Polonia: “Protesta negra” en defensa del derecho al aborto

Katarzyna Bielinska

Marianna Szczygielska

11/10/2016

La “Protesta negra” moviliza a decenas de miles de mujeres

Katarzyna Bielinska

Protestas masivas sin precedentes de mujeres han obligado a los parlamentarios a abandonar de inmediato sus planes de endurecer la ley anti-aborto. El partido Ley y Justicia (PiS), en el gobierno, ha capitulado públicamente ante la explosión de ira social.

La ley de 1993, llamada de "compromiso" por conservadores, liberales y socialdemócratas, es una de las leyes más restrictivas de la Unión Europea: el aborto solo está permitido cuando la vida o la salud de la mujer está en peligro, cuando el embrión está muy dañado o cuando el embarazo es el resultado de un crimen. En la práctica, incluso en tales casos, el aborto es inaccesible debido a la duración del procedimiento, o la negativa de los médicos a realizar la intervención sobre la base de una supuesta "cláusula de conciencia", etc. Los abortos clandestinos se han multiplicado así como la migración abortiva: según estimaciones de las organizaciones feministas polacas, de los 80.000 a 100.000 abortos que se realizan en Polonia anualmente, sólo unos pocos cientos son legales.

La defensa de las mujeres por parte de organizaciones feministas y de izquierda no había conseguido hasta ahora movilizar a la opinión pública. En marzo pasado, el tradicional evento organizado en Varsovia desde hace diecisiete años con motivo del Día Internacional de la Mujer tuvo lugar bajo la consigna "el aborto en defensa de la vida." A lo sumo, un millar de personas participaron.

Movilización en las calles y en el trabajo

El 23 de septiembre, el Sejm (cámara baja del parlamento), en la que el PiS tiene mayoría absoluta, decidió abrir el debate sobre un proyecto cívico de ley ultraconservadora, presentado por la organización Ordo Iuris. El proyecto consiste en la introducción de una prohibición total de aborto y penas de prisión para las mujeres que interrumpan el embarazo. Al mismo tiempo, la Dieta se negó a considerar el proyecto cívico "Salvar a las mujeres". Inspirado en la legislación de la mayoría de los países de la Unión Europea, buscaba liberalizar la ley actual y permitir el aborto hasta la duodécima semana.

La decisión de la Dieta ha causado una gran movilización, especialmente de mujeres, en el Polonia. Nadie se esperaba que la "protesta negra", simbolizada por ropa de color negro, llegase a alcanzar tal magnitud. El lunes 3 de octubre hubo manifestaciones en 143 ciudades y pueblos. En Varsovia, la concentración tuvo lugar en la Plaza del Castillo y reunió a decenas de miles de personas, a pesar de la lluvia torrencial. Muchas mujeres se vistieron de negro para ir a trabajar. En respuesta a la convocatoria de una huelga mujeres, inspirada en la huelga de Islandia de 1975, algunas mujeres no acudieron a trabajar; otras lo hicieron, pero sin ejercer sus obligaciones profesionales, como las secretarias que no responden al teléfono.

Por tanto, es difícil estimar la participación en la protesta en sus diversas formas. Según informes de prensa, alrededor de 100.000 personas participaron en las manifestaciones en la calle. La encuesta, realizada por Millward Brown para TVN, indica que el 67% de las mujeres y los hombres apoyaron la protesta.

Un asalto a los derechos democráticos

El efecto de esta inesperada protesta masiva fue igualmente impredecible: el PiS ha retirado su apoyo al proyecto fundamentalista que había defendido dos semanas antes, y el 6 de octubre, el Sejm lo rechazó. El presidente del PiS, Jaroslaw Kaczynski, ha admitido ante la Dieta que "la simple observación de la situación social", le ha convencido de que el proyecto de Ordo Iuris "no es apropiado, que su efecto sería exactamente el contrario". Añadió: "el PiS es y seguirá estando a favor de la protección de la vida. Y llevará a cabo actividades en esta dirección, pero serán actividades pensadas para lograr este objetivo". La primera ministra Beata Szydlo anunció que el Estado garantizará la asistencia social, que animará a las mujeres a dar a luz y a educar a los niños con discapacidades.

La fuerza y la magnitud de esta protesta han sorprendido a todos. Después de casi 25 años de "paz social", este año ha tenido lugar un cambio fundamental en Polonia. Contra la deriva autoritaria del PiS se ha desarrollado un movimiento de masas interclasista bajo el nombre de la Comisión de Defensa de la Democracia (KOD ). En los eventos organizados por la KOD, se reúnen decenas de miles de personas.

La "Protesta Negra" es una nueva confirmación muy importante de que la tradición y la cultura de los movimientos de masas en defensa de los derechos y las libertades democráticas están renaciendo.

https://npa2009.org/actualite/feminisme/pologne-protestation-noire-une-m...

 

#CzarnyProtest: La batalla está ganada, pero la lucha por el derecho al aborto continúa

Marianna Szczygielska

El lunes 3 de octubre los ojos del mundo se dirigieron por un momento en Polonia. El llamado "Lunes Negro" fue testigo de manifestaciones pro-derecho al aborto en 87 ciudades y pueblos de Polonia, con más de 30 mil manifestantes vestidos de negro que inundaron las calles y las plazas a pesar de la fuerte lluvia. Ese día se declaró una huelga nacional de mujeres en respuesta al proyecto de ley que restringe drásticamente, o prácticamente termina con los derechos reproductivos de las mujeres y personas trans en Polonia. Esta propuesta atroz prohibiría totalmente todos los abortos y penalizaría aun más a las mujeres que desean interrumpir el embarazo hasta con 5 años de prisión, así como a los profesionales de la medicina que las ayuden de cualquier manera. Efectivamente, esto llevaría a las mujeres y trans a una situación similar a la que existe en El Salvador desde 1998, donde se encarcela a las mujeres por aborto involuntario.

Ese lunes 3 de octubre decenas de miles de mujeres y quienes les apoyan en Polonia boicotearon sus puestos de trabajo y clases, y se vistieron de negro en señal de luto. Al igual que nuestras hermanas en Islandia en 1975, las mujeres y las personas trans polacas se declararon en huelga: nos tomamos un día libre en el trabajo, muchas universidades y escuelas suspendieron sus clases, muchas otras instituciones y empleadores se unieron oficialmente a la huelga, y algunos establecimientos tuvieron que cerrar debido a que sus empleados no se presentaron a trabajar. También fue un día libre de cualquier trabajo doméstico no remunerado, que por lo general pesa sobre las mujeres: no más cuidado de niños, limpieza, o compras. En lugar de ello, tomamos las calles. Hubo numerosas protestas de solidaridad en todo el mundo: Toronto, Shanghai, Dublín, Berlín,  Praga,  Bolonia, Budapest y Nueva York. Los mensajes de solidaridad llegaron de lugares tan lejanos y desgarrados por sus propias luchas como Palestina o el sitiado Alepo.

Ese día, sin duda, algo se rompió en la sociedad polaca. Las movilización masiva de sectores de todas las clases sociales y generaciones no tenían precedentes. Muchos creían que una solidaridad así ya no era posible. Antes, muchos creían que el debate sobre el aborto era una "cortina de humo" para distraer la atención pública de otras cuestiones "más importantes". Mientras que los medios de comunicación controlados por el gobierno polaco ignoraron tanto el número de manifestantes como la importancia de las protestas, los medios de comunicación internacionales declararon rápidamente la victoria de los defensores del derecho al aborto. De hecho, el gobierno tiene miedo de miles de mujeres en las calles, y durante una sesión de noche del parlamento (que comenzó a las 11 pm) rechazó oficialmente el proyecto civil de la ley, que había sido aceptado a debate en comisión sólo una semana antes. Sin embargo, ¡todavia no hemos terminado!

No podemos dejarnos engañar por las palabras de humildad de los políticos conservadores. Esta es una estrategia para calmar el malestar social general. Por mucho que nos hemos permitido celebrar el gran éxito de neutralizar la "amenaza inmediata", es obvio que no podemos detenernos ahora. Cuando los medios de comunicación internacionales comparten con entusiasmo la noticia de que el gobierno polaco se vio obligado a hacer un "cambio de sentido" en las restricciones previstas para el aborto creo que se equivocan, porque al ver el debate parlamentario y seguir las noticias sobre el tema, es evidente que los derechos reproductivos siguen siendo prioritarios en su agenda política. Los miembros del gobernante partido conservador Ley y Justicia ya han anunciado que tienen otro proyecto para restringir aún más el derecho al aborto en la práctica. Ahora se distancian de proyecto civil, preparado por un grupo de expertos de la fundación ultraconservadora Ordo Iuris. El nuevo proyecto de ley muy probablemente eliminará la muy controvertida disposición que penaliza a las mujeres que buscan un aborto, pero quiere introducir una categoría absurda de "aborto eugenésico", eliminando uno de los tres casos en los que el aborto sigue siendo legal en Polonia, es decir, cuando el feto tiene serias mal formaciones.

Esto me lleva a la cuestión principal en juego: Polonia ya ha prohibido de forma práctica y eficaz el aborto. La ley anti-aborto vigente desde 1993, a menudo llamada de "compromiso", es un legado horrible de la "transformación pacífica del sistema", y una de las leyes de aborto más estrictas en Europa. Los tres casos en los que se permite el aborto - cuando el embarazo es resultado de un delito (violación o incesto), cuando se pone en peligro la vida o la salud de la mujer, y cuando el feto tiene serias mal formaciones – son excepciones meramente rigurosas de una regla general de control cruel de nuestros cuerpos. El acceso al aborto legal está severamente restringido y, junto con la falta de cualquier forma institucionalizada de educación sexual, ha pesado como una losa sobre las mujeres y las personas que buscan ayuda para el llamado "aborto clandestino" durante los últimos 23 años. Por ello, el objetivo principal de la “protesta negra” es liberalizar la ley vigente que constriñe los derechos reproductivos: la lucha, evidentemente, no ha terminado todavía.

La espectacular movilización de las mujeres y quienes las apoyan en toda Polonia ha sido un gran éxito. Las multitudes ocuparon los espacios públicos de las ciudades, pueblos y localidades más pequeñas de todo el país. Unieron a mujeres y personas que probablemente nunca antes se habían manifestado juntas. Sin embargo, este momento también es frágil, y una declaración prematura de victoria podría debilitar la solidaridad que brotó frente a un ataque que amenaza nuestras vidas y nuestra libertad de elección. Tenemos que seguir luchando por nuestro derecho a un aborto seguro y legal sin condiciones y a una educación sexual seria en las escuelas. No nos dejemos engañar por las promesas confusas del gobierno polaco. No dejen de apoyarnos y, por favor, mantengan sus ojos en Polonia. ¡No más compromisos!

http://www.criticatac.ro/lefteast/czarnyprotest-the-battle-is-won-but-the-struggle-for-abortion-rights-continues/

Psicóloga clínica y activista feminista. Profesora de la Facultad de Pedagogía de la Universidad Marie Curie-Sklodowska de Lublin, Polonia.
es una activista feminista queer polaca. Es candidata de doctorado en Estudios de Género de la Universidad Central Europea de Budapest.
Fuente:
Varias
Traducción:
Enrique García

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