Tariq Alí
24/09/2006¿Fue accidental o deliberada la más reciente provocación de Benedicto? El bávaro es un clérigo reaccionario agudísimo. Un hombre que organiza su propia sucesión al papado con implacables purgas de disidentes potenciales y supervisa la selección de cardenales con gran esmero dejando poca cosa al azar.
Creo que sabía lo que estaba diciendo y porqué.
Elegir una cita de Manuel II Paleologos, no de los más inteligentes soberanos bizantinos, fue poco sincero, especialmente en la víspera de una visita a Turquía. Podría haber encontrado citas más eficaces y caseras. Quizás este fue su único homenaje a Oriana Fallaci.
Quizás.
El mundo musulmán con dos de sus países Irak y Afganistán directamente ocupados por tropas occidentales no necesita que el lenguaje de las cruzadas sea recordado. En un mundo neoliberal que sufre degradación medioambiental, pobreza, hambre, represión, un planeta de villas miseria (en la vívida frase de Mike Davis), el Papa elige insultar al fundador de la fe rival.
La reacción del mundo musulmán era predecible, pero deprimentemente insuficiente. La civilización islámica no puede ser encapsulada al poder de la espada. Fue el puente vital entre el mundo antiguo y la Europa renacentista. Fue la iglesia católica que declaró la guerra al Islam en la península ibérica y Sicilia. Expulsiones masivas, asesinatos, conversiones forzosas y una Inquisición sanguinaria para supervisar la Europa purgada y el enemigo protestante reformista.
La furia contra la herejía condujo al incendio de los pueblos cátaros en el sur de Francia. Los judíos y los protestantes buscaron refugio en el Imperio Otomano, un refugio que se les hubiera negado si Estambul hubiera seguido siendo Constantinopla. Esclavos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales. Pues es a Cristo a quien servís, dijo Pablo (Colosenses 3: 22-24) estableciendo una tradición colaboracionista que cayó de rodillas ante la riqueza y el poder y que alcanzó su apogeo durante la Segunda Guerra Mundial cuando la cúpula de la iglesia colaboró con el fascismo y no alzó la voz contra el judeocidio o la carnicería del frente oriental. El Islam no precisa lecciones pacifistas de esta iglesia.
La violencia no fue ni es la prerrogativa de una sola religión como atestigua la ocupación palestina de Israel. A lo largo de la Guerra Fría, el Vaticano, con raras excepciones, dio su apoyo a las guerras imperiales. Ambos bandos recibieron su bendición durante las dos guerras mundiales; el cardenal Spellman de Estados Unidos fue un guerrero destacado en las batallas para destruir el comunismo durante las guerras coreana y vietnamita. El Vaticano castigó después a los teólogos de la liberación y a los sacerdotes campesinos en América Latina. Algunos fueron excomulgados.
No todos los cristianos se unieron a las cruzadas, viejas y nuevas. Cuando el Papa Urbano lanzó las cruzadas, el rey normando de Sicilia rehusó enviar tropas entre las cuales los musulmanes sicilianos estarían obligados a luchar contra los musulmanes del este. Su hijo, Roger II, rehusó apoyar la segunda cruzada. Al hacerlo demostraron disponer de más valentía que los dirigentes de la Italia contemporánea, dispuestos de forma servil a unirse a las cruzadas imperiales contra el mundo musulmán.
Para estar seguros de tener razón en todas las cosas, dijo el fundador de los jesuitas Ignacio de Loyola, deberíamos siempre sostener el principio de que aunque vea blanco debería creer que es negro si la jerarquía eclesiástica así lo resolviera.
Actualmente muchos prelados católicos occidentales (incluido el bávaro del Vaticano) y los políticos del centro izquierda y centro derecha adoran al papa que vive en la Casa Blanca que les dice cuando lo blanco es negro.
Amen.
Tariq Ali es miembro del Consejo Editorial de SINPERMISO.
Traducción para www.sinpermiso.info : Daniel Raventós
Si le ha interesado este artículo, recuerde que sinpermiso electrónico se ofrece semanalmente de forma gratuita y considere la posibilidad de contribuir a mejorar el proyecto realizando una DONACIÓN