Tom Paine y la Renta Básica ¿Un nuevo contexto?

Alberto Tena

29/01/2020

La idea de que la Renta Básica (RB) tiene una historia, un pasado, es en realidad bastante actual. Su historización hace parte del esfuerzo intelectual que durante los años 80 una serie de autores continentales, con Philippe Van Parijs a la cabeza, realizaron en paralelo al desarrollo de la concepción de RB que conocemos y discutimos hoy en día. De hecho, en los primeros textos donde se alude a esta perspectiva historiográfica se hace referencia más bien a la “prehistoria” de un “debate” y no de la idea en si misma (Van Parijs, 1985). Ahí se empiezan a analizar las discusiones en torno a las políticas de garantía de rentas derivadas del famoso sistema Speenhamland en la Gran Bretaña del siglo XVIII. El redescubrimiento posterior de Agrarian Justice (1797) de Thomas Paine, leído dentro de la tradición republicana, ha ido construyendo el consenso que es ahí donde propiamente podemos encontrar originalmente la “idea” de una RB. Esto aparecerá por primera vez planteado de forma nítida en L’allocation Universalle (1992). Aunque por ejemplo Guy Standing llega a colocar el origen de la RB en el mismo nacimiento de la tradición republicana en Atenas durante las reformas de Ephialtes y Pericles en el siglo V a.c (Standing, 2017), Van Parijs es mucho más cauto y claramente divide en sus trabajos más actuales entre una prehistoria y una historia propiamente que sí comenzaría con Thomas Paine (Van Parijs, 2017).

Para cualquiera que se tome la molestia de leer el breve panfleto de Agrarian Justice publicado en 1797 en Francia -en medio de una serie de sucesos trascendentales de la Revolución- se dará cuenta que es una descripción cristalina de lo que hoy entendemos por una propuesta de capital básico y una pensión universal para mayores. Argumentada éticamente desde una concepción de la natural propiedad común de la tierra, se presenta una propuesta de financiación a partir de un impuesto sobre la propiedad en el momento de la muerte del propietario y un detallado plan de implementación por municipios. En otros libros más contemporáneos como la recopilación de textos históricos de J. Cunliffe, J., y G. Erreygers (2004) o el más reciente libro de Juan Torres (2019) podemos ver claramente consolidado el consenso de que el origen de la propuesta política de la RB está en Agrarian Justice.

El trabajo de historiadores como Yannick Bosc (2017) sobre la figura de Paine en ese período han ayudado a reconstruir con mucho cuidado el contexto donde surge esta idea, y permitirnos así comprenderla en todo su sentido histórico. Como decíamos, existía una situación muy particular en Francia en ese momento. Paine acababa de salir de la cárcel donde había acabado después del acceso al poder de los Jacobinos en junio de 1793. Tras haber sostenido una posición contraria a la ejecución de Luis XVI, había terminado arrollado por la ola de sospechas de conspiración que cayeron sobre muchos extranjeros, especialmente los ingleses. Liberado tras la caída de los Jacobinos en junio de 1794 y la decapitación de Robespierre, los llamados “Termidorianos” (Termidor es el undécimo mes del calendario republicano entre finales de julio y octubre) tomarán el poder justificando un giro reaccionario de la revolución como respuesta al descontrol del período de “terror”. Paine escribe Agrarian Justice entre finales de 1795 e inicio de 1796 -aunque no lo publicará hasta 1797-, en el contexto en el que los Termidorianos están tratando de aprobar una constitución que da varios pasos atrás con respecto a lo que se había conseguido hasta ese momento. El principal elemento de la nueva carta magna había de vincular otra vez los derechos políticos a los del estatus económico, poniendo en el centro de estos a la propiedad privada. La argumentación que en Agrarian Justice hace Paine a favor de una propiedad común natural, que debe redistribuirse como un principio de justicia fundamental, es un argumento que se entiende mucho mejor enmarcado dentro de estos encendidos debates. Paine intervendrá en esos meses en las discusiones parlamentarias argumentando en esta dirección en contra de la nueva constitución (Paine, 1795). De forma muy resumida este es el contexto donde se ubica la génesis de la RB y es por tanto fundamental conocer y asimilar estos debates para comprender en su profundidad histórica el sentido de Agrarian Justice.

La mayoría de los autores que han trabajado sobre este texto encuadrado dentro de “la historia de la RB”, destacan la influencia que ejerció el entorno intelectual del Cercle Social sobre las ideas de Paine, en especial su amigo Condorcet y las ideas de Robespierre y su “derecho a la existencia”. Nociones que se ven reflejadas en distinta medida en el texto más conocido de esa época de Paine The Rights of Man (publicado en dos partes en 1791 y 1792). Esta concepción general va en consonancia con la idea que historiadores como Thompson y Hobsbawm tenían de Thomas Paine: un gran traductor al lenguaje popular de las ideas más avanzadas de su época, pero no alguien con una profunda trayectoria teórica propia. En definitiva, para la “historia de la RB” la absorción de este entorno intelectual y la necesidad de defender estas ideas en un momento de retroceso de la revolución sería al fin y al cabo lo que explicara el surgimiento de la propuesta política que hoy conocemos como RB en este texto de Paine. En este artículo queremos defender en cambio que la singularidad de la vida de Paine es mucho más determinante para comprender esta “génesis”. En realidad es posible ubicar la idea de la RB -la concepción de que es factible y deseable generar el derecho a un capital básico- 20 años antes de la publicación de Agrarian Justice, en un artículo de 1775, cuando Paine acababa de llegar a Philadelphia.

Defender esto -ahora veremos cómo- debería llevar a reconsiderar entre otras cosas la influencia que tuvo su experiencia de juventud en Inglaterra a la hora de formar la concepción del mundo donde cupiera de forma natural una RB. En especial es necesario rescatar la centralidad de su labor como recaudador de impuestos aduaneros para la Corona Británica y el conocimiento que adquirió del funcionamiento del sistema impositivo Imperial que se estaba desarrollando en aquella época -y que está al origen del conflicto con las colonias americanas-. Entre 1762 y 1774 trabajó como recaudador de impuestos aduaneros primero en Alford, Lincolnshire, y tras un periodo donde fue expulsado, en Lewes, Sussex. De estos años es otro conocido panfleto The Case of the Officers of Excise (1772), donde tras su demanda de aumento salarial puede verse un profundo conocimiento de los que estaban sucediendo en la estrategia de financiación de la política imperial de la corona británica. En general esta experiencia ha sido minimizada como uno de los múltiples “trabajos de juventud” de Paine que adquiriría su conciencia política de la influencia de los revolucionarios americanos y franceses. Pero una década antes de entrar en contacto con los grandes personajes de la revolución francesa y su contexto político, y con apenas un año de estancia en Pennsylvania, Paine ya consideraba legítimo y viable un plan para dotar de un capital básico a los jóvenes y una pensión para los mayores al otro lado del atlántico.

Estamos en junio 1775, Thomas Paine había llegado a Philadelphia apenas un año antes y Common Sense se habría publicado en enero de 1776. En mayo de 1775, el Segundo Congreso Continental se había reunido en Philadelphia y había empezado a asumir las funciones de gobierno nacional, se imprimió papel moneda, se iniciaron relaciones diplomáticas con potencias extranjeras, y se creó un ejército y una marina continentales bajo el mando de George Washington para organizar la defensa de las colonias americanas de la guerra que había empezado en Massachusetts contra la Corona Inglesa. El 2 de julio del año siguiente publicarían la famosa declaración de independencia y se efectuaría la separación jurídica de las colonias. Paine trabajaba en ese momento para el periódico The Pennsylvania Magazine.

Determinar de forma incontestable lo que Paine escribió en esta revista presenta algunas dificultades. Muchos de los artículos publicados esos años estaban firmados por seudónimos o directamente de forma anónima. Paine siempre sostuvo que su carrera como escritor empezó con Common Sense y nunca identificó ninguno de los artículos como suyo, pero es innegable que este período sirvió para ir dando forma a su estilo literario y su lenguaje político, pero sobre todo que trabajó en él como editor. Uno de los biógrafos de Paine más considerados, A.Owen Aldridge, hace una serie de deducciones convincentes al respecto de si considerar un artículo de un número de junio de 1775 firmado como “Amicus” como un artículo de Paine (Aldridge, 1984, 30). Aldridge sostiene de manera muy convincente que la similitud en el estilo de escritura y forma de referirse a los mismos asuntos hace que sea muy verosímil asumir que “Amicus” es un seudónimo de Paine. Recordemos además la afición del autor inglés por los seudónimos. Paine firmaría “An Englishman” al final de Common Sense y uno de sus colaboradores de aquella época y figura pública de Philadelphia, Benjaim Rush, reconocería posteriormente como textos de Paine los artículos firmados como “Atlanticus” en la revista (Chapin y Nowakowski, 2016). Además Aldridge comenta, retomando el estudio sobre la vida de Thomas Paine que realizó el periodista y crítico de teatro Andrew Williamson, que durante la juventud de Paine en la ciudad inglesa de Lewes mantuvo siempre una gran preocupación por la forma en la que las subvenciones estatales y los impuestos permitían solucionar problemas sociales de su pequeña ciudad. Era natural entonces que mantuviera este tipo de preocupaciones a su llegada a Philadelphia poco más de un año antes de la publicación de este artículo. En resumen, si sumamos que Paine era dado a firmar con seudónimos sus artículos en aquella época, que existe una similitud clara en los estilos de escritura y en los temas tratados, y que además hace referencia a su conocimiento del sistema de impuestos y subsidios de la Inglaterra de la época, parece bastante claro que podemos atribuirle la autoría del mismo.

En este brevísimo artículo, casi una nota, “Amicus” promete enviar en un futuro número una propuesta más detallada de un plan para recaudar fondos para un ingreso para jóvenes y una pensión para mayores. A grandes rasgos es la misma idea que de forma detallada se publicará veinte años después en Francia con el título de Agrarian Justice. “La similitud del lenguaje es demasiado cercana para ser resultado de una coincidencia” (Aldridge,1985, 30). Paine, en este artículo, que de forma optimista parece que ya presiente la victoria de las colonias sobre la corona, pone encima de la mesa su propuesta de capital básico y pensiones para mayores apoyándose en este caso en la necesidad de que nuevas familias jóvenes se instalen en el territorio americano. Lo hace además criticando el sistema de transferencias de rentas existente en Gran Bretaña que como hemos explicado conocía muy bien, considerándolo corrupto y poco serio en la forma de calcularse. La promesa de un plan detallado y unos cálculos precisos para su financiación parece que solo la podremos ver 20 años después, pero tal y como hemos presentado parece inequívoco que en 1775 Paine ya considera viable y legitima su propuesta de RB. Este pequeño “descubrimiento” pondría en cuestión el consenso hasta ahora bastante asentado de que el desarrollo de propuestas vinculadas a los derechos sociales de Paine estaría en realidad fundamentalmente influenciada por el contexto de la revolución francesa que en realidad solo viviría una década después. En cambio, pondría otra vez en primera línea la influencia de su experiencia en Inglaterra. Si es imposible considerar que las ideas existen de forma independiente a su contexto histórico, la reubicación de la misma en un nuevo contexto y momento vital también debería darnos un nuevo sentido a la interpretación de esta “historia de la Renta Básica”.
 

Aquí se puede encontrar el artículo original: https://archive.org/details/pennsylvaniamaga11775phil/page/268

 

Mr. Aitken,

Although the present times are not favorable to plans of domestic utility, yet from the Continental union and wisdom on one side, and the distracted councils and disjointed orders and operations on the other, we may reasonably look forward to a period of happy conclusion. I presume I shall not be judged premature in furnishing the public through your Magazine, with some hints towards a plan for raising a fund for the purpose of portioning off young married people, with reasonable sufficiency to begin the world with, who would otherwise have nothing, and that with very little expense to their parents, –and likewise for raising another fund for the purpose of supporting us in our old age, which, when the numberless vicissitudes of life are duly considered and how frequently the pleasing prospects of today are clouded with misfortunes tomorrow, such plan cannot fail of being considered as a necessary and valuable appendage to our present circumstances.

I believe the plan for portioning off young married people is entirely new, and if effected, would greatly tend to the improvement of America, by enabling them to settle on small plantations, or to occupy new, and at present uncultivated lands, or establish themselves in manufactures.

Many funds have been raised in England for the support of old age, most of which have failed, because, in order to allure subscribers, they proposed making a larger dividend to the incumbent members, than the fund could possibly support; neither did any of these societies ever publish their calculations, on which only, if justly done, the probability of the fund being able to support itself could be grounded, but appear to have made their proposals at a venture. What I intend laying before the de public is, a series of calculations, with explanations fitted to the meant capacity, shewing the average probability which every person has to depend on, and the benefits he may justly expect therefrom.

Amicus
 

Sr. Aitken,

Aunque los tiempos actuales no son favorables para los planes de utilidad doméstica, sin embargo debido a la Unión Continental y su sabiduría por un lado, y a los municipios apartados y las órdenes y operaciones desarticuladas por el otro, podemos esperar razonablemente un período de feliz conclusión. Supongo que no se me juzgará prematuro al proporcionar al público a través de su revista algunos consejos sobre un plan para recaudar fondos con el fin de proporcionárselo a los jóvenes casados, con una suficiencia razonable para comenzar en el mundo, que de lo contrario no tendrían nada y esto con muy poco gasto para sus padres, y del mismo modo para recaudar otro fondo con el fin de apoyarnos en nuestra vejez, que, cuando se consideran debidamente las innumerables vicisitudes de la vida y con qué frecuencia se nublan las perspectivas agradables de hoy con desgracias de mañana, tal plan no puede dejar de ser considerado como un apéndice necesario y valioso para nuestras circunstancias actuales.

Creo que el plan para proporcionarle a los jóvenes casados ​​es completamente nuevo y, si se lleva a cabo, contribuiría en gran medida a la mejora de América, permitiéndoles instalarse en pequeñas plantaciones, u ocupar tierras nuevas y actualmente no cultivadas, o establecerse en las manufacturas.

Se han recaudado muchos fondos en Inglaterra para el apoyo de la vejez, la mayoría de los cuales han fracasado, porque, para atraer partidarios, propusieron crear un dividendo mayor para los miembros oficiales, de lo que el fondo podría soportar; ninguna de estas sociedades publicó sus cálculos, en los cuales solo, si se hace con justicia, podría basarse la probabilidad de que el fondo pueda mantenerse a sí mismo, pero parecen haber hecho sus propuestas de forma arriesgada. Lo que pretendo presentar ante el público es una serie de cálculos, con explicaciones para ajustarse a la capacidad prevista, que muestran un promedio verosímil de la que cada persona tiene que depender y los subsidios que se puede esperar de ahí.

Amicus

 

Bibliografía citada

 

Benjamin Rush, The Letters of Benjamin Rush, vol. 2, ed. Lyman H. Butterfield (Princeton, NJ: Princeton University Press, 1951), 1008.

Van Parijs, P. (1985). La Préhistoire du Débat: L’Ombre de Speenhamland. La revue nouvelle81, 395-99.

Cunliffe, J., & Erreygers, G. (2004). Origins of Universal Grants. Palgrave Macmillan, a division of Macmillan Publishers Limited.

Yannick BOSC, « Droit à l’existence et appropriation. Introduction à La justice agraire de Thomas Paine », Tracés. Revue de Sciences humaines [En ligne], 33 | 2017, mis en ligne le 19 septembre 2017, consulté le 23 janvier 2020. URL : http://journals.openedition.org/traces/7060 ; DOI : 10.4000/traces.7060

Su intervención está recogida en The Constitution of 1795. Speech in the French national Convention (1795/ Forner, 1945, 588-89)

Robespierre, M. (1792). Discurso sobre las subsistencias y el derecho a la existencia en la Convención, 2 de diciembre de 1792. Por la felicidad y por la libertad. Discursos, Barcelona, El Viejo Topo, 154-163.

Aldridge, A. O. (1984). Thomas Paine's American Ideology. University of Delaware Press.

Van Parijs, P. (1992). L’allocation universelle, une stratégie pour la nouvelle Europe. Transversales, document,

Chapin, P., & Nowakowski, K. (2016). “A Kind of Bee-Hive”: Thomas Paine and the Pennsylvania Magazine. In New Directions in Thomas Paine Studies (pp. 51-68). Palgrave Macmillan, New York.

Keane, J. (2003). Tom Paine: A political life. Grove Press.

 

Politólogo, especialista en políticas públicas y renta básica y doctorando en la Universidad Autónoma Metropolitana de México.
Fuente:
www.sinpermiso.info, 2-2-20

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