“La mayoría de los sindicatos no han sido capaces de responder a las necesidades y aspiraciones del precariado”. Entrevista

Guy Standing

27/11/2015

 

¿Podría una renta básica universal, financiada por el Estado, eliminar la pobreza? Al profesor Guy Standing, uno de sus más firmes partidarios, no le cabe duda. Además de profesor de Economía en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de la Universidad de Londres, Standing es cofundador de la red en defensa de una renta básica universal, Basic Income Earth Network. En su libro publicado en 2011, The Precariat: The New Dangerous Class (El precariado: la nueva clase peligrosa), culpa a la globalización de la aparición de una clase social sin estabilidad laboral. En esta entrevista con Equal Times explica las razones por las que tiene sentido ofrecer una renta básica. La entrevista fue realizada por Chris Burns.

 
¿Por qué es necesaria una renta básica en regiones desarrolladas como Europa?

 
Es fundamental establecer en Europa una renta básica, debido al avance del precariado. Nuestro sistema de protección social actual no llega al precariado. El sistema sepulta a la gente en la espantosa trampa de la pobreza. La trampa de la pobreza aboca a quien que pasa de percibir un subsidio estatal a ocupar uno de los empleos mal pagados disponibles para el precariado —en muchos países europeos y en otros lugares del mundo— a afrontar, de hecho, un tipo impositivo marginal alto, teniendo en cuenta la pérdida de la prestación estatal por ocupar un empleo retribuido. En otras palabras, la gente que pertenece al precariado pierde prestaciones y gana muy poco por trabajar. Esta es una razón de peso para que los sindicatos se replanteen su enfoque hacia la renta básica. La renta básica para la ciudadanía eliminaría la trampa de la pobreza, porque la recibiríamos por derecho.

 
¿Qué repercusiones tendría una renta básica para los sindicatos?

 
Siempre fui partidario de los sindicatos y siempre lo seré, porque sin entidades colectivas que nos representen, todos somos vulnerables. Sin embargo, la mayoría de los sindicatos acabaron siendo demasiado laboristas en la segunda mitad del siglo XX y no han sido capaces de responder a las necesidades y aspiraciones del precariado. Los líderes sindicales se encuentran entre quienes se oponen con más vehemencia a la renta básica. Es algo que siempre me ha parecido triste. Una vez, asistiendo a una gran escuela de verano, pregunté a un grupo de dirigentes sindicales las razones de su oposición. Uno de ellos me respondió si los trabajadores tenían garantizado un ingreso básico no se afiliarían a los sindicatos. Es un argumento nefasto. Afortunadamente, también es erróneo. Si la gente tiene garantizado lo básico, hay más probabilidades de que se afilien a los sindicatos, porque cuanto más confianza, más dispuesta estará a asumir el riesgo de afiliarse. Quienes están sumamente inseguros no se atreven a protestar.

 
¿Cómo afectaría una renta básica a la lucha por un salario mínimo?

 
Yo defiendo que la renta básica sea un derecho, independiente de la condición laboral o de las contribuciones a la seguridad social. Es distinto de un salario mínimo. En los sistemas de trabajo muy flexibles, el salario mínimo ya no es garantía de seguridad para todo el mundo. Es un imperativo moral, pero no podemos esperar demasiado de ello. El salario mínimo era un instrumento adecuado en la sociedad industrial, en la que las personas ocupaban empleos a largo plazo en la producción en serie, pero esto cada vez ocurre menos. Los agentes de trabajo pueden manipular fácilmente el salario mínimo. De hecho, pretenden que se trabajen más horas y, por lo tanto, es una herramienta engañosa. No es que yo esté en contra del salario mínimo, es que no lo considero un instrumento poderoso en el sistema actual.

 
¿Cómo puede funcionar la renta básica en el mundo en desarrollo?

 
La idea de avanzar hacia la renta básica en el mundo en desarrollo también es factible y asequible. Hay proyectos piloto en India y África que están demostrando que si las personas reciben una renta básica es más probable que trabajen y tienden a ser más productivas cuando lo hacen. Porque cuando la gente tiene más seguridad, se muestra más cooperativa, más productiva y menos resentida.

 
¿Cómo puede la renta básica ayudar a alcanzar los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas para eliminar la pobreza extrema antes de 2030?

 
Si quienes hablan de los ODS son honestos, todo el mundo debería tener una renta básica si se lo puede permitir. En las Naciones Unidas se habla de un mínimo de protección social universal. Muchos de los documentos de la ONU que leo son banales porque no dicen cómo se va a ofrecer dicho mínimo. Dejan abierto si se logrará mediante “objetivos” a través de la asistencia social. Este es el enfoque que defiende el Banco Mundial desde hace más de dos décadas.

A estas alturas, hablar de establecer objetivos es francamente deshonesto. Los documentos dejan también abierta la posibilidad de que el apoyo a los ingresos esté condicionado a ciertos tipos de comportamiento. Pero esto es una intrusión en las libertades. Es paternalista y aboca en la coerción y en los subsidios de desempleo con contraprestación laboral (workfare), a los que los sindicatos se oponen vehementemente. Además, fuerza los salarios a la baja.

Los sindicatos no se han opuesto lo suficiente a los subsidios de desempleo con contraprestación laboral, tal vez porque las personas a las que afecta no están sindicalizadas. Suelen ser jóvenes que acaban de entrar en el mercado de trabajo, obligados a desempeñar empleos de poca monta por ganancias de poca monta. Los sindicatos deben centrarse en identificar los mecanismos que permiten aumentar la seguridad del precariado. Los subsidios de desempleo con contraprestación laboral consiguen justo lo contrario.

 

¿Podría la renta básica abordar la crisis migratoria?

 
Sí, porque los Estados del bienestar han optado por que las prestaciones dependan de los recursos. Es decir, que en la fila para recibir prestaciones tienen prioridad los más necesitados. Pero también significa que los migrantes, que están entre los más necesitados, pueden parecer situados los primeros de la fila de las prestaciones. Lamentablemente esto está provocando mucho resentimiento entre las comunidades de la clase trabajadora.

Si, en lugar de ello, cada ciudadano y ciudadana tuviera derecho a una renta básica, no llegaríamos a esa situación. Se podría decir ‘lo sentimos, nuestra prioridad es ofrecer una seguridad básica’ y, a continuación, los migrantes legales comenzarían a recibir prestaciones después de estar en el país durante un cierto periodo de tiempo. Es una medida pragmática, pero hay que dar legitimidad al sistema y tener en cuenta la asequibilidad.

 

¿Y con qué se pagaría la renta básica?

 
Fácil. Por ejemplo, sustituyendo la renta básica por otras prestaciones. La renta básica y los complementos para necesidades especiales, personas discapacitadas, ancianos. Los sindicatos deberían hacer campaña para convertir la inmensa cantidad de dinero con que los gobiernos están subsidiando a las empresas. Las desgravaciones fiscales a los ricos pueden pagar la renta básica.

En Europa, el Banco Central Europeo anuncia que va a inyectar un billón de euros a los mercados financieros, que irán a parar a bancos e instituciones financieras, a interés cero, para que puedan invertir y conseguir grandes beneficios. Con ese billón de euros se puede dar a todo el mundo una renta básica. De hecho, se trata de una renta básica para los financieros.

Cualquiera que diga que no puede permitirse ofrecer una renta básica peca de ingenuidad o de prejuicios ideológicos.

 

¿Así que su renta básica eliminará la llamada sociedad dual?

 
Como argumento en mis libros sobre el precariado, estamos presenciando el aumento de una estructura de clases mundial en la que hay más de una sociedad dual. La renta básica distribuiría los ingresos y fortalecería la posición de negociación de quienes están en el precariado, les permitiría dedicar más tiempo a empleos de utilidad, en lugar de a empleos mal pagados, que consumen recursos. Además, alteraría la dinámica del sistema económico. Una política, por sí sola, no es la panacea. Por ello, la propuesta de Carta del Precariado tiene 29 artículos; la renta básica es sólo uno de ellos, aunque de los esenciales, porque creemos que todo el mundo en nuestra sociedad debería disfrutar de la seguridad básica que le permita construir y mantener su vida, y queremos reducir las desigualdades y promover la libertad personal.

 

 

profesor de la Universidad de Londres que ha trabajado más de treinta años para la OIT. Es miembro fundador de la Basic Income Earth Network (BIEN)
Fuente:
http://www.equaltimes.org/la-mayoria-de-los-sindicatos-no?lang=en&var_ajax_redir=1#.VliIvcrGKRD

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