Elecciones en Irán: ganadores y perdedores

Yassamine Mather

04/03/2016

'Reformistas' y 'conservadores moderados’ han tenido importantes avances en las elecciones parlamentarias de Irán, según los resultados publicados por el Ministerio del Interior de Irán.

En las elecciones para el Consejo de Expertos, cuya tarea principal en el próximo período será irónicamente designar al próximo líder supremo de Irán - en otras palabras, el próximo dictador del país - los "reformistas" alrededor Hashemi Rafsanjani y el presidente Hassan Rouhani han hecho grandes avances. Es igualmente significativo que, de las tres principales figuras conservadoras en el Consejo de Expertos contra los que presentaron candidatos alternativos  los "reformistas" en Teherán, dos ayatolás influyentes perdieron sus asientos, mientras que el tercero, Ahmad Jannati, fue relegado a los elegidos con menos votos. Los conservadores han perdido su posición dominante en este importantísimo Consejo y las elecciones supondrán un cambio en la política del país. Sin embargo, hay que señalar que, incluso para los estándares de una serie de elecciones cuestionables en todo el mundo, éstas estaban lejos de ser libres.

El gobierno afirma que 55 de los 80 millones de iraníes tenían derecho a voto y, según el Ministerio del Interior, un 60% lo hizo efectivo el viernes 26 de febrero. La participación fue mayor de lo esperado, principalmente porque los líderes "reformistas" trataron de hacer de estas elecciones un referéndum contra las facciones más conservadoras del régimen. Sin embargo, en la capital la participación fue inferior al 50%.

De las 12.000 personas que se inscribieron para ser elegidas, las nominaciones de 5.200, en su mayoría "reformistas", fueron rechazadas por el Consejo de Guardianes. El CG estaba ejerciendo sus funciones, establecidas en el artículo 99 de la Constitución, de "supervisión aprobatoria": el derecho a juzgar la 'idoneidad' de candidatos. En virtud de esta disposición cada nominación es investigada y tanto candidatos laicos como "reformistas", incluyendo el propio nieto del ayatolá Jomeini, fueron descalificados.

Es como si en el Reino Unido un órgano compuesto por representantes de la monarquía y la Iglesia de Inglaterra, además de funcionarios públicos rutinariamente descalificase a los candidatos sobre la base de su política (demasiado liberal, demasiado de izquierda) o su estilo de vida personal (mujeres divorciadas, aquellos que beben demasiado o hacen chistes en las redes sociales ...) esto dejaría solo a un cierto número de conservadores de derecha muy aburridos (tanto con una C mayúscula como minúscula), incluyendo a un buen número de blairistas y tal vez a unos pocos demócratas liberales.

Sin ilusiones

Esto plantea la pregunta, ¿por qué tantos iraníes participan en las elecciones, dadas las limitadas opciones disponibles?

La respuesta es evidente. Los iraníes miran más allá de las fronteras del país a los devastados "Estados fallidos" de Irak y Siria. Saben lo que ha sucedido en Libia. Las opciones que tomaron reflejan la situación desesperada en la región, donde elegir entre líderes antidemocráticos corruptos (en oposición de líderes terribles y más corruptos) es preferible a un escenario de cambio de régimen impulsado por Estados Unidos. Hay claramente quienes en el Pentágono y en otras partes del gobierno de Estados Unidos esperan dividir el país en pequeños estados semi-regionales y así resolver el "problema de Irán” de una vez por todas. Muchos iraníes están preocupados por la unidad nacional y la soberanía y no quieren ver un Irán dividido, lo que llevaría a la creación de otro estado fallido, plagado de interminables guerras civiles. Dicho esto, los iraníes son muy conscientes de que sus líderes son corruptos. Por ejemplo, muy pocos teheraníes tienen ninguna ilusión en su anterior presidente, Rafsanjani - un hombre que hizo una fortuna gracias a la posición que ocupaba en el liderazgo de la República Islámica de Irán.

A pesar de todas las deficiencias evidentes de estas elecciones, está claro que muchos iraníes hicieron uso de la oportunidad limitada que se les ofrecía para mostrar su descontento con las facciones más conservadoras del régimen, infligiéndolas  una humillante derrota. Las fuerzas iraníes de oposición en el exilio - grupos de derecha e izquierda, muchos con ilusiones acerca de la limpieza de las elecciones en los países occidentales - han venido señalando estas deficiencias y, en cierta medida tienen razón de hacerlo. Sin embargo, es irónico escuchar a quienes han apoyado la intervención militar occidental en Irán criticar a sus compatriotas por haber participado en estas elecciones - como si dicha intervención militar hubiese  anunciado nada mejor.

Los miembros iraníes de los centros de pensamiento pro-sionistas y los que se benefician de los fondos republicanos neo-conservadores para alentar un cambio de régimen para el funcionamiento regular de sus estaciones de radio y televisión, harían bien en tomar nota de las actuales elecciones presidenciales de Estados Unidos y el papel del dinero / capital en el nombramiento de los candidatos republicanos y demócratas, por no mencionar el papel de los medios de comunicación como Fox TV, antes de condenar a sus compatriotas por hacer uso de la limitada oportunidad ofrecida por los clérigos gobernantes de Irán para que expresen sus opiniones. A este respecto, Hamid Dabbashi, profesor de estudios iraníes y literatura comparada en la Universidad de Columbia, escribe acertadamente:

Mientras que el control de las elecciones en Irán es una cuestión de cruda manipulación de las facciones gobernantes, en los EE.UU. la maquinación oligárquico de dinero y poder limita las opciones que tienen las personas, enfrentando habitualmente a una de las facciones de la elite gobernante contra otra. .. lo importante de las elecciones en Irán es la decidida habilidad del pueblo iraní de superar tácticamente a un régimen gobernante profundamente corrupto e ilegítimo y a sus almas afines en las filas de las oposiciones de exiliados traidores que tratan impulsar un ataque militar de EE UU o israelí contra Iran.(1)

En la medida que la fiebre electoral se extendió por la capital iraní, los grandes ayatolás intentaron condenar a sus oponentes denunciando la riqueza acumulada por sus familiares. Los partidarios del líder supremo Ali Jamenei publicaron las cuentas de los hijos y familiares de Rafsanjani, mientras que los partidarios de Rafsanjani publicaron detalles de la riqueza acumulada por los hijos e hijas de Jamenei en Irán y en el extranjero. Por lo menos ahora sabemos un poco más sobre la forma en que la corrupción ha ayudado a los gobernantes de la República Islámica a combinar poder político y financiero.

Las elecciones supusieron  también una especie de rehabilitación de los líderes del movimiento de protesta de 2009, en la medida en que Mir-Hossein Moussavi y Mehdi Karroubi pudieron votar en las elecciones: se envió una urna móvil al lugar donde se encuentran bajo arresto domiciliario. Al parecer, en el caso de Karroubi, la urna llegó a la 1 de la madrugada después de que se hubieran cerrado las urnas y se negó a emitir su voto ¡sobre la base de que es ilegal hacerlo después de la hora límite! Pero esto ha dado lugar a rumores de que, a raíz de sus resultados electorales, Rowhani ahora podría estar en una buena posición para exigir el fin de su arresto domiciliario: una promesa a la que hizo alusión durante la campaña electoral.

El campo más conservador, compuesto principalmente por los leales al ex presidente Mahmoud Ahmadinejad - a quien se acusa de haber participado en la gran corrupción y malversación de fondos públicos - perdió de mala manera. Los partidarios del presidente Rowhani participaron en las elecciones con el nombre “Lista de la esperanza”, mientras que los "reformistas" participaron en una lista conjunta con los "conservadores moderados” - muchos de los cuales se han separado de los conservadores más duros debido a su oposición a Ahmadineyad.

Así que en el Majlis (parlamento) de 290 escaños, Rowhani es probable que encuentre una menor oposición a su programa, aunque los “reformistas” todavía no tienen una mayoría a pesar de haber conseguido todos los 30 escaños de la capital. Aunque la segunda vuelta de las elecciones determinará el resultado final, es evidente que los principales perdedores serán los conservadores más duros. Según la agencia semioficial de noticias ISNA, estos son los resultados tras la primera ronda: "reformistas": 83 escaños; ''conservadores moderados”: 78; independientes: 60; minorías religiosas: 5.

¿Qué va a cambiar?

En primer lugar, no hay la menor duda de que todas las facciones del régimen islámico son pro-capitalistas. La gran mayoría son de hecho los representantes políticos del bazar.

Las facciones “reformistas” y hasta cierto punto sus nuevos aliados, los “conservadores moderados” están a favor de una mayor integración en el orden mundial capitalista. De vez en cuando pueden recitar consignas anti-estadounidenses, pero como  grupo favorecen unas relaciones más estrechas con Occidente, por lo que apoyaron el acuerdo nuclear de Irán con la bendición del líder supremo.

Rowhani y su ministro de asuntos exteriores, Javad Zarif, ya han enviado mensajes muy claros al capital internacional. Irán está abierto a los negocios y su mano de obra - intimidada por años de recesión, desempleo masivo y la represión brutal del régimen - aceptará los bajos salarios, las malas condiciones y la explotación más salvaje. Estas propuestas también están respaldadas por ejemplos prácticos, como el ataque brutal de los paramilitares Basij contra un grupo de trabajadores industriales en huelga en Kalaleh: asalto descaradamente informado por los medios de comunicación a favor del régimen como un ejercicio de esta milicia cara a futuras acciones en contra de los trabajadores que protesten.

En cuanto a la democracia, los "reformistas" están a favor de libertades políticas para  sus partidarios dentro de los confines de la República Islámica, pero han demostrado que son tan capaces como Ahmadinejad de mantener a los disidentes en la cárcel. No han hecho hasta ahora ningún intento serio para liberar sus antiguos aliados, Moussavi y Karroubi, de su arresto domiciliario y están definitivamente a favor de continuar la represión de los derechos de los trabajadores - la detención a gran escala de los activistas laborales que se oponen a su agenda neoliberal es prueba de ello. Su liberalismo es muy limitado: se oponen a la interferencia agresiva de los órganos del estado religioso en la vida privada, ya que las actividades de la policía moral islámica puede ser causa de vergüenza cuando visitan las capitales europeas. La clase media urbana occidentalizada es su principal circunscripción y no quiere alienar a este grupo.

Los “conservadores moderados” comparten muchos de los ideales de sus aliados reformistas, aunque, por supuesto, son más reaccionarios cuando se trata de cuestiones religiosas, incluyendo el uso del hijab. Por su parte, los ultra-conservadores - los que abiertamente se opusieron al acuerdo nuclear y al acercamiento con Occidente – utilizan consignas  anti-estadounidenses y anti-occidentales en apoyo de su posición nacionalista a favor del capital iraní independiente. Muchos de ellos y sus patrocinadores financieros se han beneficiado enormemente de los años de sanciones, haciendo buen uso de sus conexiones con los servicios de seguridad para vender los bienes incautados por la Guardia Revolucionaria (Pasdaran) o importados ilegalmente en el mercado negro. Su propuesta de economía de “resistencia” es de hecho una exigencia de autarquía, en la que tales prácticas corruptas puedan florecer. El hecho de que el pueblo iraní lo haya rechazado de manera tan clara, es positivo.

El estallido de cólera del ayatolá Sadeq Larijani, poco después de conocerse los resultados de las elecciones, resume la postura ultraconservadora. Repitiendo una acusación que dominó los titulares de la prensa de derecha en el período previo al día de la votación, afirmó que "moderados" y "reformistas" habían constituido una "lista británica" y que trabajaban con los "medios de comunicación norteamericanos e ingleses" durante la campaña electoral: "¿Es este tipo de coordinación con los extranjeros, con el fin de desalojar a ciertas personalidades del Consejo de Expertos, en interes del régimen?" (2).

En estas nuevas circunstancias, en un momento en que los avances logrados por las facciones “reformistas” del régimen les ha dejado en una posición fuerte para perseguir sus políticas económicas neoliberales, que se han levantado la mayoría de las sanciones, es nuestra tarea reorientar la campaña de solidaridad con el pueblo de Irán y su estilo de trabajo.

En contraste con muchos otros, Hands off the People of Iran (HOPI) ha sido inflexible en su compromiso con el principio de que, en Irán como en cualquier otro país, la única fuerza consistente contra la guerra, el imperialista y a favor de la democracia es la clase obrera. Ahora es el momento de intensificar nuestra solidaridad con el reprimido movimiento obrero en Irán, ya que el régimen reaccionario - después de haber hecho concesiones importantes en la escena internacional - busca consolidar su control represivo a nivel interno.

Notas:

(1) . www.aljazeera.com/indepth/opinion/2016/02/tale-elections-iran-united-sta....

(2) . www.middleeasteye.net/news/reformists-elected-assembly-experts-iran-2108....

es una socialista iraní exiliada en el Reino Unido, profesora de la Universidad de Glasgow y Directora de la Campaña "Fuera las manos del Pueblo de Irán" (HOPI). En los archivos de Sin Permiso pueden encontrarse sus artículos analizando el desarrollo de las conversaciones entre EE UU e Irán sobre el programa nuclear iraní.
Fuente:
http://weeklyworker.co.uk/worker/1096/irans-elections-winners-and-losers/
Traducción:
Enrique García

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