Reino Unido: Prepararse para después del 8 de junio

Sólo falta una semana. Unos mejor resultados laboristas en estas elecciones legislativas que en 2015 podrían permitir a Jeremy Corbyn  permanecer como su líder.

Las encuestas de opinión recientes muestran como el Partido Laborista ha reducido la brecha con el Partido Conservador, lo que ha causado una gran expectación en la izquierda y provocado una campaña histérica en la derecha - por no hablar de una caída en el valor de la libra esterlina, porque a los inversores les preocupa la posibilidad de un aumento marginal de los impuestos a las empresas de un gobierno Corbyn.

Por ejemplo, la encuesta de 30 de mayo de Survation otorga a los conservadores un 43%, comparado con un 37% a los laboristas, a los demócratas liberales un 8% y al Partido de la Independencia del Reino Unido el 4%. El promedio de todas las encuestas recientes sitúa a los conservadores ligeramente por encima y a los laboristas ligeramente por debajo, en un 44% y 36%, respectivamente. Pero lo que realmente ha provocado el optimismo de la izquierda ha sido la encuesta de 31 de mayo de YouGov, publicada en The Times, que pretende ser “la primera estimación circunscripción por circunscripción” de los resultados probables del 8 de junio.

Aunque YouGov admite que sus proyecciones están sujetas a un “amplio margen de error”, concluye que los conservadores “podrían perder 20 escaños y los laboristas ganar casi 30 en las elecciones generales de la próxima semana”, según The Times. Eso significaría que Theresa May se quedaría por debajo de los 326 escaños necesarios para la mayoría absoluta. Según el modelo de YouGov, los conservadores ganarían 310 escaños, en comparación con 257 de los laboristas, que sumarían 28 escaños nuevos. Sin embargo, si se lee hasta el final, se recuerda que la proyección “permite grandes variaciones”, y que los conservadores podrían terminar entre los 274 y los 345 escaños, debido al sistema de circunscripciones uninominales mayoritarias.

Mientras tanto, una encuesta más convencional de ICM, también publicada el 30 de mayo, da a los conservadores un 45%, y un 33% a los laboristas, que aumentaría la mayoría Tory en 76 escaños, bastante menos optimista pata el Partido Laborista. Y las apuestas también predicen una clara victoria conservadora y que May será en mayo la próxima primera ministra.

Sin embargo, parece bastante evidente que la ventaja conservadora sobre los laboristas se ha reducido considerablemente, y estos últimos cuentan en las encuestas ahora con más apoyo que en las elecciones generales de 2015, cuando obtuvieron el 30,5%, y los conservadores el 36.8 %. Los grandes perdedores son, por supuesto, UKIP, que tuvo entonces el 12,7% - dos tercios de sus votantes de 2015 parecen optar ahora por los conservadores. Es posible que una pequeña proporción del aumento laborista provenga de antiguos simpatizantes que desertaron a UKIP en 2015 y ahora regresan al redil. Pero la gran mayoría de los votantes de UKIP en 2015 ahora optarán por los conservadores.

En general, el Partido Laborista parece estar recogiendo apoyo entre el 'no sabe' y también entre las mujeres, entre las que la ventaja conservadora es más estrecha, según las últimas encuestas. Y entre los votantes jóvenes los laboristas van por delante.

Sin embargo, lo realista es esperar una victoria tory, que tanto conservadores como laboristas predicen - este últimos, por lo general, en privado o de forma anónima. Por ejemplo, el mismo artículo del Times cita a “un dirigente laborista en los Midlands”, que dice que, “aunque el error Tory sobre la asistencia social ha ayudado, la impopularidad de Jeremy Corbyn continua disuadiendo a los votantes laboristas naturales y el partido va a perder y no a ganar escaños en la región".

A pesar de ello, hay que dejar claro que un mejor resultado laborista con Corbyn que el conseguido por Ed Miliband - que ahora es posible - sería excelente desde el punto de vista de los que luchan por transformar al Partido Laborista en un frente común de toda la clase trabajadora. Es evidente que la razón por la que no podemos ganar la mayoría en este momento no es por los defectos personales y políticos de Jeremy Corbyn, sino por el sabotaje que su liderazgo ha sufrido a manos de la derecha laborista (como el “dirigente laborista en los Midlands” antes mencionado, sin duda).

Un aumento en el voto popular del Partido Laborista la próxima semana sería un traspiés de la derecha y es de esperar que infunda nueva confianza en los partidarios de Corbyn, John McDonnell y Diane Abbott, que han estado muy ocupados últimamente dando marcha atrás en posiciones tradicionales progresistas en un vano intento de apaciguar al Grupo Laborista en el Parlamento y a la derecha en general. Tal resultado daría impulso a la lucha imprescindible para eliminar a los saboteadores en el Partido Laborista.

Retrocesos

Aunque Corbyn en particular, por lo general suele estar confiado y seguro al ser entrevistado por los Andrew Neale y Jeremy Paxman, retrocede (a menudo deshonestamente) cuando se le pregunta sobre su pasado radical y de izquierda, lo que es muy embarazoso para los militantes de izquierda.

Por ejemplo, en la entrevista de la BBC 26 de mayo, Neale ha puesto el dedo en la llaga cuando describe la posición anterior de Corbyn en Irlanda así: “Usted, básicamente, apoyó la lucha armada por una Irlanda unida, pero, ahora quiere ser primer ministro, y tiene que distanciarse de ello“. La respuesta de Corbyn fue simplemente negarlo: “yo no apoyé al IRA”. Más bien, como le dijo a Paxman en la entrevista para Sky News y Channel 4 de 29 de mayo, estaba trabajando detrás del escenario a favor de “la paz y el diálogo” - que fue la razón por la que asistió a los actos de solidaridad con los republicanos irlandeses aparentemente.

Es cierto que ha insistido que el atentado de Manchester puede estar vinculado a la política exterior occidental, pero ya no condena todas las intervenciones militares imperialistas, y hoy prefiere defender vagamente que la política exterior “puede convertirse en un caldo de cultivo para el terrorismo”. Le dijo Andrew Neale que sólo se debe recurrir a la guerra en circunstancias “excepcionales” y que “nosotros” sin duda no deberíamos “participar” en lugares como Irak “sin un plan”: Sería mucho mejor una “presencia más fuerte de la diplomacia de la ONU”.

Neale señaló que “hace sólo tres años”, Corbyn calificaba a la OTAN de “una peligrosa organización Frankenstein que debe ser disuelta”. Pero ahora dice que tenemos que “trabajar dentro de la OTAN”: Corbyn le dijo que un gobierno laborista haría de Gran Bretaña “un miembro de la Alianza comprometido con la paz, la justicia y la democracia”.

Lo mismo ocurre con la modernización de los misiles Trident: el Partido Laborista “va a apoyarlo”. Es cierto que Corbyn (casi) admitió que lo que él personalmente cree puede ser diferente. Cuando Neale le leyó algunas de sus declaraciones previas, respondió: “Mi posición es bien conocida”. Pero, por supuesto, porque la política oficial es esa, el Partido Laborista de Corbyn está comprometido con la renovación de las armas de destrucción masiva de Gran Bretaña.

Y Corbyn está ahora insistiendo en la necesidad de “gestionar la migración”: el laborismo“no permitirá a las compañías traer trabajadores de bajos salarios” para socavar los salarios, dijo a Paxman. Lo que significaba que, bajo su gobierno, la inmigración “probablemente tenga que reducirse”.

Después de todo, como le dijo a Neale, “Si formamos a la gente como debe ser, la necesidad de importar trabajadores cualificados, obviamente, se reducirá”.

Sin embargo, en mi opinión, lo que le dijo Paxman en relación con la monarquía se lleva la guinda. El anterior presentador de Newsnight preguntó a Corbyn como iba a compatibilizar su historial de republicano comprometido con la abolición de la monarquía con sus funciones como posible primer ministro. Corbyn respondió alegremente: “¡Me llevo muy bien con la reina!” Y añadió, con toda seriedad: “No creo que ella deba ser cuestionada políticamente”.

Ambos entrevistadores confrontaron a Corbyn con las realidades de su dirección del Partido Laborista. Paxman alegó, “No puede conseguir que incluyan sus propias políticas en el programa manifiesto”, mientras que Neale declaró: “Muchos de sus propios parlamentarios no confiar en usted”. Su respuesta fue básicamente evitar las alegaciones, respondiendo de manera general sobre los mecanismos “democráticos de toma de decisiones” laboristas y la necesidad de la unidad.

Bueno, después de las 8 de junio la apuesta será mayor. Corbyn ha indicado que seguirá siendo el líder en caso de una derrota laborista. Esperemos que cumpla su palabra, por lo menos. La guerra civil laborista no terminará y la derecha - aunque sufra un duro golpe si logra un mejor resultado que en 2015 - seguirá buscando nuevas oportunidades para quitárselo de encima y devolver al Partido Laborista a lo que considera las seguras manos del Blairismo.

Debemos estar preparados para ello. Tenemos que intensificar la batalla para derrotar a la derecha en el seno del Partido Laborista una vez por todas. Para recuperar el Partido Laborista para la clase trabajadora mediante una fuerte democratización. Tenemos que lograr que todos los sindicatos se afilien y revitalizar todas las organización del partido en defensa de una cláusula cuatro socialista.

Nuestros miembros - más de 500.000, el mayor partido de Europa occidental - deben movilizarse. Es bueno que la campaña electoral de Corbyn haya atraído a miles de personas a sus mítines. Necesitamos más que nunca que los activistas de izquierda se sumen a la lucha donde realmente importa: en cada agrupación del Partido Laborista, en cada circunscripción y en cada sindicato.