura y la base, el Estado y la sociedad 7 , son accidentales. Esta crítica parte en primer lugar de la experiencia de la denuncia [Darstellung] materialista mediante la crítica de la economía, dado que las relaciones del valor y la circulación, las esferas de la producción y la circulación, están involucradas en una unidimensionalización de la sociedad. La pregunta era, pues, ¿cómo la superestructura, la violencia extra-económico del estado, de la ley, etc. va a adaptarse como sistema institucional de manipulación, a la sustancia de la producción de mercancías, al propio trabajo abstracto? El trabajo abstracto, la sustancia del valor, determinan las relaciones de producción basadas en la división del trabajo, a las personas que trabajan en privado en una situación de aislamiento. Debido a este aislamiento en la producción, se ven obligados a vender sus productos en el mercado como mercancías, es decir, que el comercio social recíproco de los productores no se sitúa en la producción misma, sino en la esfera de la circulación. Dada la evolución capitalista hacia el capital monopolista, surge la tendencia a una progresiva liquidación de la esfera de la circulación, que indica la posibilidad de superar el trabajo abstracto. Marx lo explicó a través del análisis de las sociedades accionariales, cuando demuestra que se trata de individuos asociados de manera directa como capital social, por lo que es necesario exponer las raíces del capital ficticio. (Tendremos que analizar con más detalle este punto: una comprensión supuestamente utópica de las sociedades de acciones en Marx, por lo cual es necesario explicar el origen de capital ficticio. Nota para el editor de DH). El poder de coerción extra-económica, el estado y otros fenómenos de la superestructura intervienen en el movimiento de las mercancías para que el trabajo abstracto se reproduzca artificialmente mediante un gigantesco sistema de manipulación institucional.

Del mismo modo, en la producción de mercancías, intervienen sobre la mercancía fuerza de trabajo. Cuando el progreso técnico de las máquinas elimina potencialmente el trabajo - pero en realidad elimina a los trabajadores - y presenta una situación en la que es necesario que quienes tienen el poder alimenten a las masas, la fuerza de trabajo se sustituye tendencialmente en tanto que mercancía. Los asalariados ya no pueden defenderse, los parados ya no disponen de su fuerza de trabajo como mercancía. Esta tendencia sólo es concebible bajo la mutación paradigmática causada por el progreso técnico de la automatización, en la relación entre trabajo vivo y trabajo muerto. Como Karl Korsch y Herbert Marcuse lo interpretan en relación a Marx, esta mutación de paradigma funciona de modo que ya no es la ley del valor, el tiempo de trabajo, lo que surge de manera objetiva, lo que da la medida de valor, sino la totalidad del aparataje mecánico [die Totalität des Maschinenwesens] unicamente.

A partir de estos supuestos es posible derivar consecuencias fundamentales para la estrategia de la acción revolucionaria. Dada la unidimensionalización general de todas las diferencias económicas y sociales, la crítica del anarquismo y de su subjetivismo voluntarista - una crítica justa desde la perspectiva marxista y justificada en su momento por la práctica, según la cual para Bakunin contaría sólo la voluntad revolucionaria, descuidando la necesidad económica - [finalmente] ha quedado desfasada.

Si, mediante todas sus manipulaciones institucionales, la estructura del estatismo integral presenta un sistema gigantesco de manipulación, también produce un sufrimiento cualitativamente nuevo de las masas, que no son capaces de rebelarse por sí mismas. La auto-organización de sus intereses, necesidades y deseos se convierte históricamente imposible. Captan la realidad social sólo de acuerdo con los esquemas del sistema de dominación que han interiorizado. Los grupos con una conciencia revolucionaria, desde su posición específica en las instituciones, pueden proporcionar expresiones concretas de oposición capaces de aclarar la situación, deben adoptar un método de lucha política que difiere, en principio, de las formas tradicionales de la confrontación política

La agitación en la acción y la experiencia inmediata de los pequeños grupos de militantes en la confrontación con el poder ejecutivo estatal constituyen los factores de movilización que promueven la propagación de una oposición radical; y permiten un proceso tendencial de toma de conciencia gracias a las minorías activas en el seno de las masas pasivas. Estas no pueden percibir la violencia abstracta más que a través de la acción irregular [de las minorías]. Es necesario que la "propaganda de los golpes" ( "Che" Guevara) en el Tercer Mundo se complete en la metrópoli por la "propaganda de los hechos" que haga posible una urbanización de la actividad de las guerrillas rurales. El guerrillero urbano es el organizador de la irregularidad como destrucción [inmanente] del sistema de instituciones represivas.

La universidad es su zona de seguridad, es decir, su base social, donde y desde donde organiza la batalla contra las instituciones, la batalla de las tasas del restaurante universitario y por el poder del estado.

¿Qué tiene que ver la SDS con todo esto? Sabemos que muchos compañeros ya no pueden aceptar un socialismo abstracto que no tiene nada que ver con su propia actividad vital. Los presupuestos personales de otra forma de organización del trabajo común de los grupos de la SDS están ahí. La práctica del antagonismo [al sistema] en su propio entorno institucional requiere una mentalidad guerrillera: la integración y el cinismo no son alternativa.

La vieja estructura de la SDS se orientaba por el modelo revisionista de los partidos burgueses basado en la pertenencia formal. La dirección acoge en su seno, burocráticamente, los miembros cotizantes que deben aceptar una profesión de fe pura y simple - y abstracta - vis-à-vis los fines de su organización. Por otro lado, la SDS no podía asumir por completo la función de administración perfecta de los partidos revisionistas, ya que es sólo una unión parcialmente burocrática, un híbrido organizativo. Ante nosotros se plantea hoy la cuestión de la organización como el problema de la existencia revolucionaria.

Notas:

1 Se trata del asesinato del estudiante Behno Ohnesorg, muerto por el agente de policía Karl-Heinz Kurras durante unos enfrentamientos tras una manifestación contra la visita oficial a Berlín Occidental del Shah de Persia.

Franz Janossy, Das Ende der Wirtschaftswunder. Erscheinung und Wesen der wirstchaftlichen Entwicklung, Frankfurt am Main, Verlag Neue Kritik, 1966 en part. p. 17.

3 F. Janossy, Das Ende der Wirtschaftswunder, op. cit.

4 En francés en el texto.

5 Herbert Marcuse, El hombre unidimensional, Alianza Editorial p. 128

6 Ver Heinz Kuby, « La politique de détente. Théorie ou réalité ? Limitations et contradictions de la politique occidentale à l’égard des pays de l’Est », In : Tiers-Monde.. 1969, Volumen 10 No. 39. pp 459-486.

7 H. Marcuse, El hombre unidimensional, op. cit.

Dirigentes de la corriente antiautoritaria de la SDS, sociólogo y politólogo respectivamente, serían dos de los principales dirigentes del 68 alemán. La muerte de ambos, en circunstancias distintas, en plena juventud, privó al movimiento socialista revolucionario alemán de sus contribuciones.
Fuente:
http://www.krahl-briefe.de/index.html
Traducción:
G. Buster

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