Sudáfrica: ¿Zuma puede caer? Dossier

Terry Bell

Ronnie Kasrils

Irvin Jim

21/05/2016

Zuma se bunkeriza y agita la carta tribal

Terry Bell

El teflón político que parecía permitir que el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, se escapase un escándalo y una crisis tras otra ha sido arrancado por el Tribunal Constitucional. Tras una denuncia presentada por los partidos de oposición, el tribunal estimó en marzo que Zuma había violado la Constitución por la forma en que había abordado el largo escándalo sobre el uso de 246 millones de Rands (14,5 millones de euros) de dinero público para su residencia privada en Nkandla.

A medida que se plantearon preguntas sobre estos gastos, mintió al Parlamento e ignoró los resultados de la investigación de la Defensora del Pueblo - guardiána constitucional del interés público -, que determinó que debía devolver parte del dinero público utilizado. Por el contrario, afirmó que no debía nada al erario público y designó como Jefe de Policía a Nathi Nhleko, considerado un compinche cercano, para que elaborase otro informe que lo exonerase.

Nhleko incluso llegó al extremo de producir un video que pretendía demostrar que la piscina en Nkandla era, de hecho, un "deposito de agua", diseñado para proteger los edificios en Nkandla en caso de incendio. La película se convirtió en un chiste nacional.

En el parlamento, Zuma se burló de la oposición y de “su obsesión con Nkandla” y declaró públicamente que el problema no interesaba a la mayoría de los electores. Se equivocó y la indignación ciudadana creció al tiempo que la oposición encabezada por los Combatientes por la libertad económica (EFF), apoyados por la Alianza Democrática (centro-derecha), llevaron el asunto al Tribunal Constitucional.

En medio de las crecientes críticas públicas y con la fecha para tratar la denuncia fijada, Zuma de repente se retractó y anunció que pagaría todo el dinero que adeudaba. Este intento tardío de que el TC desestimase el caso, fracasó. Pero Nhleko, el gabinete de Zuma y los parlamentarios del partido en el poder que habían apoyado como un solo hombre su decisión de "no se paga",se encontraron en una situación muy embarazosa.

En la calle, el movimiento "Zuma debe caer" comenzó a extenderse, agrupando a organizaciones civiles, incluido el Consejo de Iglesias de Sudáfrica e importantes veteranos del ANC, como los compañeros de Mandela en el juicio de Rivonia Ahmed Kathrada y Dennis Goldberg. A raíz de la sentencia del TC, expresaron su preocupación.

La decisión unánime de los 11 jueces del Tribunal Constitucional, leída por el Presidente del Tribunal Supremo Mogoeng Mogoeng señaló: ". [Zuma] incumplió su deber de ayudar y proteger a la oficina del Defensor del Pueblo para asegurar su independencia, imparcialidad, dignidad y eficacia". Y añadió: "la Asamblea Nacional estaba obligada a apoyar al Defensor del Pueblo obligando al presidente a cumplir la decisión del Defensor del Pueblo".

La Constitución de Sudáfrica permite que un presidente sea cesado de su cargo si comete "una grave violación de la Constitución o la ley" o es culpable de "falta grave". Claramente, Zuma había sido declarado culpable de uno si no ambos cargos. Correspondía al Parlamento tomar las medidas apropiadas.

Zuma se disculpó rápidamente, pero sólo por la "confusión" que había causado por el asunto Nkandla y se bunkerizó. Se convocaron reuniones urgentes de los "seis grandes" líderes del ANC y del ejecutivo nacional (NEC). Sin embargo, los rumores de que Zuma renunciaría fueron rápidamente sofocados.

Aunque el teflón había sido arrancado, Zuma todavía tenía una potente carta que jugar: el caos, con el que amenazó tanto al partido como al país. Esas fueron las palabras utilizadas por el secretario general del ANC, Gwede Mantashe cuando anunció que los "seis grandes" seguían apoyando a Zuma. El NEC hizo lo mismo y la retorsión verbal comenzó con una venganza:

Zuma se había disculpado, un gran gesto para un presidente; ningún otro presidente en parte alguna lo había hecho; el Tribunal Constitucional no había usado la palabra "grave"; Zuma ya había dicho que devolvería el dinero; y Sudáfrica es un "país de perdón", por lo que el presidente debe ser perdonado por sus "errores".

Como resultado, el asunto fue al Parlamento con la oposición unida planteando una moción para que Zuma fuese recusado. Las exigencias de la oposición de que se llevará a cabo una votación secreta con el fin de permitir a los miembros del ANC actuar en conciencia en vez de tener que seguir la disciplina del partido, fueron rechazadas. La votación fue la prevista, y la oposición abandono en masa el parlamento.

La gran pregunta era cómo Zuma, a quién muchos se oponen en el seno del ANC, había sido capaz de mantenerse sin la menor reacción interna de protesta. La respuesta era simple y aterradora: jugó con lo que se ha denominado la "carta yugoslava": la amenaza de ruptura territorial de Sudáfrica.

Según un miembro de la ejecutiva del ANC, Zuma (de origen zulú) dio a entender que la provincia de KwaZulu-Natal (KZN) se rebelaría en caso de ser cesado. Recordó el fantasma de la violencia de la década de 1990 cuando las milicias del Partido de la Libertad-Inkatha (mayoritariamente zulú) se enfrentaron a las milicias de autodefensa del ANC en la zona de Johannesburgo.

Pero también aumentó los temores de una ruptura regional dado que Zuma, como líder del ANC, jugó un papel importante en las negociaciones de paz entre el IFP y el ANC y cuenta con un apoyo político transversal en su región de origen.

Después de lanzar el guante en la reunión ejecutiva del ANC, Zuma volvió a hacer hincapié  en ello en un mitin de masas en KZN. Hablando en zulú a una multitud entusiasta, les pidió que le apoyaran unidos africanos. "Incluso si pertenecéis a diferentes partidos políticos, debéis saber que cosas podéis votar por separado y cuales tenéis que votar como una nación unida (Zulú)", dijo.

Y agregó: "Como vuestro pastor, dejadme dirigiros ... .estéis o no con Zuma, en este momento soy yo quien tengo la misión de dirigiros. Dejadme hacerlo". Y continuó haciendo un llamamiento a la Casa Nacional de Líderes Tradicionales, diciéndoles que no debían volver a los tribunales, sino resolver los problemas "a la manera africana".

Si los problemas se resuelven legalmente "se complican". El modo africano, señaló, no trata con "hechos en frío", sino con "cuerpos calientes".

Fue demasiado incluso para Presidente del Tribunal Supremo Mogoeng. Sin mencionar por su nombre a Zuma dijo en una conferencia sobre gasto social: "Si alguna vez hubo un momento para abrazar un liderazgo ético y dejar de agitar y dejar de mentir a los partidarios, ese momento es ahora."

Pero Zuma no se ha movido y la maquina partidista del ANC se ha desplegado para comenzar a hacer campaña para las elecciones municipales, convocadas el 3 de agosto. Si hubiera fuertes pérdidas, finalmente, podría ser desalojado. Pero, de nuevo, tal vez no.

https://terrybellwrites.com/2016/05/07/zuma-the-teflon-president-digs-in-his-heels/

 

“Los ajustes de cuentas han comenzado”. Entrevista

Ronnie Kasrils

El ex ministro de inteligencia no tiene nada bueno que decir de la actual administración. Se ha unido a la relanzada campaña Phansi Zuma Phansi, y se ha comenzado a hablar en público sobre los pecadillos del presidente Zuma, remontándose  a los viejos dias del exilio. Un hombre malo dirige un país traumatizado, y el tipo responsable de los espías piensa que el el tiempo de ajustar cuentas ya ha comenzado en Sudáfrica. Richard Poplak le entrevista, con un vaso de agua, para la revista electrónica sudafricana  Daily Maverick.

Ronie Kasrils piensa que se va a liar.

Un lunes nos sentamos en la terraza de su nueva casa en Greenside, Johannesburgo, con vistas a un jardín modesto que ya sufre la mano fría del invierno. Dejando de lado las mortecinas plantas a, ha comenzado el asesinato de ciudadanos de Sudáfrica, insiste Ronnie con un vaso de agua del grifo de alta calidad. Su casa es un bungalow clásico de Johannesburgo, y tenemos a la vista una pequeña oficina que se da un desgraciado parecido con la habitación en la Ciudad de México en la que León Trotsky fue eliminado con un piolet. Ese acto de trepanación contra-contra-revolucionaria llegaría a convertirse en el símbolo del faccionalismo que con el tiempo acaba destrozando a todos los movimientos, para que los restos sean reordenados en un simulacro de lo que había antes.

Ronnie teme de verdad la aparición del piolet, ¿o sus revelaciones proféticas son solo los cuentos seniles de un ex-espía jefe? "Mira, tengo 78 años", dice, "He vivido una vida larga e interesante. No tengo nada que temer porque estoy a bien con mi conciencia. Si quieren venir a por mí, saben dónde encontrarme".

¿Quiénes son ellos? Ronnie se refiere a los segurócratas bufones y sus secuaces que forman la vanguardia faccional del presidente Jacob Zuma. Como el inútil Ministro de Policía Nkosinathi Nhleko, el Ministro de Seguridad del Estado David Mahlobo, o el Director de la Unidad de Policía para delitos Prioritarios (Los Halcones) mayor general Mthandazo Berning Ntlemeza. No hay ninguna duda de que Zuma ha construido a su alrededor un grupo de seguridad que son como sus cachorros, y que por convención ejercen el monopolio del estado sobre la violencia. Ronnie cree que pronto tendrán la oportunidad de manejarla a su antojo. Quiere que piense en los homicidios de miembros del ANC en Kwa Zulu Natal, en los asesinatos de los hostales de Glebelands en Umlazi, en la incursión armada en las oficinas de la Fundación Helen Suzman, en Ciudad del Cabo, en la que desaparecieron discos duros y otra información en lo que parecía ser un robo organizado perpetrado por personas que organizan robos.

-"Creo que la gente tiene que tener miedo", dice Ronnie.

-Ronnie, la gente tiene miedo.

* * *

Si no están familiarizado con Ronald "Ronnie" Kasrils, probablemente deberíamos empezar diciendo que no se le puede describir precisamente como "un ángel". Pero es un comunista comprometido hasta las cachas, y uno de los pocos miembros de mi tribu que se negaron a colaborar durante los miles de Shabbats que constituyó el régimen del apartheid. Se radicalizó tras el derramamiento de sangre en Sharpeville,  se sumó a la ANC en 1960 y ayudó a fundar el brazo armado del partido, Umkhonto we Sizwe (MK), en 1962. Durante los años de exilio cruzó las mugas habituales para estar en los puntos álgidos, y en los primeros años sesenta conoció a un joven camarada de Kwazulu-Natal, sobre el que tiene mucho que decir últimamente.

El gran punto negro en la carrera de Ronnie - además de su estalinismo, dependiendo de cómo se miren estas cosas - es la Masacre de Bhisho, en la que 28 miembros del ANC fueron asesinados por las fuerzas leales al jefecillo del bantustán de Ciskey,  Oupa Gqozo. Ronnie fue criticada por la Comisión Goldstone por dirigir una manifestación de 80.000 personas en un episodio que era casi seguro que no iba a terminar bien. Pero en las revoluciones muere gente, como Ronnie sabe muy bien. "Si vienen a por mí con eso", dice sobre sus ex camaradas que hoy tienen sus oficinas en los edificios del Gobierno, “sé cómo defenderme".

Después de la caída del régimen del apartheid, Ronnie formó parte del Sub-Consejo de Defensa del Consejo Ejecutivo de Transición, y se convirtió en Viceministro de Defensa, Ministro de Asuntos Hídricos y Silvicultura y, por fin en 2004, en Ministro de Servicios de Inteligencia . Puesto que ocupó hasta expulsión del presidente Thabo Mbeki en septiembre de 2008, y estaba al tanto de la mayor parte de la porquería que proliferó durante la infeliz guerra interna en el ANC.

Ahora Ronnie es un jubilado que ha vuelto al paisaje habitual de su juventud: no está de acuerdo con las autoridades. Ha prestado su voz y su presencia a la relanzada campaña Unidos Contra la Corrupción, una alianza de colectivos de sindicalistas, líderes religiosos, ex-ANC de toda la vida, organizaciones de la sociedad civil y excursionistas de Ciudad del Cabo que están tratando de formar un movimiento de masas coherentes y vocal .

Hasta ahora, han fracasado.

Quería saber si estaba perdiendo el tiempo. En el corte de la cinta inagural de esta nueva colaboración, que se produjo la semana pasada en las escaleras de entrada del Tribunal Constitución, se nos prometió un "plan de acción" que incluía, entre otras cosas, "conversación". Según mi experiencia, a los gobiernos no se le echa del poder normalmente conversando. Ronnie se encoge de hombros.

"Esta izquierda emergente necesita para encontrar su centro de gravedad", dice. (Yo diría que el hedor a pachuli sugiere que la "emergente izquierda" es poco más que la vieja izquierda con nuevas camisetas, a diferencia de los militantes de la campaña “Debe caer” y sus parientes ideológicos que si son otra cosa). "Es bastante indecisa".  Probablemente a Ronnie se le haya pasado por la cabeza que los enemigos de esta nueva izquierda la conocen mejor que ella misma. Y que su objetivo principal no es tan tonto como la mayoría de la gente supone.

* * *

Ronnie ha conocido a  todos los jugadores que campan en este Circo del Sol desde hace mucho tiempo. Más particularmente, ha conocido Zuma desde que el presidente era un joven camarada de 17 años, trepando desde abajo, un chico carismático que trajo detrás de si a más amigos de la provincia de Natal a la que no era entonces exactamente una iglesia suficientemente amplia.

Está por escribir una biografía de verdad de Zuma, pero en lo que se refiere a Ronnie, después de que el futuro Presidente de Sudáfrica fuera detenido en 1963 y exiliado en 1975, su formación de personalidad estaba prácticamente acabada.

"Hubo cosas que vimos. Ciertas actitudes hacia las mujeres o sus ideas acerca de los homosexuales – atrasadas, no en el sentido de que careciese de educación, pero la forma que eligió ser .... Y a pesar de que no todos éramos los puritanos de Cromwell- teníamos una esposa aquí, una novia allí, era una vida muy dura". Al principio, Zuma parecía encantador, después comenzó a ser un problema. Según Ronnie, así es como lo veían la mayoría de los exiliados. Pero el exilio tenía sus propias reglas informales, y gran parte del núcleo de la ANC se forjó en este desierto necesariamente amoral. Ronnie quiere saber ¿qué se supone que deberían haber hecho él y sus camaradas? "Estábamos frente a un enemigo implacable que podía acabar con nosotros de un golpe en cualquier momento".

En este universo, qué utilidad podía tener la moralidad?

Ronnie y Zuma trabajaron juntos en Mozambique entre 1980 y 1983, como presidente y secretario del comité clandestino, respectivamente, de la estructura del MK. No fue un matrimonio feliz. En el momento en que Zuma regresó a Sudáfrica desde el exilio, el hombre que siempre había disfrutado de un estilo de vida sencillo, según Ronnie, " comenzó a tomar y tomar y tomar. Vuelve al país, es un avaricioso. Y se lo mete en el saco con Schabir Shaik ".

En tanto que el proto-Gupta, Shaik, probablemente no necesita presentación. Siempre iba a haber un SAS (“Alguien Después de Shaik”, por sus siglas inglesas y no las de las fuerzas especiales británicas), y los pobres Gupta pobres fueron simplemente los siguientes en cola con el cazo en la mano.

Por lo tanto, ¿cómo acabar con este tipo?

"Bueno, Zuma se mantiene en el poder por el Comité Nacional Ejecutivo y el Congreso General del ANC," dice Ronnie. "Pero se puede cesar a un presidente. Entonces, ¿Cuál es el punto débil por el que romper la cadena? Dada la enorme red de patrocinio, y la cantidad de personas que le deben a Zuma sus medios de vida, es difícil. La única forma es a través de la ley, y vamos a ser testigos del llamado “delito Stalingrado” - y de una lucha casa por casa. El tiempo se les acaba a este tipo de personas. Tenemos el caso de las cintas de espionaje al borde de la esquina".

Pero, como señala Ronnie, Tony Blair y Silvio Berlusconi siguen libres, campando por sus respetos. Que se lleve y se haga justicia con Zuma debe ser considerado en tiempo geológico, y el tío acaba de cumplir 74 años, así que ... sí. Los números no son buenos.

El verdadero objetivo de Ronnie, sin embargo, y por lo tanto de su feliz coalición de seguidores, son las próximas elecciones municipales. Dice que si el ANC pierde una gran municipalidad, o las cifras de voto indican un deslizamiento por debajo del 60 por ciento del voto, “entonces de verdad tendrán miedo. Las elecciones locales están convocadas para el próximo 3 de agosto y van a ser muy importantes".  

"Sé cómo ven las cosas desde dentro", continua Ronnie,  "y la presión exterior cuenta. Añade una mala campaña y unos peores resultados en las elecciones locales, y ... "

Boom.

Ronnie dice que sacar a Zuma, o el intento de hacerlo, tendrá un precio. A la presión responderán con agresiones,  como siempre han hecho. "Hay armas por ahí – siempre existe ese peligro ".

¿Matarán gente?

"Es muy posible".

Pero el status quo actual, Ronnie quiere que tome nota, es demasiado horrible como para mantenerlo.

"Nosotros no peleamos por esto. Lo que no soporto es a esos camaradas que han llegado al poder para ordeñar a la gente. No estoy dispuesto a aguantarlo".

Hay un montón como Ronnie, más cada día. Para todos ellos, estamos a punto de que estalle la mierda. El Jacob Zuma que Ronnie conoce no sabe jugar limpio. Pero como dijo una vez la escritora Margaret Atwood, con más acidez que la que quizás el propio Ronnie puede soportar, "Soy optimista. Me gusta demostrar como el Tercer Reich, el Cuarto Reich, el Quinto Reich no pueden durar para siempre".

Cuando la justicia se calibra en tiempo geológico, no es realmente justicia. Ronnie, el antiguo fantasma de otra época, lo sabe muy bien. Sus advertencias del peligro de violencia provienen también de una época anterior. Lo que no las hacen menos siniestras.

Daily Maverick, 14 de abril 2016

 

Las reivindicaciones de los trabajadores de un salario digno son razonables

Irvin Jim

Este año, los trabajadores están negociando salarios más altos en un contexto difícil en Sudáfrica. Este fue el punto en el que más se insistió en la Conferencia Nacional de Negociación Colectiva del sindicato matalúrgico de Sudáfrica (NUMSA) celebrado los días 22-24 de abril en Johannesburgo bajo el lema: "Poner fin a la economía del 1%, ¡trabajos estables con un salario decente!".

Dadas las pobres perspectivas económicas del país, los empleadores están endureciendo sus posiciones, alegando la recesión y la amenazante devaluación de la deuda sudáfricana a la categoría de bonos basura, para reducir las expectativas de mejores salarios y condiciones de trabajo de los trabajadores. Pero los miembros de Numsa no se dejan impresionar. El nuestro es un sindicato revolucionario que este año celebra su 30º cumpleaños. Somos el mayor sindicato de Sudáfrica y uno de los tres sindicatos de crecimiento más rápido en el país.

Nuestra posición como el mayor sindicato de Sudáfrica y nuestro continuo crecimiento después de tres décadas es prueba de nuestro peso decisivo no sólo en un clima económico y político difícil, sino también en un mercado de trabajo siempre cambiante.

Los problemas que afectan a nuestros miembros le resultarán familiares. Los afiliados de Numsa, como todos los cabeza de familia del mundo, están haciendo todo lo posible para mantener a sus familias, al mismo tiempo que luchan porque se les respete en sus lugares de trabajo. Nuestros miembros quieren vivir y trabajar con dignidad y tener una sensación de seguridad para ellos y sus hijos. Para nosotros esto significa que no se trata sólo de que los salarios aumenten, sino de que las condiciones de trabajo mejoren también.

Una y otra vez en nuestra Conferencia, los miembros Numsa destacaron lo difícil que les resulta llegar a fin de mes. Los precios de los alimentos han subido vertiginosamente este año, y que los salarios suban o no será esencial para que las familias no se vean obligadas a reducir el consumo de alimentos vitales y, aún más importante, puedan no pasar hambre. El aumento anual de la canasta de alimentos de enero 2015 a enero 2016 fue del 14,6%. Del mismo modo, el aumento anual del precio de la electricidad en febrero el año 2016 fue del 12,6%.

Nuestros miembros también destacaron la salud y la vivienda como áreas de especial atención. Los miembros de Numsa entran en la categoría lamentable en la que muchas familias negras de Sudáfrica se encuentran: el llamado "intermedio".

Los sudafricanos han oído hablar de las tensiones que enfrentan las familias "medias inexistentes" cuando un gran número de estudiantes, predominantemente negros, lanzaron la campaña #FeesMustFall (“Las tasas deben caer”) en nuestras universidades. Estos estudiantes vienen de familias cuyas circunstancias son similares a las del miembro promedio de Numsa. Son familias trabajadoras y de clase media que ganan demasiado para calificar para ayudas del gobierno, pero demasiado poco para calificar para préstamos de la banca privada (poniendo de relieve la necesidad de bancos públicos, que es algo que Numsa pretende conseguir a largo plazo).

Muchos de nuestros miembros hicieron hincapié en la importancia de recibir mejores beneficios de asistencia médica de los empleadores. Los miembros de Numsa exigen que los empleadores cubran hasta el 80% de sus costes de asistencia médica, y que les corresponda el 20% restante. Los miembros de Numsa también creen que los empleadores deben proporcionar subsidios de vivienda, ya que muchos no califican para la financiación de hipotecas. Los miembros de Numsa exigen un subsidio de vivienda de 5.000 rand.

Estas no son reivindicaciones insensatas.

Por supuesto, la cuestión más importante para los trabajadores son los salarios. También para nuestros miembros. En este sentido, los miembros Numsa exigen un salario digno. Este año reivindicamos un aumento lineal del 20% en todos los sectores.

Durante demasiado tiempo se nos ha dicho que el aumento de los salarios dará lugar a despidos. Esto es un mito. Por cada estudio de una Fundación conservadora que defiende este argumento hay  un estudio alternativo que indica lo contrario. De hecho, la evidencia de que aumentar los salarios no conduce a la destrucción de empleo es tan sólida que en 2014, 600 economistas estadounidenses, incluyendo siete premios Nobel, escribieron una carta al presidente Obama argumentando lo siguiente:

"En los últimos años se han producido avances importantes en la literatura académica sobre el efecto en el empleo de los aumentos en el salario mínimo. La evidencia demuestra actualmente que los aumentos en el salario mínimo han tenido poco o ningún efecto negativo sobre el empleo de trabajadores con este tipo de sueldo mínimo, incluso cuando el mercado laboral se encontraba débil. La investigación sugiere que el aumento del salario mínimo podría tener un pequeño efecto estimulante sobre la economía en la medida en que los trabajadores de bajos ingresos gastan sus ingresos adicionales, elevando la demanda, favoreciendo el crecimiento del empleo, y proporcionando un poco de ayuda a la tarea de creación de empleo".

Dado el contexto de Sudáfrica y nuestra historia de represión salarial de los trabajadores negros (que continúa en la actualidad), seguimos siendo el país más desigual del mundo, con una evidente línea de descriminación racial. El sesenta y cinco por ciento de la economía de Sudáfrica es propiedad de sólo el 10% de la población. Un asombroso 80% de los propietarios de nuestra economía son de color blanco.

Los CEOs de Sudáfrica ganan cantidades obscenas de dinero. La gran mayoría son de color blanco. De hecho, los 10 altos CEOs mejor pagados en Sudáfrica son todos blancos. Encabezando la lista está Alan Clark, de SAB Miller, que gana 152 millones de Rands al año (9 millones de euros). Johan Rupert es el último de esta selecta lista de los 10 directivos más importantes, ganando 49.4 millones de Rands (unos 3 millones de euros). Uno se pregunta qué hace Clark en su oficina en el día a día para que haya que recompensarle por sus esfuerzos la friolera de 152 millones de Rands al año. 

Esta ridícula situación pone de relieve la importancia de la utilización de los salarios como instrumento de redistribución a la hora de abordar y corregir abordar el injusto legado de desigualdad en Sudáfrica.

La crisis de desigualdad en Sudáfrica se hace aún más insoportable tras la reciente publicación de los documentos de Panamá, que evidencian como los ricos ocultan fiscalmente su riqueza. Aparte del hecho evidente de que los ricos tienen demasiado dinero, los Papeles de Panamá también revelan como defraudan y engañan para no pagar los impuestos que les corresponde.

Uno de los argumentos más convincentes para aumentar significativamente los salarios de los trabajadores es que no esconden su dinero en cuentas bancarias en Suiza o en paraísos fiscales de islas exótica. Los trabajadores gastan su dinero en la economía local. Esto vigoriza los sectores productivos de la economía y además estimula la creación de empleo.

Durante demasiado tiempo, los trabajadores, que simplemente no ganan lo suficiente para vivir dignamente, han llevado sobre sus hombros la economía sudafricana. Numsa abordará esta situación con determinación. Estamos decididos a ganar la lucha por la igualdad racial y económica en Sudáfrica. A la vanguardia de esta lucha está salarios que permitan una vida digna para todos los sudafricanos.

http://www.dailymaverick.co.za/opinionista/2016-04-24-workers-demands-for-a-living-wage-are-reasonable/#.Vx3oTunVwuQ

veterano resistente marxista al régimen del Apartheid, es periodista de investigación en Ciudad del Cabo.
Uno de los principales dirigentes clandestinos de la rama militar del ANC y del PC de Sudáfrica, fue viceministro de Defensa y ministro de Servicios de Inteligencia de Sudáfrica
Secretario General del sindicato metalúgico NUMSA, el más importante de Sudáfrica, que promueve una nueva confederación sindical tras la crisis de la oficialista COSATU.
Fuente:
Varias
Traducción:
Enrique García

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