"El euro tiene graves defectos de origen en su creación, hay que corregirlos". Entrevista

Richard Koo

13/11/2011

Manel Pérez entrevistó para el diario barcelonés La Vanguardia a Richard Koo, el economista jefe de Nemura, uno de los mayores conglomerados industriales y financieros del Japón.

Después de una larga recesión, ¿cuál es ahora la situación de la economía japonesa?

No es una economía normal todavía, tiene un problema de salida de la crisis. Las compañías han saneado sus balances, pero han padecido una experiencia tan dolorosa que no quieren pedir crédito. Terminaron de reconstruir sus balances en el 2005, han pasado seis años y siguen sin endeudarse. Ese es el trauma. En Estados Unidos, la gente que vivió la Gran Depresión siguió sin pedir crédito hasta su muerte.

¿Cuál es la diferencia temporal entre la crisis japonesa y la de Europa o EE.UU.?

Si se miran los precios de la vivienda en EE.UU. y lo que pasó en Japón, las gráficas coinciden perfectamente con 15 años de diferencia.

¿Es inevitable repetir la experiencia japonesa?

Sería muy triste, por eso estoy explicando mi punto de vista. El error japonés se produjo en 1997, con el primer ministro Ryutaro Hashimoto, que intentó reducir el déficit público cuando el sector privado estaba aún desapalancándose. Y ahora veo que todos los gobiernos de la eurozona y el de EE.UU. y el del Reino Unido hacen lo mismo. Eso prolongará la recesión. Si se evitase ese error, la recesión en esta parte del mundo sería mucho más corta que en Japón.

Usted dice que estos países tienen ahorros que superan sus déficits. Pero las primas de riesgo del sur de Europa suben, no parece posible en estas condiciones hacer políticas fiscales expansivas.

Cierto, pero este no es un problema de la crisis mundial, es un problema de la eurozona. En el Reino Unido, Estados Unidos y Japón tienen altos déficits públicos y el sector privado se está desapalancando, no pide créditos. Si un gestor de fondos tiene que invertir y quiere garantías y no quiere riesgo de cambio lo único que pueden comprar es deuda pública, y por eso los tipos caen a niveles muy bajos. Pero en la eurozona no sucede porque pueden comprar bonos de cualquier país de la zona y todos van hacia Alemania, con lo que el ahorro acaba saliendo del país que lo genera. España o Irlanda están generando ahorro pero el dinero se va a Alemania, o Holanda. Este es el motivo por el cual están financiándose a tan bajo interés. Si estos invirtieran en toda la eurozona, o lo hicieran de forma que tuviera efecto en toda ella, no habría problema, pero el dinero se queda inmovilizado en Alemania u Holanda. Por eso retroceden las economías del sur. Y deben pagar más intereses. Este es el problema de la zona, cuando hay una burbuja, acude el dinero, pero cuando la burbuja estalla y la economía entra en recesión de balance, el dinero se va. Son flujos que desestabilizan y se deben detener.

¿Qué puede hacer el BCE para rectificar estos flujos?

El banco central solo no puede detener este proceso. Por eso sugiero que en la eurozona cada país miembro adopte la norma de que sólo puede emitir deuda para sus propios ciudadanos. Los ahorros españoles no podrían comprar bonos alemanes o los bancos alemanes no podrían comprar bonos españoles. Ahora la situación es que la deuda de los países de la eurozona está repartida fuera del país de origen y por eso esta norma no se podría aplicar ahora. Pero se podría establecer que no entrara en vigor hasta dentro de diez años. La UE y el BCE podrían trabajar conjuntamente para la entrada en vigor de una norma de ese tipo. Creo que después la eurozona sería más sólida y segura porque los problemas fiscales quedarían limitados a cada país; si Grecia suspende pagos, solo afectaría a los griegos. Así las instituciones europeas no se verán obligadas a tratar cada semana los problemas fiscales de un país distinto.

¿Y qué pasa con el stock de deuda ya existente?

Durante estos diez años de transición, si el BCE y la UE adoptan esta solución para el euro, darían nueva vida al euro porque el problema ahora es que no hay una solución final. La UE y el BCE podrían reconocer que los problemas que enfrentan los países del sur requieren políticas fiscales más activas y podrían dejarles más margen con el déficit, apoyándoles. Con esa bendición, y el fondo de rescate, los mercados de bonos se tranquilizarían. Y con los estímulos esas economías mejorarían. En diez años ese problema no se repetirá.

¿Y la libertad de movimiento de capitales y los tratados de la Unión Europea?

El euro no es una creación económica natural y cuando se creó nadie pensó en situaciones como esta. Desafortunadamente ha llegado la crisis y ahora hay una situación que ha puesto de manifiesto defectos en el proyecto, por eso hay que corregirlo.

Richard Koo es el economista jefe de Nemura, uno de los mayores conglomerados industriales y financieros del Japón.

Fuente:
La Vanguardia, 11 noviembre 2011

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