Gabi Horak
06/01/2008"Ecología y feminismo van inextricablemente unidos"
En la gran Conferencia sobre el Cambio climatico de la ONU en Bali algo se ha movido. Se ha tratado, claro es, de un compromiso entre la política, la economía, la diplomacia y las ambiciones personales de poder. Pero, por vez primera, la Conferencia y las medidas allí discutidas han sido observadas por una delegación propia de las mujeres, que han trabajado con el objetivo de que se tome en serio la justicia de género también en la protección climática.
Desde hace unos años, las organizaciones de mujeres se han comprometido a que los aspectos de género sean tomados más resueltamente en cuenta en la política climática. En Bali participó activamente la Red, creada a ese fin, genderCC (Women for Climate Justice), Red apoyada también por el programa de desarrollo de la Naciones Unidas (UNDP). Así pudieron financiarse, entre otros, los costes de viaje de siete mujeres procedentes de los países en vías de desarrollo. Porque en la conferencia climática tenían que estar presentes las perspectivas de mujeres de todo el mundo.
Las mujeres perciben más el cambio climático
La participación de la Red en la Conferencia climática fue coordinada por la organización alemana Género, Medio ambiente y Sostenibilidad (GENANET, por sus siglas en alemán). Desde hace años, GENANET se dedica a la justicia de género en asuntos relacionados con la protección del medio ambiente y del clima. En su orden del día está también el trabajo de lobby en las conferencias climáticas, que ahora cosecha sus primeros frutos, como se ve en los discursos de políticos y políticas y en las discusiones internas.
En muchos sitios, las mujeres se ven harto más vivamente afectadas por los efectos del cambio climático que la población masculina. La región africana del Sahel, por ejemplo, experimenta períodos de sequía cada vez más prolongados y duros. Las fuentes acuíferas están cada vez más alejadas, el combustible de madera es cada vez más escaso y tiene que transportarse, como el agua, kilómetros y kilómetros: y lo hacen las mujeres, que son las que se ocupan de la alimentación familiar.
Las mujeres producen en el mundo la mitad de los medios alimentarios, pero sólo poseen un uno por ciento de la tierra. "Ellas y sus familias resultan vivamente afectadas, cuando las temporales causados por el cambio climático destruyen, por ejemplo, las cosechas, y no tienen demasiadas posibilidades de sobreponerse a ello, declara Ulrike Schelander, gerente de la organización solidaria Care Österreich. Y el experto de Care, Charles Ehrhart: Los cambios hacen cada vez más difícil a los más débiles de la sociedad, a las mujeres y a los niños, mantener su derecho a la alimentación, al agua, o a la salud. Por eso el cambio climático no es sólo un asunto medioambiental. Es también una cuestión de derechos humanos."
También las causas tienen especificidad de género
Los efectos del cambio climático tienen aspectos notablemente específicos de género también en los países ricos de la Tierra, entre otras cosas porque también en ellos está en manos de mujeres la preparación de la alimentación.
En la agricultura austriaca trabajan muchas mujeres, pero los modos de trabajo y las tradiciones llevan todavía una impronta masculina, declaró, por ejemplo, la premiada investigadora de clima Helga Kromp-Kolb en una entrevista para an.schläge. Las causas del calentamiento climático tendrían también especificad de género: "La contaminación de la atmósfera con substancias dañinas no es específica de género, pero si quiero saber algo sobre la emisión de substancias dañinas o si me pregunto quién la causa, entonces ya no me resulta indiferente".
El Club de Automovilistas de Austria (VCÖ, por sus siglas en alemán) ha constatado que, en sus desplazamientos, las mujeres son más respetuosas con el medio ambiente: hacen más de la mitad de sus desplazamientos cotidianos a pie, en bicicleta o en transporte público. Los hombres utilizan el automóvil en el 65% de sus desplazamientos, causando así, según el VCÖ, unos dos millones de toneladas más de CO2 que las mujeres.
A parecidos resultados llega también la Red alemana GENANET al poner en común sus distintas investigaciones al respecto. La diferente movilidad puede explicarse, por un lado, por el hecho de que la mayoría de los hombres poseen o usan el utilitario familiar. Por otro lado, los desplazamientos de hombres y mujeres tienen distintos objetivos: de acuerdo con estudios alemanes, la mitad de las gestiones realizadas por las mujeres tienen que ver con el trabajo doméstico y las labores familiares, mientras que una parte parecidamente alta de los desplazamientos de los hombres son desplazamientos de prestación de servicios.
Consciencia y comportamiento ambientales
Muchos de los resultados a que llegan las investigaciones de GENANET apuntan a una mayor consciencia ambiental de las mujeres, lo que no deja de tener consecuencias en el comportamiento de consumo. Los bioproductos son comprados mayoritariamente por mujeres, que son más conscientes de los problemas de salud y reciclaje.
En Finlanda se realizan periódicamente encuestas sobre el uso de energía nuclear. Resultado: la utilización a largo plazo de la energía nuclear sólo recibe el apoyo del 14% de las mujeres, pero del 46% de los hombres. Cuanto más instruidas las mujeres, tanto más negativa es su opinión sobre la energía nuclear. La experta en cambio climático Kromp-Kolb da razón de ese escepticismo: "Para la protección climática serán decisivos los próximos 10 años, de aquí que el sector de la energía nuclear esté concebiblemente en mala posición". Los tiempos para que un reactor de energía nuclear entre en funcionamiento son demasiado largos, y eso sin tomar en cuenta otros contra-argumentos, como la falta de seguridad y el irresuelto problema del destino de los residuos de las centrales nucleares.
Mas, por elevada que sea la consciencia medioambiental de las mujeres en el ámbito privado, lo cierto es que la gestión empresarial de los grandes grupos energéticos y los cargos de decisión política están abrumadoramente en manos masculinas.
Las mujeres juegan además un papel esencial en la aparición de movimientos medioambientales. Por ejemplo, Rachel Carson, cuyo libro La primavera muda, que data de los años 60, llamó la atención sobre la introducción de pesticidas en la agricultura e impulsó un movimiento medioambiental unitario en EEUU. Otra importante activista es Vandana Shiva, que obtuvo en 1993 el Premio Nóbel alternativo por su compromiso. Fundó un instituto propio de investigación en la India, y está vigorosamente comprometida con el mantenimiento de la biodiversidad y con los derechos de los campesinos y campesinas frente a las grandes trasnacionales agrícolas. Ecología y feminismo van inextricablemente unidos.
Un sinfín de proyectos
Hoy tenemos un sinnúmero de redes y proyectos en todo el mundo comprometidos con la justicia de género en la política climática. Por ejemplo, la red fundada ya en 1988 en Gran Bretaña Women's Environmental Network" (WEN). Junto con otras organizaciones, WEN junta por Internet firmas para su Manifiesto sobre el Cambio Climático: exigen en él una participación en pie de igualdad de hombres y mujeres en los procesos de toma de decisiones sobre política climática, inversiones en energías renovables, productos más responsables medioambientalmente y objetivos más estrictos en la reducción de las emisiones de CO2.
La Comisión Europea ha apoyado entre 2003 y 2005 el proyecto Climate for Change". Fue también el primer proyecto de género" de la Alianza de Ciudades Europeas por el Clima: en cooperación con ciudades de cuatro países europeos, se investigó la situación de las mujeres en la protección del clima municipal. Se reunieron en un toolkit todos los hechos, argumentos e instrumentos para la promoción de las mujeres, así como un control de género, para una primera estimación. Se puede encontrar en alemán, inglés e italiano en esta página web: www.climateforchange.net.
Gabi Horak es una analista y activista política austriaca que escribe regularmente en la revista feminista vienesa an.schläge.
Traducción para www.sinpermiso.info: Amaranta Süss