Israel: cuando un país pretende combatir las guerras perdidas de ayer

Meir Margalit

20/07/2014

La actual escalada bélica que Israel esta llevando a cabo en Gaza es la prueba contundente de la derrota israelí en las guerras anteriores contra Hamas. El propósito explícito de Israel en cada una de las contiendas anteriores era destrozar a Hamas. Para aquellos que perdieron la cuenta, esta serie repetitiva de ataques tiene lugar intermitentemente desde 2001 y, para destacar solo algunas de sus últimas peripecias, podemos recordar el operativo "Invierno Caliente" en febrero 2008, con el saldo de 178 palestinos y 5 israelíes muertos; el operativo "Plomo-Fundido" en diciembre del 2008, con un saldo de 1.401 palestinos y 13 israelíes muertos; el operativo "Columna de Nube" en noviembre del 2012, con un saldo de 156 palestinos y 6 israelíes muertos. Al final de cada una de estas operaciones bélicas, Israel se jactó de haber cumplido su objetivo, de haber destruido la infraestructura militar del Hamas y, efectivamente, en cada una de ellas ha diezmado severamente al enemigo.

Pero, por obra del diablo, después de derrotar a Hamas tantas veces, este vuelve a levantar cabeza, como el mitológico fénix que resurge de las cenizas, e Israel vuelve al mismo punto de partida de la operación anterior. ¿Cómo es posible que después de tantas derrotas, Hamas vuelva a disparar sus misiles? Esta pregunta admite una sola respuesta: Hamas nunca ha sido derrotado, y todas las supuestas victorias israelíes no han sido mas que presunciones para consumo interno, fanfarronería sin base alguna.

Esto no implica que Hamas haya ganado hasta ahora la contienda: en este conflicto nadie gana. O mejor dicho, ¡o ganamos todos o perdemos todos por igual! Pero el ejercito israelí -todo ejército, por definición- es incapaz de aceptar esta visión, percibe cada misil que Hamas dispara como un golpe fálico, y lo vive con la frustración típica del guerrero que sale a matar y no logra cumplir su cometido. La decepción de quien no ha logrado cumplir su tarea los saca de quicio, les hace perder el juicio, los llena de ansiedad que exige revancha.

Por ello, en lugar de que el gobierno comprenda que la destrucción de Hamas es misión imposible, que Hamas no desaparecerá de Gaza, al igual que tampoco Israel desaparecerá del mapa, y que el conflicto con Hamas requiere una solución política en lugar de militar, después de cada operación castrada por la presión internacional, Israel comienza a buscar otra oportunidad para concluir la labor inconclusa.

Y, efectivamente, oportunidades no faltan: Hamas tampoco es un coro de santitos. Israel, y en particular sus fuerzas armadas, tienen la imperiosa necesidad de triunfar en una guerra imposible de ganar. De manera que el ejército nos conduce a otra guerra que sin duda concluirá como las anteriores: seguimos luchando las guerras perdidas de ayer.

Meir Margalit, cofundador del ICAHD, ha sido concejal del Ayuntamiento de Jerusalén y es miembro del Consejo Editorial de SinPermiso.

 

 

Fuente:
www.sinpermiso.info, 20 de julio de 2014
Temática: 

Subscripción por correo electrónico
a nuestras novedades semanales:

El responsable de tratamiento de tus datos es Asociación SinPermiso y la finalidad del tratamiento es hacerte llegar nuestras novedades. Puedes ejercer tus derechos en materia de protección de datos contactando con nosotros*. Para más información consulta nuestra política al respecto (*ver pie de página).