Grecia: Las elecciones europeas y Syriza. Dossier

Alexis Tsipras

Ilias Nikolakópulos

Andreas Karizis

25/05/2014

 

 

Este dossier consta de tres textos escritos por Alexis Tsipras, Ilias Nikolakópulos y Andreas Karitzis

 

El dilema es bien sencillo: o izquierda o austeridad

Dirigente carismático de Syriza desde 2008, Alexis Tsipras, que cumplirá 40 años dentro de dos meses, antiguo ingeniero civil y antaño miembro de las juventudes comunistas, es también el candidato de la izquierda de la izquierda europea (Die Linke, Front de Gauche, Grupo de la Izquierda Unida y Verde Nórdica…) para el puesto de José Manuel Barroso, presidente de la Comisión Europea. Detalla para el semanario francés Marianne los objetivos de su formación en declaraciones recogidas por Alan Léauthier.

Marianne : En este mes de mayo tres elecciones reclaman a los electores griegos. ¿Cuál es el eje común de su campaña?

Alexis Tsipras: La necesidad de cambio, pues el Memorándum [la política de rigor y reformas de la competitividad impuestas por la troika a cambio de los préstamos concedidos] ha transformado una crisis fiscal en otras dos crisis paralelas, humanitaria y medioambiental. Así, las políticas llamadas de «devaluación interna» [para rebajar costes sociales y precios] han tenido también como consecuencia debilitar todas las palancas de las administraciones descentralizadas. Debido al descenso de la fianciación, las autoridades locales o regionales ya no pueden garantizar funciones tan básicas como la propiedad, el mantenimiento y la protección del medio ambiente. Necesidad de cambio, por tanto, pero también de un programa para ponerlo inmediatamente en marcha. Para reemplazar el Memorándum, Syriza ha elaborado un plan social y económico de reconstrucción dinámica de nuestro país del que son portadores en cada escalón nuestros candidatos en las tres citas electorales.

Y todos insisten mucho en la indispensable cooperación entre los ciudadanos, pero también entre los países miembros de la UE…

A causa del Memorándum de mayo de 2010 Grecia se ha convertido en fuente de negatividad para toda Europa. La llegada del pueblo griego y de Syriza al poder, por el contrario, permitirá que el país pueda transformarse en actor positivo del cambio a escala continental. Nuestro objetivo consiste en acabar rápidamente con la política de austeridad y solventar el problema de la deuda mediante una conferencia europea consagrada a los medios para lograrlo colectivamente. Esto concierne a todos los pueblos europeos, independientemente del lugar en el que vivan, y de que uno se oponga o no a la austeridad. Concierne también a todos los países afectados por un problema de sobreendeudamiento, incluida Francia, cuya deuda pública sobrepasa el 90 % y está al nivel de la de España.

No obstante sus compromisos europeos, ciertos observadores consideran que Syriza sigue siendo ambigua de algún modo en toda una serie de cuestiones : salida de la zona euro, anulación unilateral de la deuda o planes de ajuste estructural…

Respecto a los planes de ajuste de nuestra economía, seamos claros: es un asunto interno de una nación europea democrática y soberana. Europa debería tener algo que decir sobre los objetivos presupuestarios, no sobre los medios para alcanzarlos. Siendo este el caso, ¿hay que repetir que Syriza no ha deseado ni contemplado jamás que Grecia abandone el euro, del mismo modo que no tenemos intención de anular unilateralmente la deuda de nuestro país? Bien al contrario, puesto que proponemos la conferencia europea que he mencionado anteriormente para solventar de manera definitiva y consensuada el problema. En la zona euro somos socios iguales. Y Syriza hará que se oiga la voz del pueblo griego en Bruselas. Tal vez eso le desagrade a la señora Merkel y sus aliados, sobre todo, entre nosotros, a Antonis Samaras y Evangelos Venizelos [primer ministro de Nueva Democracia y viceprimer ministro del Pasok respectivamente] , pero ya es hora de que se preocupen por ello.    

¿Cómo calcula usted reducir en la práctica los déficits públicos ? ¿Con la máquina de hacer billetes ? ¿En contradicción con los tratados de la Unión? Y ¿con qué aliados en Europa ?

Sólo el crecimiento permitirá reducirlos de manera duradera. Y precisamente por esta razón de ajuste presupuestario es por lo que queremos terminar con la austeridad en beneficio de una política de relanzamiento del consumo  interno y de inversión pública. Respecto al fondo de la cuestión, en un pasado reciente Margaret Thatcher parecía todopoderosa e invencible en Europa. Pero fue vencida precisamente por su política europea. A menos que muestre un poco de pragmatismo, la misma suerte le espera a Angela Merkel. En todo caso, si Syriza está en el gobierno, no podrá ella seguir imponiendo austeridad a toda Europa. Es todo una cuestión de relación de fuerzas políticas en el tiempo. Y por eso insistimos tanto en el hecho de que en las próximas elecciones vamos a votar literalmente sobre nuestro futuro. El dilema es bien sencillo : o izquierda o austeridad. Cada voto a los conservadores, los liberales o los socialdemócratas se interpretará políticamente como una aprobación de la austeridad. Y esto afectará de la peor de las maneras a dos generaciones, la nuestra y la de nuestros hijos.    

Alexis Tsipras, dirigente de Syriza, es candidato a la presidencia de la Comisión europea por el Partido de la izquierda Europea (PIE)

 Marianne, 9-15 de mayo de 2014

Por qué Syriza no es una formación totalmente madura

El próximo 25 de mayo se celebran en Grecia no sólo las elecciones al Parlamento Europeo sino la segunda vuelta de los comicios municipales y regionales en los que Syriza aspira a superar a los dos partidos que forman la actual coalición gubernamental, Nueva Democracia y el Pasok. Ilias Nikolakópulos, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Atenas explica las razones del éxito de la formación dirigida por Alexis Tsipras en una entrevista realizada por Alan Léauthier para el semanario Marianne.  

Marianne: ¿Es Syriza un ovni en el paisaje político griego?

Ilias Nikolakópulos: La verdad es que no. Hay una fuerte tradición de izquierda muy antigua en Grecia que se remonta, antes incluso de la dictadura de los coroneles, a los años 40. Hemos tenido siempre la doble expresión de una izquierda comunista prosoviética y, paralelamente, otra corriente, más despegada del marxismo-leninismo puro y duro. Tras la dictadura, el PS griego, el Pasok se convirtió en fuerza dominante, imponiendo un socialismo populista y clientelista, y que tenía a su izquierda, por un lado, a un PC prosoviético y ultradoctrinario, más intransigente, por ejemplo, que el PC portugués, pero también a un pequeño partido renovador, débil pero muy dinámico. Syriza viene de ahí, es una coalición entre gente cercana que podría asemejarse al PSU francés de los años 60 y a los eurocomunistas excluidos del PC griego (el KKE), coalición que dio lugar a Synaspismos, y luego a Syriza, con otros aportes. 

¿Cómo explicar su éxito en las legislativas de 2012 [26% de los votos] y su actual peso?

Se explica ante todo por el declive histórico del Pasok. Muchos de sus electores votaron a Syriza por defecto, por hastío. Pero esto no convierte todavía a Syriza en una formación madura y asentada de modo perdurable. El partido reivindica hoy 30.000 militantes, lo que supone en conjunto bastante poco cuando se representa a 1,6 millones de electores…

Alexis Tsipiras afirma que no hay más que una sola Syriza…

No hay más que una sola Syriza, pero con marcadas corrientes. Al lado de la mayoría, cercana a la izquierda radical-democrática y que privilegia la continuidad dentro de la Unión Europea, existe, bajo la batuta de Panayiotis Lafanzanis, una tendencia abiertamente euroescéptica, favorable a una salida de la eurozona y a una alianza con el KKE. Entre ellos no todo se desarrolla en la más perfecta armonía y las dos corrientes se han enfrentado con bastante dureza durante la confección de las listas para las elecciones municipales.

¿Con qué consecuencias?

Son dobles. En primer lugar, en la imagen que da la formación, la de un partido que practica el doble discurso, sobre todo en la cuestión central de Europa. La división afecta luego directamente a la estrategia de Syriza. Para superarlo, el partido tiene necesidad en muchos lugares de ampliar su base electoral. Aunque no esté asegurada su victoria, Rena Dourou lo ha conseguido en la batalla regional por el control del Ática [la región que rodea a Atenas, con un tercio de la población y de los recursos del país]. Se ha rodeado de gente competente y encarna una corriente moderna y abierta. Dimitris Daskalopulos, presidente de la Unión de Industriales griegos, no ha dudado ern ponerse a su lado. El candidato de Syriza a la alcaldía de Atenas, Gavzilis Sakelazides, tiene un perfil semejante. Pero ese no es el caso en todas partes, ni mucho menos.  

¿Que venciera en el Ática marcaría un punto de inflexión para Syriza ?

En todo caso, es una apuesta de envergadura. Rena Dourou tiene sobre sus espaldas una parte del futuro de Syriza. Convertirse en el primer partido de Grecia como resultado de las elecciones europeas no cambiará verdaderamente la situación a corto plazo. Pero si eso se acompaña de la gestión de una región tan importante constituirá una victoria importante.   

Aparte del calendario electoral, ¿qué es lo que puede impedir que Syriza se convierta rápidamente en partido de gobierno?

Sus ambigüedades persistentes debido a la heterogeneidad del bloque presidencial que rodea a Tsipras, la tentación izquierdista, siempre viva en algunos. Para superarlas, una victoria de Rena Dourou, conjugada con la derrota de un cierto número de candidatos «izquierdistas», como en Heraklion, por ejemplo, son indispensables. Eso modificará el equilibrio de fuerzas en el interior del partido, precisamente en el sentido de una mayor credibilidad. En realidad, Syriza no puede convertirse en partido de gobierno más que a condición de aceptar una alianza con Izquierda Democrática [centro-izquierda, 6% de los votos en 2012], es decir, quienes abandonaron Synaspismos sobre bases socialdemócratas en 2010. Y todavía no hemos llegado a eso…

Ilias Nikolakópulos es profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Atenas y un reconocido comentarista de la actualidad política griega.

 

Marianne, 9 de mayo de 2014

Hay que darle

la vuelta a la situación

Esta entrevista con Andreas Karitzis, miembro del Comité Central de Syriza, se celebró poco antes de la primera vuelta de las recientes elecciones regionales y municipales. La realizó Alain Léauthier para la revista Marianne.  

Marianne: ¿Por qué las elecciones regionales, sobre todo en Ática, parecen más importantes para Syriza que las elecciones europeas?   

Andreas Karitzis: Tenemos ya numerosos concejales y alcaldes, pero es la primera vez desde nuestra creación en 1991 en que estamos, acaso, en condiciones de controlar una región que representa casi un tercio del PIB nacional. Son, desde luego,elecciones locales, pero que tendrán resonancia nacional. Este país sufre una grave crisis democrática debida sobre todo a comportamientos muy antiguos de los actores de la vida política. Queremos y tendremos que mostrar en el Ática que se puede restaurar la ética, que los apaños entre partidos, élites y medios no son una fatalidad. Hay que darle la vuelta a la situación, recuperar un margen de maniobra para decidir en las políticas energéticas, financieras y de infraestructuras. El Atica tiene las dimensiones necesarias para servir de ejemplo. 

¿Cuáles serán sus ejes de trabajo si lo consiguen?

Antes que nada, afrontar localmente la crisis humanitaria que ha engendrado el plan de austeridad impuesto por la Troika y que el gobierno de coalición ha aplicado más allá de lo que se le exigía. La política social, la sanidad, las respuestas a las necesidades más básicas como la acogida a los sin techo, deben estar en el centro de nuestra estrategia. Eso puede parecer banal, y por otro lado, todos los partidos en liza tienen su cantinela social, siendo tan dura la crisis. Para nosotros, se trata de una prueba de primer orden. Se trata menos de prometer no escatimar que de comprometernos a poner lo mejor de nuestra parte para resolver problemas concretos, no en un día o una semana sino en los cinco años próximos.

¿Cómo hacer de una gestión local la matriz de un proyecto nacional?

Aplicando por ejemplo al pie de la letra textos, reglamentos y decretos europeos, constantemente violados en la gestión actual de la región. Este es el caso en materia de tratamiento de residuos, por ejemplo. Pero podemos idear también instrumentos monetarios locales que nos permitan esquivar la política de austeridad destructiva. Pensamos también en bancos cooperativos susceptibles de recoger toda clase de ingresos, sobre todo fondos europeos para ayudar a las pequeñas empresas que son yacimientos de creación de empleo. Nos hace falta relanzar a toda costa la producción en el Ática, pero también terminar en la práctica con la idea de que los servicios públicos han de reducirse a su mínima expresión. El poder neoliberal quiere privatizarlo todo, incluida la educación y, sobre todo, la enseñanza superior. Ahora bien, la educación es un bien público que pertenece a todos.  

Syriza en el gobierno sería un espantajo para los inversores y las multinacionales, afirman sus oponentes…

Gracias a las multinacionales, y a quienes están a su servicio, tenemos en este país un paro que roza el 60% en ciertos estratos juveniles…No se puede construir una sociedad madura y autónoma sobre la dependencia de empresas como Cosco [multinacional china que se ha hecho con una parte de las actividades portuarias del Pireo] practicando sistemáticamente el abaratamiento social. La competencia salvaje, la competición sistemática siguen siendo por ahora la ideología dominante. Y destructiva.  

Queremos substituirla progresivamente por los conceptos de cooperación solidaria, de mutualización de los recursos y llevar a cabo una política de independencia económica. Habrá que ser claros, explicar que no tenemos nada mejor que proponer en lo inmediato. Eso supone, y es fundamental, un cambio profundo de las mentalidades. Quizás nos veamos obligados a dar marcha atrás, a ajustar nuestras ambiciones a las constricciones de la realidad. Pero nada está todavía escrito. Pensemos en los neoliberales: en los años 70 formaban una secta sin gran poder, pero dejaron de probar y hoy dominan el mundo. La izquierda tiene también necesidad de una estrategia a largo plazo para imponer otra política.

Andreas Karizis es miembro del Comité central de Syriza y dirige el Grupo de Trabajo de Documentación Política de Synapismos.

Marianne, 8 de mayo de 2014

Selección y traducción para www.sinpermiso.info: Lucas Antón

Fuente:
Marianne, 8, 9 y 15 de mayo de 2014

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