África: detener el Ébola requiere acción masiva inmediata

Médicos sin Fronteras

10/08/2014

"La declaración del Ébola como una emergencia de salud pública muestra cuán seriamente la Organización Mundial de la Salud se toma el presente brote. Pero las declaraciones no salvan vidas," dice Bart Janssens, director de operaciones de MSF. "Ahora necesitamos que esta declaración se traduzca en acción inmediata."

"Durante semanas, MSF ha estado repitiendo que se requiere desesperadamente de una respuesta médica, epidemiológica y de salud pública masiva para evitar muertes y revertir el curso de la epidemia. Estamos perdiendo vidas porque la respuesta ha sido demasiado lenta”, añade Jansenns.

“Los países que disponen de capacidad deberían enviar a sus expertos y recursos de emergencia a la región. Está claro que la epidemia no se podrá contener sin un despliegue masivo de recursos y personal a los países afectados”, explica Janssens, que añade que las áreas necesitadas de refuerzos son de enorme amplitud: cuidado médico directo, formación de personal sanitario, control de infección, seguimiento de allegados, seguimiento epidemiológico, alerta, sistemas de referencia, movilización comunitaria y educación.  “MSF dispone de casi 700 personas respondiendo a esta crisis en Sierra Leona, Liberia y Guinea. Todos nuestros expertos en Ébola están movilizados. Simplemente ya no podemos llegar a más”.

Respuesta a la crisis de Ébola de MSF

Guinea

En Guinea, MSF opera dos centros de gestión de Ébola, uno en la capital, Conakry y otro en Guéckédou, en el suroeste del país, donde se inició el brote. Tras una aparente estabilización en el número de casos en el país, en las últimas semanas se ha detectado un aumento en nuevas infecciones y muertes. En la actualidad se atiende a 17 pacientes en Conakry y nueve en Guéckédou.

En el centro de tránsito de Macenta, en el suroeste, cerca de la frontera con Liberia, MSF transfiere a los pacientes de Ébola en ambulancia para su posterior tratamiento en Conakry o Guékédou.

331 personas de MSF trabajan en la epidemia en este país. En Conakry se han admitido hasta el momento a 232 pacientes de los cuales 124 han sido confirmados como infectados por Ébola. 64 pacientes se han recuperado y regresado a sus casas. In Gueckedou se han tratado a 366 pacientes de los que 169 presentaron Ébola. 46 pacientes se han recuperado y regresado a casa.

Sierra Leona

En Sierra Leona, el centro de gestión de Ébola en Kailahun, cerca de la frontera con Guinea ha aumentado su capacidad a 80 camas, para atender a un creciente número de afectados. Cada día llegan entre cinco y diez nuevos pacientes. En la actualidad el centro acoge a sesenta pacientes. Nueve pacientes fueron dados de alta el pasado 4 de agosto.

200 trabajadores comunitarios están asimismo realizando actividades de promoción sanitaria en la región para dar a conocer a la población las características de la enfermedad y la manera de protegerse ante esta. En total son 326 los trabajadores de MSF en el país. En total se han admitido a 260 pacientes de los que 174 dieron positivo por Ébola. 36 de ellos han superado la enfermedad.

Liberia

La situación en Monrovia, Liberia, es “catastrófica”, de acuerdo con Lindis Hurum, la coordinadora de emergencia en Liberia. Hay informes de al menos 40 trabajadores sanitarios infectados con Ébola en las últimas semanas. La mayoría de los hospitales en la ciudad están cerrados y hay informes de cadáveres abandonados en las calles o en sus casas.

Los equipos de MSF están facilitando apoyo técnico al centro de gestión de Ébola en Monrovia, en colaboración con el ministerio de Salud y ha iniciado la construcción de un nuevo centro sanitario.

Un equipo de MSF basado en Guékédou, Guinea, ha ampliado su actuación en la región de Liberia de Lofa, muy cercana a la frontera y muy afectada por la enfermedad. MSF está reforzando su equipo de 19 personas en el país.

“La aprobación de nuevos fármacos para el Ébola podría dilatarse hasta dos años”. Entrevista

Armand Sprecher

-¿Cuál es el estado de la investigación de vacunas y tratamiento de Ébola?

Estamos en contacto regular con los investigadores, y somos conscientes de que hay algunos medicamentos y  vacunas para combatir el Ébola en fase de investigación,  que aún están en las primeras etapas de desarrollo. Hay dos de estos fármacos que parecen funcionar entre los primates no humanos,  un primer paso para indicar que podría llegar a ser seguro y eficaz para seres humanos. Pero hasta la fecha, ninguno  de estos fármacos o vacunas se han probado en seres humanos, ya sea enfermo o sano. Por lo que sabemos, aún deben pasar dos años más antes de que estos fármacos estén  disponibles de una forma segura y aprobada. Hay que tener en cuenta que los procedimientos regulatorios pueden llegar a ser muy largos.

-¿Es este el fármaco que se está administrando a los dos cooperantes estadounidenses?

El tratamiento  que se ha administrado a los dos trabajadores de la salud americanos parece ser muy prometedor. Es el único de los fármacos en desarrollo que parece mostrar eficacia en las personas que ya han desarrollado síntomas. Otros deberían ser administrados uno o dos días después de la infección, cuando los síntomas no son visibles todavía. En este sentido, la rápida mejoría de uno de los trabajadores a los que  se ha suministrado dicho fármaco da una cierta esperanza.

-¿Es muy inusual la administración de un medicamento que aún está en una fase tan temprana de su desarrollo?

Cuando se desarrolla un nuevo medicamento o vacuna, normalmente primero se prueba en animales de tamaño muy pequeño,  después en primates no humanos para  conocer su grado de eficacia –si tiene capacidad de curar o prevenir la enfermedad- y su grado de seguridad -si es perjudicial o no-. Si los resultados son positivos, a continuación se prueba  en seres humanos sanos para comprobar nuevamente su seguridad antes de probarlo en enfermos (o en personas expuesta a un riesgo de infección, en el caso de las vacunas). Ahora el debate se centra en el despliegue de un fármaco que muestra ciertas garantías de seguridad y eficacia entre los primates no humanos, pero faltan los  pasos siguientes. Por tanto, esta es una medida extraordinaria que solo debería aplicarse en circunstancias extraordinarias, sobre todo cuando los médicos creen que la gente tiene una alta probabilidad de morir y que, por ello, vale la pena probar este tratamiento.

-¿Podría usarse este fármaco experimental en la región afectada para tratar de salvar vidas?

El principal problema es la seguridad. No sabemos si el medicamento podría dañar al paciente y de qué manera. Si los pacientes desarrollan una condición inestable en la reacción al tratamiento, podrían sufrir mayor peligro.

El fármaco que se administró a los dos cooperantes son  básicamente anticuerpos. Hay muchos otros tratamientos usados para otras enfermedades que se basan en anticuerpos y sabemos los efectos secundarios  que podrían traer (principalmente alergias) para que podamos estar preparados.

Así que teniendo en cuenta la muy alta tasa de mortalidad causada por el Ébola, si estamos seguros de que los niveles de seguridad serán buenos, MSF cree que esto podría llegar a ser una buena opción. Pero, por supuesto, no hay garantía de que todos los pacientes se curen.

-¿En qué circunstancias MSF decidir utilizar ese medicamento en el brote actual?

MSF está muy interesado en que sus pacientes se beneficien de uno de estos medicamentos y la esperanza de que todas las barreras se puedan levantar para que eso suceda. La primera y más obvia está vinculada a la producción: al ser un tratamiento experimental, el fabricante no tiene grandes reservas, y tendríamos que ver lo rápido que podían producir cientos de dosis.

La segunda cuestión son las regulaciones. Pasando por alto las diferentes etapas de investigación,  debe pasarse todo el proceso de los organismos reguladores para que aprueben el uso y la exportación del fármaco, y lo tendrían que aprobar excepcionalmente. El primer paso a superar es el órgano regulador de medicamentos en el país donde se produce el fármaco y, obviamente, también hay que tener permiso de los gobiernos de los países en los que se van a administrar dichos medicamentos. De hecho, son ellos los que tienen que proporcionar el marco jurídico y ético para que esto suceda.

Por último, es impensable para administrar un medicamento nuevo sin hacer una minuciosa compilación de datos  y un seguimiento pormenorizado de los pacientes. Esto significaría, por tanto, más recursos humanos en los centros de tratamiento. Ahora mismo, MSF está sobrecargada de trabajo tratando de responder al brote de Ébola en los tres países más afectados y, en este sentido,  sería imprescindible un apoyo adicional a nuestra labor.

Armand Sprecher es médico de MSF, una ONG  con 5 millones de socios y Premio Nobel de la Paz (1999), especializado en fiebres hemorrágicas.

Fuente:
http://www.msf.es/, 8 de agosto 2014

Subscripción por correo electrónico
a nuestras novedades semanales:

El responsable de tratamiento de tus datos es Asociación SinPermiso y la finalidad del tratamiento es hacerte llegar nuestras novedades. Puedes ejercer tus derechos en materia de protección de datos contactando con nosotros*. Para más información consulta nuestra política al respecto (*ver pie de página).