¿Es el antisionismo necesariamente antisemitismo?

Gideon Levy

21/03/2021

El historiador y columnista Gadi Taub regresa a los fundamentos de la propaganda sionista: no se puede no ser sionista. No hay necesidad de intentar convencer a los demás, de creer en el sionismo o de demostrar que está equivocado. Cuando se trata de la más sagrada e irreprochable de las ideologías, toda crítica es ilegítima. La más mínima reserva tiene un destino inexorable: ser condenado por antisemita. Taub no conoce otra forma de contrarrestar los argumentos morales contra el sionismo.

El sionismo se convierte así, en manos de intelectuales como Taub, en una ideología tiránica que no puede ser cuestionada. Qué mejor prueba, por el contrario, de la necesidad de repensar el sionismo, sus víctimas y su relevancia que este deseo de dividir el mundo en dos campos, el bien y el mal. No eres sionista, por lo tanto eres antisemita.

"El sionismo es más parecido a un dogma religioso"

Si sionistas como Taub estuvieran más convencidos de la legitimidad de su causa, no reaccionarían con tanta vehemencia a la más mínima crítica. En este sentido, el sionismo se parece más a un dogma religioso que a una cosmovisión. Como los judíos ultraortodoxos, los sionistas no quieren preguntas. Indudablemente, Si no tuvieran la sensación de que el pasado y el presente del sionismo arden bajo sus pies, los sionistas no estarían librando una batalla tan encarnizada contra sus críticos. Es lo que pasa cuando tus argumentos son débiles: la deslegitimación es el último refugio de los sionistas.

Taub se aferra a la definición de antisemitismo dada por la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto, la nueva y eficaz herramienta de las élites sionistas para sofocar cualquier crítica a Israel. Una petición organizada por organizaciones israelíes y judías pide al nuevo presidente de Estados Unidos que no incorporé legalmente esta definición. La petición ha indignado a Taub. Acusa a la extrema izquierda de desdibujar la distinción entre Israel y los Territorios Ocupados y de querer con esta petición frustrar la partición de la Tierra de Israel.

Taub la noche es día y el día noche: no le preocupan los hechos. Ha pasado mucho tiempo desde que se formuló un argumento tan débil. Fue Israel quien borró las fronteras de 1967 y aniquiló con sus asentamientos cualquier posibilidad de una solución de dos estados. Es Israel el responsable y no el Movimiento BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones).

Responder con determinación

Desafortunadamente, las organizaciones atacadas por Taub, como New Israel Fund y J Street, aún no han encontrado el coraje suficiente para disociarse del sionismo. Incluso el periódico Ha'Aretz, considerado en algunos sectores como incluso más subversivo que estas organizaciones, se define a sí mismo como un periódico sionista. Pero dado que estas organizaciones rechazan esta definición tan laxa de antisemitismo, y cuyo objetivo es justificar la ocupación y amordazar a sus críticos, sus miembros son descalificados como judíos vergonzosos, judíos antisemitas.

Por tanto, debemos reaccionar con determinación y sin equívocos. Debe ser posible criticar al sionismo como una forma de racismo sin ser acusado de antisemitismo. Es inconcebible que quienes luchan contra el racismo sean vistos como racistas antisemitas. La historia del sionismo se resume de la Ley de Retorno a la Ley del Estado-Nación, de la limpieza étnica de 1948 a la limpieza étnica del Valle del Jordán y el sur de Hebron Hills en 2021 ¿Cómo no hablar de racismo?

Solo los ciegos, los ignorantes, los propagandistas y los mentirosos pueden ignorar la realidad del apartheid y el supremacismo judío, desde el rio Jordán hasta el Mediterráneo.

El movimiento BDS no desea destruir a Israel, sino solo reemplazar su régimen supremacista judío. El derecho de retorno de los palestinos no conlleva querer arrojar a los judíos al mar, la solución de un solo estado binacional no implica repatriar a los judíos a Europa. El objetivo que persiguen es solo reparar, en parte y con mucha demora, el daño histórico causado por el sionismo, ya fuera deliberadamente o no. Y sin esa reparación, nunca podrá haber justicia en esta tierra.

Boicotear los asentamientos ya no es suficiente, porque Israel los ha convertido en parte inseparable del país. Israel borró las fronteras de 1967 y elude toda responsabilidad de lo que sucede en los Territorios Ocupados. Jenin y Tel Aviv están bajo el mismo régimen, y cualquier crítica debe dirigirse a Jerusalén.

Jerusalén es la sede del gobierno de Israel, que se ha convertido en un gobierno de apartheid. Debe ser cuestionado, a pesar de que Taub afirma que tal campaña puede conducir a la aniquilación de Israel y que quienes la promueven son antisemitas. Afortunadamente, el sionismo y Taub no son el único árbitro moral para juzgar el bien y el mal.

Es columnista del diario israelí Ha'Aretz.
Fuente:
https://www.haaretz.com/opinion/.premium-it-s-alright-to-be-an-anti-zionist-1.9496453
Traducción:
Enrique García

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