La industria farmacéutica: "sin lucro no hay investigación"

Gilles Godinat

01/02/2015

Ante el actual desastre sanitario causado por bacterias resistentes a los antibióticos, un primer informe de la OMS denunció en abril de 2014 la grave amenaza global. En Suiza, en diciembre de 2014, el Departamento Federal del Interior ha puesto en marcha una estrategia nacional para reducir la resistencia a los antibióticos. En el Sur, la India paga un precio muy alto por la negligencia de la industria farmacéutica, la falta de medidas básicas sanitarias y al daño provocado por una distribución sin control de antibióticos en la agroindustria.

Tras el descubrimiento de la penicilina en 1928 por A. Fleming, este ya se advirtió en 1945 del peligro de la resistencia bacteriana a esta medicina si se utilizaba ampliamente. Sin embargo, la terapia con antibióticos se ha extendido sin control en el campo de la medicina, con demasiadas prescripciones inadecuadas y un exceso de consumo en los países desarrollados (hay que recordar que en 1995, tres cuartas partes de la población mundial no tenían acceso que al 20% del mercado de antibióticos). Y, sobre todo, en el sector veterinario: más de la mitad de la producción mundial de antibióticos son administrados a los animales, sobre todo en la agroindustria. Por lo tanto, en todo el planeta, el agua dulce y los suelos se van contaminando gradualmente de residuos de antibióticos, lo que en gran medida contribuye al fenómeno de la resistencia a los antibióticos de las comunidades bacterianas por mutaciones genéticas.

En los años 80, los médicos han dado la voz de alarma ante este nuevo problema de salud pública en relación con las dificultades surgidas en los hospitales mismos, debido al crecimiento de las infecciones nosocomiales (enfermedades causadas por bacterias resistentes presentes en los centros sanitarios).

Los criterios de rentabilidad socavan la investigación de nuevos antibióticos

La industria farmacéutica ha disfrutado de una renta monopolista desde hace casi medio siglo, dejando gradualmente de invertir en la investigación de nuevas moléculas por razones económicas: para evaluar la calidad de una inversión, la industria farmacéutica utiliza  el Índice de valor actual neto (valor actual neto ajustado por riesgo / NPV) es decir, el valor de las ventas en relación con los costes de investigación y producción (G. Caronte, Canadá, 2004). Pero el mercado mundial de antibióticos (aprox. 30 mil millones / año) es menos rentable que los medicamentos para el tratamiento de las enfermedades crónicas, que tienen un NPV de tres a diez veces más jugoso, ¿por qué las grandes empresas farmacéuticas como Eli Lilly y Bristol-Myers-Squibb han detenido la investigación y el desarrollo de nuevas moléculas antimicrobianas a partir de 2001?. Esta falta de interés ha confirmado en los últimos quince años, el estancamiento de medios terapéuticos: durante casi cincuenta años, sólo ha habido pequeñas modificaciones exclusivamente en dos conjuntos de moléculas. Por lo tanto, la investigación en esta área está en un callejón sin salida.

Las bacterias resistentes se convierten en una amenaza mundial

La OMS nos recuerda que las enfermedades infecciosas son la segunda causa de muerte en el mundo, y la resistencia a los antibióticos una de las tres principales amenazas contra la salud. Un reciente artículo del New York Times (12/3/14) informaba del desastre sanitario en la India, consecuencia, entre otras razones, de la reducción de la eficiencia de los antibióticos, debido al creciente número de bacterias resistentes. De las 800.000 muertes anuales de recién nacidos, casi 60.000 son a causa de la resistencia a los antibióticos, y esta proporción sigue en aumento, según el Dr. P. Vinod, jefe de pediatría del Instituto Indio de Ciencias Médicas. El Dra. N. Kler, jefe de neonatología del Sir Ganga Ran hospital en Nueva Delhi, dice que "el 100% de los bebés que nos son enviados tienen infecciones resistentes a múltiples fármacos." Para el Dr. TR Walsch, profesor de microbiología en la Universidad de Cardiff: "La resistencia a los antibióticos es un tsunami", debido a "la terrible falta de instalaciones sanitarias, la sobrecarga y la falta de vigilancia en el uso incontrolado antibióticos". De hecho, más del 40% de los pollos consumidos en la India contienen residuos de antibióticos. En estudios recientes, el desastre se confirma: el 70% de las infecciones en los recién nacidos son resistentes a los antibióticos.

En el Norte, el fenómeno también está tomando formas alarmantes: en los EE.UU., el Centro de Prevención y Control de Enfermedades estima que en 2013 más de 2 millones de personas con infecciones tenían bacterias resistentes a los antibióticos. En Suiza, 70.000 personas están en la misma situación y 2.000 mueren cada año. En Europa, se registran 25.000 muertes al año por esta causa.

Una recuperación de la investigación farmacéutica privada con fondos públicos

Ante la proliferación de bacterias resistentes, según las más diversas asociaciones médicas, toda la medicina moderna, incluida la cirugía, se ve amenazada por la falta de antibióticos eficaces. En 2005, la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas publicó un libro blanco pidiendo una serie de medidas para impulsar la investigación de nuevos antibióticos, especialmente incentivos financieros. Solo se ha retenido la medida que más favorece a las farmacéuticas: extender la vida de las patentes para impedir la entrada de genéricos en el mercado. El argumento tiene dos debilidades: los antibióticos genéricos reducen el coste en el mercado e incluso disminuyen la rentabilidad de la industria farmacéutica a la hora de financiar la investigación; en segundo lugar, estos genérico ayudan a generalizar su utilización, cuando, por el contrario, se debería limitar.

A nivel europeo, el programa DRIVE-AB, financiado con 9,4 millones de euros por la Iniciativa Europea de Medicamentos Innovadores (IMI) reúne a un consorcio de socios públicos y privados, pilotado por la Universidad de Ginebra. Establecido en 2008, la IMI es la mayor asociación público-privada (PPP) en el mundo dedicada a las ciencias de la vida, con un presupuesto de 3,3 millones de dólares para el período 2014-2024. De acuerdo con el comunicado de prensa de 27/10/14, el programa tiene como objetivo "la definición de normas para el uso responsable de los antibióticos y experimentar nuevos modelos de negocios para promover la investigación y el desarrollo de nuevos fármacos activos contra las bacterias resistentes".

Investigar y producir medicamentos bajo control público

Los escándalos repetidos de las grandes farmacéuticas en los últimos años, estén relacionados con actividades económicas irregulares o incluso políticas de precios fraudulentas o anti-sociales (por ejemplo, las batallas en el Tercer Mundo para el acceso a los genéricos) o a la subordinación de la investigación y desarrollo de medicamentos al único criterio del beneficio económico a expensas de la medicación y tratamiento urgente que la gran mayoría de los seres humanos necesitan, sobre todo en los sectores de población menos favorecidos, tanto en el Sur como en el Norte, justifican la exigencia de un sector público en esta área prioritaria. Sólo así se superará la lógica mortífera del beneficio privado como único criterio para el mantenimiento y desarrollo de un bien común: nuestra salud.

Gilles Godinat es médico psiquiatra y psicoterapeuta en Ginebra y activista social por la medicina pública.

Traducción para www.sinpermiso.info: Enrique García

 

 

 

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