Paco Puche
Antonio Bernardo Reyes
11/03/2016Todo el amianto es friable, es decir fácilmente desmenuzable y por tanto susceptible de desprender fibras invisibles al ambiente, que al ser inhaladas pueden producir enfermedades mortales. Por eso la clasificación del amianto entre friable o no friable es un oxímoron.
Naturaleza del amianto
Es un silicato fibroso compuesto por sílice, hierro, aluminio, magnesio y calcio, en distintas proporciones según los tipos existentes en la naturaleza. La estructura fibrosa es debida a la especial disposición de los “tetraedros de sílice” que componen estos minerales, que forman cadenas indefinidas. Como material metamórfico ha cristalizado formando haces de fibras compactas que tienen la facultad de fraccionarse en fibrillas de tamaño de micras, que son las que el viento dispersa y constituyen la fracción respirable para los seres humanos.
“Debido a su estructura cristalina cuando el amianto es desmenuzado o fracturado forma fibras o haces de fibras que se separan longitudinalmente en filamentos cada vez más pequeños. Cada fibra está formada por miles de fibrillas, de un haz de un milímetro de amianto pueden salir unas 50.000 fibras respirables. Por su pequeño tamaño y su forma permanecen en el aire como nubes invisibles durante largos periodos de tiempo pudiendo ser transportadas por corrientes de aire hasta distancias considerables y estar presentes del orden de billones de ellas en el aire”. (Guia de CCOO)[1]. Y todas estas fibras y fibrillas son indestructibles.
Es pues, por naturaleza, desmenuzable, es decir friable (del latín friabilis), y eterno.
PARA CONTINUAR LA LECTURA EN PDF