¿Tanques alemanes contra Rusia? EEUU quiere enviar a Alemania al combate

Sevim Dagdelen

21/01/2023

Crece la presión social para suministrar tanques alemanes a Ucrania. EE.UU. lo quiere así. Pero dar este paso sería un error histórico.

El debate en Alemania sobre el suministro de carros de combate "Leopard" a Ucrania está cobrando un peligroso impulso. Los partidarios de dicho suministro esperan seriamente una victoria de Ucrania en la guerra contra Rusia. Poco tienen en cuenta el efecto que tendrá el envío de tanques alemanes a Rusia, puesto que la historia de Alemania apenas juega un papel en este debate.

No hace falta ser profeta para calcular las reacciones de la opinión pública de allí ante el ataque de tanques alemanes contra Rusia. Aunque Ucrania pinte encima de la cruz de hierro de los carros de combate alemanes, para los muchos rusos que perdieron familiares en la guerra colonial y de exterminio de la Wehrmacht, estas armas representan una campaña renovada de Alemania contra su país. Dicho rápido, quienes abogan por la entrega de tanques alemanes cosecharán una enorme movilización de la sociedad rusa a favor de la guerra contra Ucrania.

Se pretende enviar a Berlín al combate

Entretanto, y ajeno a tales consideraciones, existe ahora todo un frente, desde el FDP hasta los Verdes, pasando por la CDU/CSU, que aboga por la rápida entrega de tanques "Leopard" sin ningún tipo de peros. La ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, hizo incluso el esfuerzo de visitar Járkov para enfatizar su apoyo a la propuesta. Solo el propio Canciller y el SPD parecen dudar.

Sin embargo, el presidente del grupo parlamentario del SPD, Rolf Mützenich, ya subrayó que la decisión de la entrega estaba abierta, declarando el 12 de enero: "No hay líneas rojas". La líder del FDP Marie-Agnes Strack-Zimmermann sugirió empezar a entrenar a los soldados ucranianos incluso antes de la entrega de los "Leopard", a sabiendas de que los Servicios Científicos del Bundestag han visto una posible entrada de Alemania en la guerra en la combinación de entregas de armas y entrenamiento.

Otros países de la OTAN están presionando al gobierno alemán. Gran Bretaña anuncia la entrega de tanques pesados británicos, Polonia quiere entregar sus propios "Leopard". De este modo, Alemania se verá obligada a entregar también "Leopard". El presidente polaco, Andrzej Duda, declaró incluso que "en Polonia ya se ha tomado una decisión". Sabe, por supuesto, que solo Berlín decide sobre la continuación de las exportaciones. Obviamente, el objetivo es pasarle la pelota a Alemania. Hay que enviar a Berlín al combate para destruir de una vez por todas las relaciones germano-rusas y convertirlas en una guerra abierta en beneficio propio.

La peligrosa limitación de la soberanía de Alemania

Sin embargo, Olaf Scholz quiere evitar que Alemania sea la primera en ponerse en el punto de mira de Rusia y se escuda en "nuestro socio transatlántico", Estados Unidos. Solo junto con Estados Unidos, informa el diario estadounidense Politico, estaría dispuesto a actuar. El requisito previo para ello es que Estados Unidos también suministre tanques pesados a Ucrania. Además, se está considerando la idea de no suministrar a Ucrania sus propios carros de combate, sino conceder licencias de reexportación a otros Estados de la OTAN.

Pero ni siquiera este truco sacará a Berlín de la línea de fuego. De cara a la próxima conferencia sobre armamento, que se celebrará el 20 de enero de 2023 (el pasado viernes NdR) en suelo alemán, Ramstein, por invitación de Estados Unidos, el ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, ya está seguro de que Berlín cumplirá. "Aunque Alemania tenga ciertos argumentos racionales para no hacerlo, lo hará más adelante", afirma, describiendo la dinámica prevista.

Actualmente, Estados Unidos no da muestras de querer entregar sus propios tanques como el “Abrams”. Alegan que son demasiado difíciles de mantener en Europa. El diario Politico informa que funcionarios ucranianos habrían sugerido al gobierno estadounidense de “entregar solo un puñado de tanques “Abrams"”. Estas entregas simbólicas funcionarían para romper el hielo y hacer creer así a los alemanes que ya no tendrían el monopolio del envío del "Leopard".

Por lo tanto, este debate revela la peligrosa limitación de la soberanía alemana. En última instancia, el gobierno alemán no puede decidir de forma independiente sobre la entrega de tanques alemanes. Después de todo, esto supondría la mayor amenaza para la seguridad del pueblo alemán desde la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, Estados Unidos tiene suficiente influencia en los gobiernos de los demás países de la OTAN como para lograr el resultado que desea en cada caso. Y esto también vale para Alemania.

Parece que Alemania debería atraer hacía sí el fuego de Rusia

Pero, ¿por qué le interesa a Washington enviar a los alemanes, de entre todos, al combate contra Rusia? ¿Por qué Washington DC es partidario de una "solución europea" con Berlín como centro de toma de decisiones? El argumento de que necesita sus capacidades militares contra China es, como el problema del mantenimiento, poco creíble. No, parece que Alemania debería atraer el fuego de Rusia hacia sí misma. No se puede evitar la sensación de que un posible contraataque golpearía a Berlín en primer lugar. Estados Unidos habría logrado así uno de sus objetivos estratégicos a largo plazo: impedir para siempre la cooperación entre Alemania y Rusia.

El teórico militar prusiano Carl von Clausewitz afirmó en una ocasión: "El objetivo político es el fin, la guerra es el medio, y nunca se puede pensar en el medio sin el fin". Las entregas de tanques de hoy son los créditos de guerra de 1914. Conducen directamente a la participación en la guerra. No pueden pensarse sin el fin: Es la victoria en la guerra de poder de la OTAN en Ucrania contra Rusia. Pero también hay que considerar una reacción rusa en contra. Porque al final, después de todo, los tanques occidentales lo que hacen realmente es provocar el uso de armas nucleares, contra Alemania primero. Esta parece ser la razón de fondo por la que Washington se muestra tan reticente en el tema de las entregas de tanques, pero obliga a su aliado a sacrificarse como un vasallo.

Deberíamos caer en brazos de los belicistas

Esta pretensión de Estados Unidos revela un nuevo momento estratégico en las relaciones con Rusia y China. En el marco de una nueva política de confrontación contra el bloque euroasiático, Alemania y Japón se convertirían para EEUU en Estados de primera línea del frente con soberanía limitada. Los Hofreiters, Baerbocks y Strack-Zimmermann actúan como si quisieran servir principalmente a los intereses de las corporaciones estadounidenses y de Estados Unidos en su conjunto.

Si se aplica la frase de Marx según la cual el ser humano es en su realidad "el conjunto de las relaciones sociales", entonces los que ahora reclaman el camino de la guerra con armas cada vez más numerosas y más pesadas, sin importarles los daños, son la expresión de un estado de ánimo verdaderamente apocalíptico en nuestra sociedad, que ya no cree en un progreso social real y se deja llevar por una oligarquización destructiva de la economía y la política, emparejado con un empobrecimiento masivo.

Pero quien esté realmente interesado en defender la democracia en Alemania no puede dejar el escenario a los muñecos parlantes de una burguesía aburrida, solo por miedo a ser condenado al ostracismo como títere del enemigo. Esto es lo que ocurrió en la Primera Guerra Mundial y no debe volver a ocurrir. Aquí, con tal de caer en brazos de los belicistas, todo vale.

Es necesario un nuevo comienzo en la política exterior alemana

Pero si se entregan los tanques alemanes, se abre el camino para más armas. El profesor de la Universidad del Ejército Federal (Universität der Bundeswehr), Carlo Masala y el ex comandante supremo de la OTAN James Stavridis ya han planteado peticiones de aviones de combate. Luego vienen los misiles y, por último, si eso tampoco funciona, los propios soldados. Pero una mentalidad de jugador que reacciona ante la pérdida subiendo la apuesta y acaba jugando al vabanque, apostando a todo o nada, es desaconsejable para cualquier sociedad. Es necesario un nuevo comienzo en la política exterior alemana.

La primera prioridad debe ser una negativa a seguir con la escalada bélica; la segunda una soberanía democrática segura de sí misma que deje de convertir a Alemania en un peón de EE.UU., y la tercera, por último, una iniciativa diplomática propia encaminada a un alto el fuego inmediato y al fin inmediato de la matanza sin sentido en Ucrania.

Quienes siguen descartando parar la guerra, argumentando que primero debe restablecerse la plena integridad territorial de Ucrania, no pueden tener ningún interés real en un alto el fuego. Por el contrario, lo que se revela aquí es una actitud sin escrúpulos que se basa en librar una guerra de poder de la OTAN contra Rusia con las vidas de los ucranianos. Del mismo modo que era el mundo al revés afirmar que los préstamos de guerra en la Primera Guerra Mundial llevaban a la paz, lo mismo puede decirse hoy de la entrega de carros de combate alemanes.

Se trata ante todo de una política imperialista sin escrúpulos

Al argumentar a favor de las entregas de tanques, impacta amargamente que en el gobierno alemán impera una doble moral digna de campeón mundial. En primer lugar, es insostenible desde el punto de vista del derecho internacional que se derive, del derecho de Ucrania a defenderse, una obligación de suministro de armas a Ucrania. Por el contrario, se trata a Ucrania como si ya fuera miembro de la OTAN, como si existiera una obligación militar de brindar asistencia, que se expresa únicamente en exportaciones masivas de armamento.

Al mismo tiempo, se aplica un doble rasero en las entregas de armas a Estados que son atacados en violación del derecho internacional: el gobierno alemán evita juzgar, con arreglo al derecho internacional, las guerras de agresión de Estados Unidos en Irak y de Turquía. Escurre el bulto y elude la pregunta de por qué no se suministraron o se suministran armas alemanas a todos los Estados que están siendo atacados, por ejemplo, a Irak o Siria. De este modo pierde toda credibilidad ante el derecho internacional por la entrega de armas en la guerra de Ucrania.

Una gran mayoría de los Estados de este mundo, que ni suministran armas ni participan en la guerra económica contra Rusia, ven así demostrado que, más allá de todas las consideraciones morales que se esgrimen como legitimación de la acción en política exterior, aparentemente solo cuenta la política imperialista sin escrúpulos. Al final, la entrega de tanques y la cercana entrada de Alemania en la guerra desembocan en una erosión de la credibilidad de la política exterior alemana, especialmente en el Sur global. Razón de más para dar un giro.

 

es presidenta del grupo parlamentario Die Linke en la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Federal alemán, miembro suplente de la Comisión de Defensa y portavoz de política internacional y desarme.
Fuente:
https://www.berliner-zeitung.de/politik-gesellschaft/ukraine-krieg-waffen-lieferung-leopard-gastbeitrag-bundestagsabgeordnete-sevim-dagdelen-die-linke-deutsche-panzer-gegen-russland-die-folge-waere-eine-eskalation-li.307422
Temática: 
Traducción:
Jaume Raventós

Subscripción por correo electrónico
a nuestras novedades semanales:

El responsable de tratamiento de tus datos es Asociación SinPermiso y la finalidad del tratamiento es hacerte llegar nuestras novedades. Puedes ejercer tus derechos en materia de protección de datos contactando con nosotros*. Para más información consulta nuestra política al respecto (*ver pie de página).