La autodeterminación y la república en el Parlament y el Congreso

AAVV

02/10/2022

Hay una conocida expresión que dice: “Cuando una puerta se cierra una ventana se abre”. Los jueces, las instituciones del Reino y todos los defensores del régimen del 78, con el monarca borbónico al frente, no quieren ni oír hablar de un derecho democrático como es la autodeterminación. Se cumplen cinco años del impresionante referéndum en Cataluña del 1 de octubre de 2017, con imágenes que serán recordadas por la brutalidad de la policía nacional española y la Guardia Civil contra una población que quería votar. A pesar de la crisis del govern catalán, se buscan y abren ventanas para seguir exigiendo ese derecho, como el medio más democrático para resolver un problema político. Ese es el sentido de la propuesta que se expresa en este artículo. DR y MS.

El debate y posicionamiento sobre la autodeterminación y la República podría eludir los vetos del Tribunal Constitucional si se presenta como una propuesta de reforma de la Constitución. Sin ocultar que el objetivo es promover el debate sobre estos temas, explicitar la voluntad mayoritaria de la sociedad y agrupar los sectores que reclaman la República Catalana y cuestionan el régimen monárquico del 78.

El poder judicial (Tribunal Constitucional, Supremo, Fiscalía...) está decidido a impedir que el Parlament de Catalunya se pronuncie, y ni siquiera debata, sobre autodeterminación, república o cualquier tema que se parezca, negándole un derecho que en el pasado ha ejercido numerosas veces. A su vez, impide esta posibilidad en otras Instituciones e incluso en la Mesa de Diálogo. De esta forma quiere evitar que se evidencie el amplio apoyo político y social que tienen en Catalunya temas como la voluntad de autodeterminación o el rechazo al régimen monárquico.

Sin embargo, hay una vía para que el Parlament pueda efectivamente debatir y pronunciarse sobre la abolición de la monarquía o sobre la celebración de un referéndum de independencia sin peligro de querellas, inhabilitaciones o encarcelamientos. Una vía que el propio TC ha dejado abierta: presentarlo como una propuesta de reforma constitucional, que el Parlament de Catalunya trasmitiría al Congreso español en forma de propuesta de ley. AExRC (Acord d’Esquerres per la República Catalana) ha asumido y quiere promover esta iniciativa.

En efecto, se abriría así la posibilidad de crear una comisión o ponencia al efecto, requerir informes y opiniones de expertos, valorar las ventajas e inconvenientes de la reforma… Igualmente abriría esta posibilidad a las instituciones (ayuntamientos, universidades…) y promovería un debate abierto en los medios de comunicación y entre la ciudadanía en general. Más aún, el Congreso de Diputados no tendría argumentos jurídicos para evitar admitir a trámite la propuesta y se vería obligado a debatirlo. Se conseguiría así un primer objetivo: romper tabúes y prohibiciones, y mostrar los posicionamientos de los distintos sectores involucrados.

Es probable que en Catalunya se llegara a conclusiones positivas, de modo que se conseguiría un segundo objetivo: evidenciar el amplio apoyo del Parlament y de la sociedad catalana a estas iniciativas, lo que sin duda tendría amplio eco en el resto del estado y en medios internacionales.

En cambio, en el Congreso de Diputados el resultado sería probablemente negativo, pero se explicitaría, una vez más y a ojos de todo el mundo, si hay voluntad de acuerdo por parte del Estado Español y haría aflorar sus contradicciones internas. Aun no siendo una acción de desobediencia abierta ni de confrontación directa, como se pide desde determinados sectores, desenmascararía y debilitaría el régimen monárquico del 78, rompiendo los marcos de pensamiento y de actuación que quiere imponer. Sólo hace falta recordar la indignación de Josep Borrell cuando en marzo de 2019 un periodista de la televisión alemana Deutsche Welle News le preguntó justamente eso: “¿Usted no quiere la reforma constitucional española? ¿Por qué no la quiere?”.

Por otra parte, esta acción no interfiere otras iniciativas (Debate Constituyente…) o negociaciones (Mesa de Diálogo, mesas bilaterales…) sino que las complementa, a la vez que permite recuperar la iniciativa sobre los temas, ritmos y actores involucrados, centrando de nuevo el debate en el conflicto político de fondo.

Si valoramos adecuadamente sus limitaciones, pero también sus potencialidades, esta acción puede agrupar buena parte de los sectores I-S-R (independentistas, soberanistas, republicanos) y recuperar la sintonía entre las instituciones, las entidades sociales y la ciudadanía. Los firmantes, por tanto, apoyamos que AExRC asuma y promueva esta iniciativa.

Todo ello abriría nuevos escenarios para el 2023, al haber apurado las posibilidades de acuerdo y haber reunido el bloque que reclama una República Catalana en una acción concertada. En estos momentos resulta prematuro abordar estos nuevos escenarios ya que es necesario ver el desarrollo de diversos procesos en los próximos meses.

Josep Ferrer (AExRC), Teresa Garcia (Moviment d’Esquerres), Eduard López (ERC), Toni Morral (Junts x Cat), Joan Josep Nuet (Sobiranistes).
Fuente:
https://www.ara.cat/opinio/l-autodeterminacio-republica-parlament-congres_129_4500843.html
Traducción:
Josep Ferrer Llop

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