La huella de la extrema derecha en Madrid: revisionismo histórico y llamamientos a la represión

Ramón Górriz

José Babiano

Carlos Girbau

09/11/2019

El Ayuntamiento de Madrid y su peligroso revisionismo histórico

Ramón Górriz y José Babiano

El pasado 19 de septiembre, por iniciativa de varios europarlamentarios de extrema derecha, el Parlamento Europeo aprobó la resolución titulada «Importancia de la memoria histórica europea para el futuro de Europa». Se trata de una resolución reaccionaria que tergiversa la historia europea y oculta el antifascismo como valor fundante de la Europa democrática de la segunda postguerra. Una resolución que equipara nazismo y comunismo, como si el comunismo no tuviese una historia poliédrica que incluye la resistencia al nazifascismo y la lucha por la libertad en España, Portugal o Grecia, dictaduras que omite la resolución. La resolución del 19 de septiembre no es sino un subproducto tardío de la Guerra Fría. Un constructo de victoria imperial que ignora que en países como Hungría o Polonia se han puesto en pie políticas de glorificación de los colaboracionistas.

Basándose en esta ominosa resolución, el Portavoz del Grupo Municipal de Vox trasladó al Ayuntamiento de Madrid una proposición en la sesión del pleno del pasado 30 de octubre. Dicha proposición ha sido aprobada con los votos favorables de PP, Ciudadanos y Vox. En la exposición de motivos de la misma se menciona la paralización de la construcción de la estela conmemorativa de las 2934 víctimas fusiladas en las tapias del Cementerio del Este (actualmente de La Almudena, en Madrid) en los primeros años de la dictadura. La nueva corporación de derechas ha paralizado dicha estela con la patraña de que 335 de esos fusilados fueron «chequistas»; es decir, después de la condena de tribunales marciales sumarísimos de carácter ilegítimo, ocho décadas después, la mayoría de derechas de la corporación condena a las víctimas por segunda vez.

No es la única manipulación histórica. De igual modo, en la exposición de motivos aparece la mentira de que el régimen franquista no colaboró con el holocausto. En realidad, la negativa de Serrano Suñer, ministro de Exteriores, a reclamar a los cerca de 9.000 republicanos españoles en manos de los nazis, les condujo directamente a los campos de exterminio y a la mayoría de ellos a la muerte.

En la misma línea de tergiversaciones, se convierte a víctimas en verdugos, como en los casos de Largo Caballero –legítimo presidente del gobierno español desde septiembre de 1936 a mayo de 1937 y posterior internado en un campo nazi- o Marcos Ana, uno de los presos que más años de condena purgó en las mazmorras del franquismo desde su adolescencia.

En la parte resolutiva, la proposición establece la celebración del 23 de agosto como día de las víctimas del estalinismo y del nazismo, omitiendo el franquismo como régimen criminal. Establece asimismo la celebración del 10 de mayo, fecha de la llegada del diplomático franquista Sanz Briz a Budapest, quien salvaría a una cantidad muy importante de víctimas judías de su fatal destino durante la Segunda Guerra Mundial.

El ayuntamiento también resuelve difundir el mapa de «checas» de Madrid, como si esos centros de detención no fuesen reutilizados en 1939 para encarcelar a miles de madrileños por el simple hecho de defender el régimen legitimo y legalmente constituido que fue la Segunda República, por ostentar un cargo político en la administración municipal o por pertenecer a un sindicato o a un partido de izquierda. La proposición aprobada menciona en un par de ocasiones los estudios del Instituto CEU de Estudios Históricos de la Universidad San Pablo CEU, un grupo conservador y confesional dedicado durante largo tiempo a blanquear el franquismo.

En resumen, la proposición aprobada por la corporación municipal derechista en Madrid es una proposición revisionista y negacionista, que manipula el pasado histórico, al objeto de blanquear la dictadura franquista y ocultar la lucha de la resistencia contra ese régimen de tiranía. Y ello cuando, en realidad, la fuente de los derechos y las libertades, maltrechos a veces, que se disfrutan hoy en nuestro país no es otra que el antifranquismo, cuyo principal motor resultó ser el movimiento obrero.

Las personas y organizaciones de convicciones democráticas no pueden sino rechazar este acuerdo municipal, comprometiéndose en la causa de la memoria democrática y de la exigencia, marcada por Naciones Unidas, de verdad, justicia, y reparación de las víctimas del franquismo.

https://blogs.publico.es/verdad-justicia-reparacion/2019/11/09/el-ayunta...

 

Vox marca el paso en Madrid

Carlos Girbau

El pasado 7 de noviembre, durante el último pleno de la Asamblea de Madrid, saltó el escándalo. Por 66 votos a favor  y 58 en contra se aprobó una proposición no de ley (PNL) presentada por uno de los diputados de  Vox, José Ignacio Arias, en la que se solicitaban las siguientes barbaridades: (1) Que el gobierno central procediera a la ilegalización inmediata de los partidos separatistas que atenten contra la unidad de la nación con los instrumentos legales a su alcance o proveyendo de las reformas legales que se habiliten para ello; (2) que inscriba a los CDR [Comités para la Defensa de la República] en la lista europea de organizaciones criminales y terroristas, remitiendo a tal fin el expediente con los datos relativos a la investigación judicial seguida por la Audiencia Nacional; y (3) que se procediera de inmediato a suspender cualquier pago y en su caso, revocar y ordenar el reintegro de todo tipo de subvenciones o ayudas públicas que pudieran estar percibiendo de cualquier organismo autonómico los CDR o cualquier otra asociación u organización que tenga relación directa o indirecta con los mismos.

Tras presentar dos enmiendas formales que, por otra parte, no fueron admitidas por Vox ni sirvieron para tapar la vergüenza de la propuesta, PP y C’s dieron su apoyo a semejante ataque a los más básicos derechos democráticos.

Lo ocurrido en la asamblea madrileña demuestra que el caballo que marca el paso y tira de toda la derecha española en sus diversas acepciones es Vox. La votación desnudó la incapacidad del resto de la derecha, más allá de supuestas tácticas electorales de última hora, de ofrecer otro discurso diferente al de los franquistas y su letanía de más represión, más prohibición, más rechazo a la libre opinión, más racismo, más opresión sobre la mujer, además de amplias exenciones fiscales para los más ricos. Esta es la primera conclusión que se extrae de los votos del día 7, aunque ahora a los jefes estatales de PP y C’s, les haya entrado vértigo al ver el resultado práctico de su discurso e intenten tomar cierta distancia con la decisión de sus representantes en la asamblea autonómica.

Lo que manifiesta la situación vivida en la cámara madrileña es que para poder seguir implantando la opción política que se basa en un giro profundamente reaccionario y franquista, la derecha española (en todas sus variantes) debe ir más allá de la Constitución del 78. Dicho de otra manera: que la actual Carta Magna y el conjunto de reglamentos y leyes que de ella se desprenden no le son suficientes para sostener lo que ellos entienden de manera paradójica “por orden constitucional y la actual unidad de España”.

Porque la derecha que llama y exige a todo el mundo a mantenerse dentro de un supuesto espíritu de la transición, no ha tenido empacho alguno en olvidarlo cuando así le ha convenido y saltárselo debatiendo una proposición que destruye la llamada separación de poderes, la libertad de opinión, asociación, de concurrencia electoral y de representación. De hecho la propia izquierda en la Cámara (PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos), que votó en contra de la PNL ultra derechista, no obtuvo ningún éxito en sus llamamientos a que PP y C’s se desmarcaran de la misma en nombre del pacto constitucional. 

El  gobierno de Sánchez (PSOE) ya ha puesto el asunto en manos de la abogacía del Estado para que estudie recurrir la decisión parlamentaria ante el Tribunal Constitucional (TC). Pero más allá de si el asunto finalmente llega al TC, de lo que decida y de cuándo lo decida, la cuestión planteada por la votación en la Asamblea madrileña no cambia un ápice. El tridente de la  derecha se desliza cada vez de forma más indisimulada por un camino en el que la única norma válida es aquella que le permite mantener su orden y su ley, su España y su unidad.  La constitución del 78 que tan profusamente se usa contra la voluntad del pueblo de Catalunya o de su Parlament, está claro que en Madrid pesa muy poco cuando están en juego “las cosas de comer”. Frente a ello, la izquierda debe oponer más pronto que tarde barreras reales y firmes a un giro reaccionario, barreras para las que, por otro lado, se demuestra que nuestra actual constitución vale de bastante poco.

www.sinpermiso.info, 9 de noviembre 2019

presidente de la Fundación 1º de Mayo de CC OO.
director del Área de Historia, Archivo y Biblioteca de la Fundación 1º de Mayo.
Es concejal de Ahora Ciempozuelos, activista social y amigo de Sin Permiso.
Fuente:
Varias

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