Esterilizar a los pobres, pero nunca garantizar su derecho a la existencia

Daniel Raventós

14/09/2014

[L] os candidatos a altos cargos decían a la gente que la respuesta a los problemas del país era enriquecer a los más ricos para que de su mesa cayeran másmigajas en las bocas de los pobres, y algunos, al pensar en esta gran injusticia,se preguntaban si no era mejor prescindir incluso de estas migajas. John Connolly 2012

La persona en situación de desempleo puede estarlo por distintas circunstancias, según explican los manuales y algunos malos artículos académicos: porque quiere cambiar de trabajo, porque tiene un determinado coste de oportunidad en relación a trabajar, porque así maximiza su función de utilidad que al fin y al cabo es la representación matemática de su orden de preferencias, porque prefiere el ocio, porque la empresa en la que trabajaba ha cerrado o ha reducido personal o la ha despedido directamente...Todo una muestra de subterfugios aparentemente sofisticados que se suelen aducir para "explicar" el paro. Para explicar una situación en la que la inmensa mayoría de la gente parada lo está por la última"circunstancia": despido directo, cierre de la empresa o reducción de personal. Las otras posibilidades son anecdóticas desde el punto de vista cuantitativo, pero sirven para llenar manuales, artículos académicos, y aún más, para montar tertulias y programas televisivos. Más consecuencias sociales que estas astracanadas explicativas del paro tiene todavía la culpabilización de las personas que sobreviven mediante algún subsidio o prestación públicos. Entonces las pseudoexplicaciones académicas ya dejan lugar al insulto y al desprecio: se trata de escoria o de vagos o de fracasados ​​o de poco ambiciosos (aunque se pueden encontrar más variantes sobre la misma idea). Se trata de lo que con excelente base documental el joven investigador Owen Jones ha bautizado como "demonización de la clase obrera".

En contraste, los que no son "clase obrera" porque supuestamente pertenecen a una mítica clase media tan vaporosa conceptualmente que nadie sabe definir coherentemente, o ¡mejor aún! porque forman parte del grupito de los más ricos, son tipos que han hecho méritos para estar donde están. Así como los que tienen que vivir de algún subsidio son gente vaga o fracasada o poco ambiciosa, "ellos", los de la clase media y los ricos serían, en contraste, gente trabajadora, exitosa y ambiciosa. Son multitud los académicos y políticos (los tertulianos, grupo que no excluye a políticos y académicos, son poco más que una evidencia permanente de que la ignorancia es atrevida) que han hecho declaraciones para intentar convencer a la población de que los más pobres y más débiles son los responsables de la mayoría de sus males. Según esta fantasía tan extendida, los ricos lo son porque han hecho méritos para serlo. Estos apologetas del mérito plutocrático no dudarán ni un instante que debe formar parte de la laboriosidad el hecho según el cual, informa la Agencia Tributaria, si antes de la crisis en el año 2007 había 233 personas con una base imponible patrimonial de más de 30 millones de euros, en el 2012 ya eran 443 las personas tan ricas. Casi el doble, crisis de por medio, no es poca cosa. No hace falta ser un estricto partidario de la sentencia según la cual detrás de toda fortuna hay un crimen (y si no es evidente es porque no se ha investigado con detenimiento), para constatar la sequía de estadísticas que sostienen la correlación riqueza-mérito. En muchos casos las correlaciones más consistentes son de otro tipo: riqueza-corrupción, riqueza-fraude fiscal, riqueza-herencia, riqueza-robo, o una combinación de todas ellas.

Es un deporte muy extendido entre las clases más ricas y los intelectuales a su servicio: culpabilizar a la gente que vive de un subsidio. Estos campeones supuestos del mérito y de la lucha contra los fracasados ​​y aprovechados que viven de los subsidios públicos no son exclusivos de una nación en particular, los podemos encontrar en cualquier lugar. En Cataluña, una de las primeras medidas del gobierno Mas fue realizar una ofensiva contra los que vivían de forma supuestamente inmerecida de la miseria de renta para pobres que la Generalitat otorgaba. Costó más dinero el control que se hizo que el escaso ahorro que supuso la miseria monetaria de los pocos desgraciados que descubrieron en situación irregular. Por la misma época, Durány Lleida, este político reaccionario que combina lo esperpéntico y lo ridículo, hizo referencias a los que cobraban subsidios e "iban a los bares" andaluces. En el Reino de España, políticos del PP han culpabilizado a los pobres, especialmente los que tienen derecho a un subsidio, de serlo. Pero en esto, como decía, no hay muchas diferencias con otros lugares. Para poner uno de los muchos ejemplos a mano. John Ward es un concejal del partido conservador en Kent que declaró: "hay cada vez más razones para la esterilización obligatoria de todos aquellos que tengan un segundo hijo -o tercero, etc.- mientras cobren prestaciones sociales". Tema este de la esterilización de los pobres que no es precisamente innovador. La idea de esterilizar a los pobres tiene maníacos ilustres. Thomas Nixon Carver fue catedrático de política económica en la Universidad de Harvard entre 1902 y 1935 y también presidió en 1916 la American Economic Association (presidentes de esta institución han sido economistas, entre otros, Kenneth Arrow, Amartya Sen, Wassily Leontief, James Tobin, John Kenneth Galbraith…). Este académico de Harvard, que vivió muchos años (1865-1961) y que formó parte del primer grupo de economistas que asesoró profesionalmente al Partido Republicano, defendió en numerosas ocasiones que, para luchar contra el paro y la pobreza (sic), había que esterilizar a los "palmariamente ineptos". De esta manera, según este tipo, el grupo “inepto” no se reproduciría ni, por tanto, perpetuaría su estirpe. Por "palmariamente ineptos", Thomas Nixon Carverse refería a los que no lograban un ingreso anual de 1.800 dólares. En los años 30 del siglo pasado, este criterio significaba aproximadamente el 50% de la población de los EEUU, unos 60 millones de personas. Una castratio plebis sin complejos.

Muchos más recientemente, a mediados de 2013, la australiana Gina Rinehart, considerada una de las mujeres más ricas del mundo, si no la que más, defendió su propuesta para combatir la crisis económica en Australia: "Evitando que los pobres procreen, podemos crear una nueva clase de australianos inteligentes, trabajadores y bien pagados que forjarán nuestro futuro económico".

Pero mi ejemplo preferido de desprecio a los que viven de un subsidio público, quizás por la parte en que estoy implicado, es el que suministró en su momento el actual gobernador del Banco de España. En el año 2001, Luis. M Linde escribió en la Revista de Libros una larguísima reseña de mi libro El derecho a la existencia. Sin poder entrar aquí en los diversos aspectos de su crítica, el título era magnífico como perfecto ejemplo de la culpabilización a laque estoy haciendo referencia: "¡Todos al subsidio!" En la breve respuesta que escribí unos meses después en la misma revista decía: "el título-consigna ya es toda una declaración de intenciones: «¡Todos al subsidio!» viene a ser algo así como: «¡A vivir todos del cuento!». O «¡Qué bueno que esvivir sin hacer nada gracias al Estado!»." 13 años después no es necesario añadir nada más.

Lo que en ese libro, editado en 1999, defendía y con el que tan en desacuerdo estaba el hoy gobernador del Banco de España, era una asignación monetaria universal a toda la población, una medida conocida como renta básica (RB). Esta propuesta ya forma parte de los programas de algunas candidaturas electorales de las pasadas elecciones al parlamento europeo. Unas lo hicieron de forma clara y competente,  otras más confusamente, pero muchas candidaturas a la izquierda del PSOE defendieron sus programas la RB en dichas elecciones: Podemos,Bildu, Anova, IU-ICV, Equo... La RB, entendida como derecho a la existencia de toda la ciudadanía y de las personas residentes, es una propuesta que mucha gente, especialmente a partir de las consecuencias para la inmensa mayoría de la población no rica que están teniendo las políticas económicas impuestas desde el inicio de la crisis, está asumiendo. Una parte de la ciudadanía cada vez mayor ve a la RB como una medida que vale la pena defender. Como mereció también defenderse la "descabellada" idea que representó en determinados momentos históricos el sufragio universal para todos los hombres y mujeres, independientemente de su condición social, religión (si alguna) y sexo. La RB está llamada a abrirse paso entre todas las personas interesadas ​​en propuestas que garanticen el derecho a la existencia a toda la población. Como dijo el gran revolucionario Thomas Paine, no es caridad lo que se pide, es justicia.

(Una versión algo más corta de este artículo fue publicada en catalán en la revista mallorquina L’altra mirada: http://laltramirada.cat/l-altra-mirada/l-altra-mirada-31-setembre-2014/esterilitzar-els-pobres-si-pero.html)

Daniel Raventós es profesor de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona, miembro del Comité de Redacción de sinpermiso y presidente de la Red Renta Básica. Es miembro del comité científico de ATTAC. Su último libro es ¿Qué es la Renta Básica? Preguntas (y respuestas) más frecuentes (El Viejo Topo, 2012).

 

Traducción para www.sinpermiso.info: Roger Tallaferro

www.sinpermiso.info, 14 de septiembre de 2014

Fuente:
http://laltramirada.cat/l-altra-mirada/l-altra-mirada-31-setembre-2014/esterilitzar-els-pobres-si-pero.html

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