La Triple Crisis y la economía del petróleo

Marina Forti

23/09/2007

El cambio climático, el drástico incremento del precio del petróleo y la extinción en masa de las especies vivas son problemas conectados entre sí, tres aspectos de la misma crisis que requieren soluciones comunes: en juego está nada menos que la “supervivencia planetaria”.

Que no suene exagerado: la “triple crisis” ha sido el tema de tres días de un debate que tuvo lugar en Washington la pasada semana organizado conjuntamente por  el International Forum on Globalization y el Institute for Policy Study.

El primero es un foro internacional constituido en los años 90 por sesenta intelectuales, activistas, investigadores, economistas y periodistas para analizar y hallar respuestas a los procesos de reestructuración de la economía y de la política que reciben el nombre de “globalización (representan otras tantas organizaciones o redes de movimientos en 25 países): “Una reestructuración que se está dando a gran velocidad, con poca transparencia pública y profundas consecuencias que inciden en la democracia, el bienestar humano, las economías locales y el medio ambiente natural”, dice la presentación del IFG.

En cambio, el Institute for Policy Studies es uno de los “pensadores” de la izquierda estadounidense, instituto de investigación, y a la vez, punto de referencia para los movimientos políticos y sociales norteamericanos.

El pasado fin de semana, pues, estos dos institutos reunieron en Washington un fórum público bajo el rótulo “Afrontar la triple crisis”, a fin de lanzar lo que esperan será un “movimiento internacional combinado” para responder a las amenazas combinadas del calentamiento climático, el agotamiento del petróleo y el declive de la diversidad de las especies vivas”. Es acaso la primera vez que las tres crisis son enfocadas como un único problema, y ya sólo por eso la iniciativa ha despertado interés (la red OneWorld ha publicado una reseña). Los sesenta ponentes que participaron procedían de 16 países; en parte, activistas políticos y sociales, por los derechos humanos, dirigentes indígenas, movimientos contra la guerra; en parte, expertos en política internacional, , economistas, estudiosos. “Esperamos que esta diversidad y la mezcla (de ponentes) contribuya a construir un movimiento fuerte”, comentaba Jerry Mander, el codirector del IFG al presentar el fórum (llamado teach-in, de “teach”, enseñar, para poner de relieve que pretendía ser un momento de estudio colectivo).

Aprovechando la ocasión, las dos organizaciones promotoras difundieron dos documentos. El primero, un informe científico sobre los llamados biocarburantes como el etanol, combustible procedente de la destilación de algunos vegetales, que se ha convertido en un elemento clave de las “nuevas” políticas energéticas tanto en los EEUU como en la UE: en su informe (The False Promises on Industrial Biofuel Production, La falsas promesas sobre la producción industrial de biocombustible), ponen en guardia frente a la consideración de esos carburantes como la panacea de la inminente situación de emergencia energética provocada por “el decreciente acceso a las reservas de petróleo y por los conflictos geopolíticos”. Basta observar cómo la carrera por transformar el maíz en etanol esta exacerbando la inseguridad alimentaria en muchas regiones del planeta.

El otro documento es un “Manifiesto sobre la Transición Económica Global”. Las cuestiones del clima y de la energía exigen cambios drásticos en las decisiones políticas y económicas y en los estilos de vida (consumir menos, no sólo consumir productos “verdes”), dicen. La “triple crisis”, según Mander, deriva de un sistema económico global que da prioridad al crecimiento exponencial, el cual, a su vez, depende del uso desenfrenado de recursos naturales –y se nutre de una cultura del consumismo universal que destruye las economías locales sostenibles—. Puesta en esos términos, la cosa no ofrece duda: la “triple crisis” pone en juego la supervivencia misma del planeta.

Marina Forti es una periodista especializada en problemas ecológicos y mediombientales que escribe regularmente en el cotidiano comunista italiano Il Manifesto.

Traducción para www.sinpermiso.info: Leonor Març

Fuente:
Il Manifesto, 22 septiembre 2007

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