Felipe vive y vuelve… carajo

Valeria Silva Guzmán

24/01/2021

Que no haya duda, estas líneas son un homenaje. No debiera ser necesario aclararlo, luego del deceso de un hombre que murió como vivió, siempre leal a sus convicciones. Atravesar los vertiginosos acontecimientos del siglo XX y haberse mantenido incólume es un logro que muy pocos personajes han alcanzado. No hubo ONG, cartera pública, partido político o cualquier otro epicentro de poder que mueva un milímetro de sus convicciones e ideales. El martes ha partido uno de los personajes más icónicos de la historia boliviana del siglo XX, Felipe Quispe, el Mallku.

Mucho se ha escrito sobre él en estos días y felizmente más han sido los homenajes que las detracciones. Está trillado decir que no hay muerto malo, a pesar de ciertos mensajes de pésame que brillan por su hipocresía; hipocresía porque en vida nunca reconocieron su lucha, sus logros y su firmeza; por el contrario, no dudaron en juzgarlo y algunos hasta lo miraban con asco. Vale apuntar que la mayoría de sus detractores están muy lejos de entender los planteamientos y las implicancias de su filosofía de vida: el katarismo.

En efecto, don Felipe, uno de los intelectuales aymaras más importantes de este tiempo, puede ser considerado de los representantes más fieles del katarismo. Este calificativo puede ser asignado a Quispe, en tanto dirigente político y en tanto investigador social e intelectual. El Mallku, por ejemplo, con su libro Tupaj Katari vive y vuelve… carajo ha legado una de las investigaciones más sesudas sobre el pensamiento político de Tupaj Katari y el levantamiento aymara que lideró éste en 1781, basado en datos históricos duros para luego sistematizar una propuesta política comunal de organización de la sociedad de forma alternativa al orden colonial.

El libro anteriormente referido es la primera obra editada y publicada del puño de Felipe Quispe. Fue en 1990 que la editorial Ofensiva Roja imprimió y vendió exitosamente la obra. No es un dato menor que El Mallku haya producido su primer libro durante su encarcelamiento en Chonchocoro, el penal de máxima seguridad de la sede de gobierno.

Justamente la importancia de Tupaj Katari vive y vuelve… carajo probablemente radica en el contexto en el cual fue escrito. Para muchos, el hito más intenso de la vida y trayectoria de Felipe Quispe está vinculado a su pertenencia al Ejército Guerrillero Tupaj Katari (EGTK), que le costó la cárcel por más de cinco años, sin sentencia. Precisamente las reflexiones que presenta Quispe en su libro respecto del disciplinamiento que pretende el Estado Republicano contra quienes cuestionen el orden establecido, encuentra directa relación con el destino de las y los militantes del EGTK.

Felipe Quispe tendrá que ser una fuente casi obligatoria para entender el siglo XX en Bolivia. Su condición de dirigente campesino, de guerrillero, de intelectual y de líder político es incuestionable. Leer a El Mallku es pararse frente a un gigante que danza entre la historia, la crónica y la filosofía; y que siempre llega a la urgente necesidad de cambiar el mundo, hacia otro comunitario, evidentemente más justo. Por eso y por muchas otras razones, entre ellas su accionar de brújula para el movimiento popular en Bolivia durante la dictadura de 2020, don Felipe merece todos los honores y la gloria. El Mallku, hoy vuela más alto y su legado de alto vuelo queda en los anales de la historia y en el proyecto político de liberación de los pueblos.

es analista política feminista.
Fuente:
https://www.la-razon.com/voces/2021/01/23/felipe-vive-y-vuelve-carajo/
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